Luz y temperatura. Esto es fundamentalmente lo que necesitan las chacras de arroz en Uruguay en esta época del año, debido a su ciclo productivo y sus requerimientos.
Por este motivo, un verano como el que se ha presentado aparece como más desafiante para el cereal, debido a que las complicaciones no se presentan expresamente por las lluvias frecuentes, sino porque este clima suele entregar días más nublados y en muchos casos temperaturas que no nos hacen acordar, por ejemplo, al verano pasado.
La zafra anterior, precisamente, fue récord en rendimiento por hectárea ya que el sector arrocero nacional disfrutó de las altas temperaturas y muchas horas de luz por día, y todo esto considerado bajo la certeza de tener agua en las represas para completar el riego.
Si bien falta todavía para que la planta se aproxime a la etapa final del cultivo, sería ideal que las semanas que restan de enero y de febrero el clima se presente con temperaturas similares al verano anterior, y sobre todo la luz solar presente en la mayor cantidad de horas al día.
SUPERFICIE.
El panorama del sector arrocero por precios, costos y rendimientos del año pasado, marcaba que se podía esperar un crecimiento en la superficie.
La primera limitante para esta expectativa de siembra fue que las represas no lograron llenarse, pagando con algunos meses de retraso las consecuencias de la feroz sequía del verano pasado.
Tal es el caso por ejemplo de las represas de Corrales e India Muerta, dos de las más importantes del país, que no lograron completar su caudal y dejaron a muchos arroceros con la semilla en el galpón.
A eso se sumó otro ítem de importancia. Afortunadamente, casi un 80% de la siembra pudo completarse con éxito en el mes de octubre, que es fecha óptima de siembra, pero el porcentaje restante se dispersaría entre el mes de noviembre e incluso la primera quincena de diciembre, fechas que son extremadamente tardías.
Por esta razón, de las 160.085 hectáreas de intención de siembra que estableció la Asociación de Cultivadores de Arroz, se pudieron completar 148.629, lo que representa aproximadamente 10.000 hectáreas menos que en la campaña anterior.
La zona este, principal para el cultivo, nucleó el 66% de la siembra, al tiempo que la zona norte tuvo un 18% y el centro del país un 16%.
PRECIO.
La buena noticia para el sector pasa por los indicadores de precio, que marcaron US$ 13,50 para el precio provisorio de la campaña anterior, la cual ya está vendida en su totalidad, y se espera una mejora en el precio definitivo que se fijará en febrero o marzo.
Esta tónica se mantiene, impulsada por algunas complicaciones productivas en Sudamérica que pondrán menos arroz en el mercado y otras restricciones de países asiáticos que se sostienen.
Esta mejora de precio acompaña un leve ajuste a la baja en los costos de producción, lo cual da un mejor panorama de negocio.
