—En términos generales, ¿cómo observa la situación del mercado internacional de la carne?

—Este año ha sido particular y distinto a lo que veníamos acostumbrados, hubo un cambio relevante en los destinos de exportación de Uruguay, con un mercado chino que cambió en forma significativa, y por ende nuestro país muestra un proceso de diversificación muy significativo, donde tenemos una apertura de mercados más equilibradas, con China que ya no tiene una posición tan importante, y un crecimiento importante del mercado de Estados Unidos, además de otros mercados que han aparecido.

—En el caso de China las exportaciones en volumen han bajado casi un 30% en este año, ¿qué podemos esperar de este mercado teniendo en cuenta que con las compras de Año Nuevo se generan expectativas?

—China en las últimas semanas ha mostrado una mejoría en los valores de algunos cortes, entre US$ 200 y US$ 300 por tonelada, básicamente en los cortes de la rueda, y también hay una demanda firme para los cortes con hueso. Esta mejora en gran medida se debe a que están en el momento de compras para el Año Nuevo chino, estas compras van a ser hasta finales de octubre y primera quincena de noviembre, serán con valores un poco superiores, pero no veo una mejora sostenible para adelante.

—Entonces podemos esperar estos precios hasta octubre o noviembre y después tener más de lo que ya hemos tenido este año en los precios…

—La expectativa es que hasta las compras de fin de año se mantengan firmes los precios, pero para luego de eso tampoco veo grandes bajas, creo que China ha demostrado en el último tiempo una estabilidad que hacía mucho no se veía, en un contexto de una oferta muy elevada, con un Brasil muy agresivo. Otro factor que puede ayudar también es que se prevé una baja en la producción interna, que representa el 70% de su consumo de carne, entonces a medida de que haya una menor oferta global, su producción baje y se recupere la economía, hay cierto optimismo que para adelante podamos ver por lo menos estabilidad.

—¿Cómo ve el mercado chino para el 2025?

—Soy optimista de que el año que viene será un año donde haya una menor oferta global en el mercado de la carne, principalmente de quienes competimos, que son Brasil, Australia y Estados Unidos, porque son tres bloque van a ingresar en un proceso de retención y la oferta de estos grandes productores se va a reducir, y eso va a ayudar al mercado chino, que lo estamos viendo en su peor versión, porque la economía está complicada con todo lo que dejó el Covid, pero creo que para adelante tenemos un panorama interesante.

—¿Cómo ve al mercado de China como opción para colocar cortes de alto valor?

—En ese segmento estamos viendo un cambio de actitud e interés, en nuestra empresa somos productores de carne Wagyu, y lo que hemos visto es que en el último mes y medio empezaron a darse consultas nuevamente, y en la primera mitad del año habían estado totalmente ausentes, por lo que nos cortaron muchos programas de producción a grano, también muchas plantas están empezando a tener consultas por carne terminada a grano, por lo cual pensamos que es un segmento que se puede reactivar para el año que viene. Tengo expectativas de que vamos a ver una mejora en el mercado de carnes de alto valor para el año que viene, y va a ayudar a poder colocar cortes ayudando al negocio de la Cuota 481, por esta situación de que cada vez tenemos menos cupo.

—¿A Estados Unidos cómo lo observa?

—Están en una situación hiperparticular. Vienen de un ciclo de sequía muy fuerte, y eso ha hecho que tuvieran una fase de liquidación, principalmente con faena de hembras que hizo bajar los stocks a los niveles más bajos de las últimas 7 décadas. Ellos están ingresando a un proceso de retención, pero no logran hacerlo de una forma rápida, porque por una situación climática no pueden tener a todo ese ganado produciendo, se están mandando muchas hembras a feedlot, si uno ve los ratios, la cantidad de hembras encerradas ha crecido. Esta situación hipoteca la oferta de carne para los próximos años, durante 2025 vamos a tener precios altos porque va a haber poca carne, y hay quienes opinan que se puede alargar aún más esta situación. Tenemos niveles de precios que no se veían desde 2012, a pesar de la oferta de Brasil que es muy fuerte.

—¿Cuál es la principal oportunidad que brinda Estados Unidos, colocar la carne en ese mercado o buscar los espacios que puede dejar en otros mercados?

—Son las dos cosas, Uruguay exportó clásicamente a Estados Unidos bloques de carne para picar, carne magra y carne orgánica, que es un nicho de mercado muy importante, pero hoy, con productos de más valor terminados a grano, Estados Unidos está demandando y empiezan a dar los precios. Era impensable venderle un corte de grano a ellos, porque son quienes los producen. Por otra parte, en las exportaciones de Estados Unidos a Europa y China, al tener poca oferta, nos ayuda a nosotros también. O sea que por los dos lados su baja de producción nos ha venido bastante bien.

