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Seis países de la Unión Europea defienden las ayudas agrarias

Francia, Portugal, Irlanda, Finlandia, Grecia y España piden “una PAC fuerte” para la UE.

A reaper harvests a field of wheat in Orezu
A reaper harvests a field of wheat in Orezu, southeastern Romania, July 2, 2014. Romania's 2014 wheat crop rose to a record 7.4 million tonnes from 7.3 million a year earlier while a rapeseed crop of 1.1 million tonnes marked a 44-year high, the agriculture ministry said on Monday as it gears up for robust maize and sunflower harvests. In the past couple of years, Romania has emerged as a major grains exporter to Egypt, the world's biggest wheat importer, together with Black Sea producers Russia and Ukraine. Picture taken July 2, 2014. REUTERS/Bogdan Cristel (ROMANIA - Tags: AGRICULTURE BUSINESS) ROMANIA-GRAINS/
BOGDAN CRISTEL/REUTERS

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El País de Madrid | Seis países de la Unión Europea han suscrito una declaración por la que lamentan la propuesta de la Comisión de reducir el presupuesto para la Política Agrícola Común (PAC). Solicitan un aumento de dicho presupuesto para responder de esa forma a los retos económicos, medioambientales, del cambio climático y sanitarios tanto en las asignaciones de las ayudas directas como para el desarrollo rural.

El documento, que ha sido impulsado por los ministros de Agricultura de Francia, Portugal, Irlanda, Finlandia, Grecia y España, se halla abierto a la incorporación de otros Estados miembros.

Los ministros de los seis países coinciden en destacar la importancia de una PAC fuerte y con recursos para asegurar la viabilidad de las explotaciones comunitarias por el peso importante de las ayudas en el sostenimiento de los niveles de rentas de agricultores y ganaderos, por su importancia para los consumidores al disponer de una alimentación de calidad y segura a precios razonables, así como por su papel para el sostenimiento del medio rural.

Se oponen a que se ponga en peligro una PAC que ha sido un pilar fundamental en la construcción europea y más en este momento cuando el sector agrario debe hacer frente a nuevos desafíos. La propuesta inicial de la Comisión para el nuevo marco financiero de la UE entre 2021 y 2027, contempla una aportación de los Estados miembros del 1,11% de su PIB frente al 1,03% que se aplicó en el periodo anterior y al 1,3% que se demandaba desde las organizaciones agrarias.

En base a las disponibilidades previstas en ese nuevo marco financiero, consecuencia también del agujero de unos 12.000 millones de euros que ha supuesto la salida del Reino Unido y la decisión comunitaria de destinar más fondos a otras actuaciones como la seguridad, la defensa, la innovación, los jóvenes o el empleo, los fondos para la PAC se reducirían globalmente en un 5% en moneda corriente pasando a suponer solamente el 30% de los gastos comunitarios frente al 37% actual y más del 50% que significaban hace dos décadas. En el periodo de 2014 a 2020, el presupuesto fue de 286.451 millones para mercados y ayudas directas y otros 94.382 para desarrollo rural.

España es hasta el momento uno de los países más beneficiados de estos fondos, que representaban aproximadamente el 70% del último marco financiero plurianual de la UE.

Ante un previsible ajuste de los fondos, en principio se habría descartado una política de cofinanciación con los Estados miembros en las ayudas directas. Sin embargo, desde la propia Comisión, en los proyectos de reglamento sobre la reforma de la PAC ya se han marcado algunas líneas para una mejor distribución de los mismos. En estos destaca la posibilidad de establecer un techo de 60.000 euros por petición y además, reforzar las condiciones que deben reunir los considerados activos, es decir, personas que además de tener una actividad real, sean lo que se denomina agricultores genuinos porque viven de la agricultura o la ganadería.

El comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, el irlandés Phil Hogan, ha destacado que se van a dedicar 10.000 millones de euros para la investigación y la innovación en la agricultura, el desarrollo rural y la bioeconomía, una "señal muy importante" que muestra que la UE "está modernizando su política agraria", sostuvo.

Guillermo Crampet

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