En algo menos de 2 horas y 30 minutos se desarrolló el clásico de la Asociación Agropecuaria de Dolores, “Protagonistas del Agro”, en su segunda edición de este año. Con la moderación de Martín Olaverry, y la participación de Jorge Jourdan, expresidente de Banco Santander, Tomás Molina, productor agrícola y José Álvarez o “Bumper Crop” en sus redes sociales, transcurrió de forma muy amena la actividad, bajó la atención de un auditorio lleno, como es habitual.
Posterior a la bienvenida que dio el presidente de la gremial, Enrique Carlos Oyharzábal, y de la presentación de cada uno de los Protagonistas del Agro, Tomás Molina, o “Tomacito”, como es conocido, fue quien dio el puntapié inicial, el reconocido productor agrícola sostuvo que detrás del empresario agrícola hay una persona “casera y familiera” que le gustaría ser recordado “como un buen loco”, “alguien que siempre está, un andador de la vida y estudioso de todo, esto me ha llevado a recorrer un montón de caminos con la confianza y honestidad como base”.
Molina recordó que siendo muy joven perdió a sus padres, “me faltó tiempo para compartir cosas con ellos, mi padre me enseñó a madrugar y laburar; mi vieja fue quien me puso los valores arriba de la mesa todos los días. Eternamente agradecido a los dos”.
José Álvarez, o “Bumper Crop”, como es conocido en las redes sociales, por compartir contenido relacionado al sector agro, y tiene más de 140.000 seguidores en su cuenta de X, es agricultor en Argentina y Estados Unidos. Pero antes de ser productor e influencer, es hijo de españoles, que llegaron a América, luego de que su padre estuviera en el Guerra Civil Española, “él fue una persona que por 9 años durmió en el suelo, y cuando volvió fue al campo, porque la familia siempre fue del campo”.
Sobre su cuenta de X, contó que lo que tiene “es una dosis de sentido común, y hace reflexionar a otros, sobre que no hay que dar nada por sentado cuando uno se sale de un determinado camino”.
El último Protagonista en empezar a darse a conocer fue Jorge Jourdan, quien fue presidente de Banco Santander, y actualmente se desempeña como empresario dentro del agro, se definió a sí mismo como “una persona absolutamente normal, que tiene como vocación hacer las cosas lo mejor posible, para la mayor cantidad de gente posible, tanto en lo personal, como en lo profesional”.
Consultado sobre su familia, enfáticamente dijo que es “lo máximo, es una familia unida, interrelacionada, que tira para adelante de la carreta de la misma forma, y que los reproches son profesionales, pero nunca personales”.
INICIOS. Jourdan nació en Colonia Valdense, pueblo de inmigrantes piamonteses, donde vivió hasta los 17 años, “hice una vida normal de pueblo, hasta que me fui al fin del mundo a estudiar, Montevideo”, comentó recordando su vida en aquellos años. “Aprendí una primera lesión, que fue vivir en soledad”.
Molina, en parte de sus inicios se vio reflejado en la historia de Jourdan, “para seguir estudiando había que emigrar”, aunque finalmente no lo hizo, y optó por una “universidad paralela”. Álvarez, desde que iba a la primaria ya tenía decidido hacer agronomía, “y nunca analicé otra alternativa, contaba los años para llegar a la universidad y poder hacer lo que quería”.
Luego de haber tenido algunas experiencias laborales, Jourdan tuvo su primer acercamiento al mundo de los bancos, ingresando como auxiliar de comercio exterior en exportaciones en Bancos del Litoral Asociados, “ahí pasé por todas las teclas del piano”.
Y aunque fue el primer echado del banco por ser demasiado “sincero”, a los pocos días lo fueron a buscar a su casa, “me puse la corbata, el saco, volví y acá estamos”, recordó.
El inicio laboral que marca a Tomás Molina, “es que un día mi viejo se acuesta bien, y al otro día amanece con una hemiplejia, entonces ese día yo tenía que abrazar a lo que viniera. Ahí la vida se me puso patas arriba, porque a los pocos meses mi mamá también estaba enferma”.
La incursión de “Bumper Crop” en Estados Unidos, se dio con un conocimiento previo de la realidad productiva de ese país, sobre el cual considera que es el más parecido a Argentina, “analicé varios países para invertir, aunque obviamente sin vender nada de lo que tenía en Argentina, hay muchas cosas muy parecidas”.