—¿Actualmente el mejor negocio está en China o en Estados Unidos pagando el arancel del 26,4%?

—Eso se ha estado moviendo, las últimas subas en China han puesto en jaque a algunos cortes que se exportaban fuera de cuota a Estados Unidos, como los cortes de la rueda, que venían dando, pero la suba de entre US$ 200 y US$ 300 que tuvo el país asiático. En lo que es bloques y carne orgánica siguen sirviendo incluso fuera de cuota. Sin dudas que dentro de cuota todo, todo lo pueda se va a exportar, pero hoy tenemos una proporción muy alta de la exportación a Estados Unidos por fuera de cuota, y es algo que se da únicamente en años como este que los valores son muy interesantes.

—En el caso de Europa ¿cómo ve al mercado que en términos de volumen no muestra grandes variaciones con respecto al año pasado?

—En volumen no, pero en precios este año Europa ha estado firme. El año pasado tuvo altibajos, con variaciones importantes dependiendo del momento, este año ha tenido más estabilidad y ha mantenido sus valores, nosotros lo atribuimos más a una cuestión de oferta y demanda. Argentina hoy es el que marca el precio del Hilton, y este año ha tenido una situación particular con una baja en la faena del 10%, y no solo eso, sino que también los equipos Kosher ingresaron tarde este año, y ese negocio siempre genera presión para tener oferta de Hilton, después vinieron los feriados, el invierno y menor producción, entonces esas dificultades hicieron que el precio del Hilton se mantenga así al menos hasta los embarques para fin de año.

—El mercado de Rusia supo ser de los más importantes para Uruguay, luego perdió terreno, en el 2023 se llevaban exportadas unas 600 toneladas, y este año creció hasta superar las 11.000, ¿cómo se ve ese mercado?

—Rusia mejoró, y a su vez es parte de lo que hablamos hoy, el hecho de que China en algunos cortes haya bajado el precio que pagaba anteriormente, abrió las puertas a otros mercados, entre ellos Rusia, para cortes de la rueda, bloques y algunas menudencias. Eso es lo que pasa este año, Uruguay reduce su participación en China cerca de un 30%, y no todo va para Estados Unidos, hay otras alternativas que son atractivas, Rusia es una de ellas, Medio Oriente, el sudeste asiático y algunos mercados de la región, que han hecho que Uruguay hoy tenga un portafolio más diversificado y más saludable a la hora de exportar carne, y creo que va a seguir así por lo menos por este año y el que viene.

—¿A los mercados del sudeste asiático cómo los observa?

—Sin dudas es una gran oportunidad, hay una concentración de población fuerte. Nosotros estamos acostumbrados a hablar de China, pero todo el barrio de la vuelta, son un montón de consumidores más. Tengo grandes expectativas con Filipinas, ya Brasil lo utiliza y exporta incluso a valores mejores que en China, también tengo expectativas con Malasia e Indonesia, habrá que ver que pasa con el Halal. Todo lo que son los mercados de esa región son un debe de nuestro país, tienen un potencial enorme ya consumen carne de Australia y Brasil, nosotros podemos ir a competir con productos de buena calidad, por suerte estamos avanzando en ese sentido.

¿Qué futuro visualiza para la carne que tenga algún tipo de atributos en materia ambiental?

—Uruguay es un pionero en las certificaciones de procesos, particularmente en carne orgánica, hace más de 20 años que Uruguay lo realiza, los frigoríficos Pul y Tacuarembó, hoy Minerva y Marfrig, fueron los primeros en hacerlo, hoy ya tenemos mucho más plantas certificadas, entre unos 6 y 7 frigoríficos que lo están haciendo. Cuando arrancó este proceso era pensando en Europa, pero la realidad es que el mercado en el mundo para este tipo de carnes es Estados Unidos, porque a su consumidor le interesa tener la seguridad de que se cumplen con los procesos y los protocolos en la producción, y eso son atributos que no todos los mercados lo buscan, no conozco vender carne orgánica a China, porque esto es algo que solamente se da en mercados maduros, con un alto nivel de capacidad económica en la compra. Esto no solo pasa con carne orgánico, sino también que en otros atributos, como carbono neutro, bienestar animal, regenerativo, son un montón de cosas hacia las cuales el mundo va. Normalmente son consumidores que se preocupan por diferentes aspectos, eso pasa en Estados Unidos, en Europa aún no hemos tenido mucho éxito con orgánico, pero probablemente sean otros los atributos que se empiecen a valorizar.