JUBILACIÓN. Fue uno de los temas tratados, el pensar en el día después de dejar la actividad, “yo no me voy a jubilar nunca, jamás pensé en dejar de trabajar y lo sigo pensando”, afirmó Jourdan, por su parte “Tomacito” con sus 56 años no se puede ver a sí mismo afuera de la actividad, “quizás quiera convertirme en un farmer, pero no más que eso”. “La ventaja de vivir en Argentina es que de la jubilación no te tenes que preocupar”, ironizó Álvarez que también indicó que cree que va a trabajar siempre.
“Quiero hacer un comentario, sin meterme en temas políticos: todos pensemos muy bien lo que vamos a hacer en octubre, porque él (José Álvarez), es un vecino que nos puede contar que es lo que pasa en Argentina, y si acá pasa quizás algunos no se puedan jubilar”, expresó Jourdan.
CRECIMIENTO. Debido a haberse formado en una época donde los profesionales no abundaban, ser Contador, lo ayudó a Jourdan a llegar rápidamente a la gerencia de Banco Santander, “pero yo me dedicaba a la parte de administración, contabilidad y toda la red de sucursales”, ahí conoció al presidente del Banco, lo cual fue un cambio sustancial, ya que incluso se reunió con él en España y se ganó una fuerte confianza, debido a la sinceridad que le transmitió en todo momento.
“Lo que es Banco Santander hoy, se lo debemos a él (Emilio Botín, presidente de Santander desde el 1950 al 1986), fue una persona que tomó decisiones muy importantes en momentos muy difíciles, y me apoyó 100% en algunas cosas”, contó el hoy productor agropecuario.
CRISIS. “En el caso de los agricultores, lo primero que se me ocurre decir es que ya estábamos acostumbrados a vivir en crisis, en la década del 90 el merito que tenemos es sobrevivir, entonces en esa nueva crisis, solo fue un momento un poco más difícil de lo que ya veníamos viviendo”, expresó Molina, que además agregó que la crisis del agro arrancó en el año 1997, “y lo manejé igual que hoy, tratando de no dejar por el camino ninguna monedita que el negocio normalmente deja, no había una receta establecida”.
Por su parte, para Argentina, la década del 90 fue de explosión, “unificar el tipo de cambio y sacar las retenciones, hizo que pasáramos de 32 millones de toneladas de los principales cultivos a 64 millones de toneladas en 10 años”. El agro en Argentina continúa teniendo un rol fundamental en el ingreso de divisas, “nosotros en agro somos un gigante dormido, y gran parte del crecimiento de Paraguay y Brasil se explica entre otras cosas por el espacio que dejó Argentina, y nosotros no tuvimos invasiones ni nada de eso, el problema es que hay mucha gente que cree que tiene derecho a vivir sin trabajar y a expensas de otros”, comentó Álvarez.
2002. A pesar de ser una persona formada profesionalmente, no existe un manual para hacerle frente a una situación de crisis, “lo primero que hicimos fue juntarnos y bajar la pelota al piso, se empezó a estructurar un plan, estuvimos casi 4 días sin salir del Banco Central, porque afuera la gente quería soluciones”, sostuvo Jourdan, que además destacó la fidelidad del cliente uruguayo, que no fue corriendo a sacar el dinero, “pero teníamos un problema, la mitad del dinero era de uruguayo y la otra mitad de Argentinos, que venían a llevarse todo, la situación se volvió incontrolable”.
En un nuevo viaje a España, Jourdan se volvió a reunir con el presidente de Santander, pidiéndole que ejecute un plan con el cual se pueda salvar al banco en nuestro país, allí pidió US$ 100 millones en Nueva York “y que me saque a todos los que me están molestando, necesito a uno que llame y me de la plata, no puedo perder 8 horas negociando por la plata”. Con el plan presentando al banco le costarían unos US$ 66 millones, pero finalmente costó menos.
“Volví a Uruguay y la historia es sabida, sabemos donde está el banco hoy, hicimos compras que siempre tuvieron el apoyo del presidente”, recalcó.
Como cierre, Jourdan recordó que desde el banco “todo el equipo trabajó de forma mancomunada, y salimos, devolvimos el 100% de los depósitos, y no tuvimos ningún día cerrado. Hubo muchos bancos del sistema que cuando empezó a llover pidieron que les devuelvan el paraguas, y ellos después terminaron siendo grandes clientes de nuestro banco, porque las apoyamos”.