Los datos preliminares de existencias presentados por el Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG), muestran un rodeo de terneros a nivel país en el eje de 2.5 millones de cabezas, algo lejos de los 3 millones que se lograron en el 2020, pero esto se justifica entre otras cosas, porque los terneros presentados corresponden a los producidos durante la drástica sequía que afectó a todo el país.

Más allá de las actuales existencias, a través de los terneros, la cría ha tenido en los últimos años cierta solidez, con la exportación de ganado en pie marcándole un piso al valor del ternero, y dejando en el productor la duda sobre si castrar o no, en pro de buscar el mejor negocio para sí mismo. Esta corriente comercial, que tiene a Turquía como principal destino, este año también ha tenido una participación fuerte, dejando precios altos para el ternero en la zafra.

Ahora estamos ante un momento muy importante para que este sistema productivo continúe con firmeza, la reposición de los reproductores, los encargados de agregarle valor a la cadena a través de la genética, que en nuestro país es de punta.

En el siguiente informe, se recoge la situación de la cría, desde la óptica de cuatro actores en el negocio.

Fernando Fabini, es médico veterinario de profesión, y se dedica al negocio de la cría en Maldonado y Rocha, “el panorama de la cría no se aleja mucho del resto de la ganadería. Es un negocio muy duro, por supuesto que es rentable, pero tenemos que profesionalizarnos mucho, hoy en día tenemos mucha tecnología para aplicar”.

Fabini recalcó la necesidad de usar la tecnología, y saber cuál usar, dependiendo del momento del año y el tipo de predio que se tenga. “Para ser rentable en la cría tenes que hacer muy bien las cosas, si tenes una cría similar a como era hace 50 años, con pastoreo continuo y sin optimizar el campo natural, no es rentable, basta ver las rentabilidades de los criadores de Fucrea, y no se paga un renta con eso”.
En esta rentabilidad, el productor del este del país, apuntó a la valorización que tienen los campos, “hay campos que pagando una renta no se podría hacer cría, pero está la tecnología y ser muy buenos, tenemos que ser muy profesionales como empresarios”.
Sobre factores que han jugado a favor de los criadores, Fabini destacó a la exportación de ganado en pie y la cuota 481, “eso ha valorizado a los terneros, y nos ha salvado”, además agregó que a nivel de los productores “se debe de producir más terneros. Además, no llegamos a destetar el 70% de los terneros, porque la preñez no es el número final que tenemos que mirar, nosotros tenemos que sacar kilos de terneros por hectárea, y en esos números tenemos que mejorar”.

“Para que los terneros valgan tenemos que tener todas las salidas, la exportación en pie y la cuota 481, que ahí tenemos mucho desarrollo de feedlot, por lo cual vamos a tener demanda por terneros. El camino es aumentar la eficiencia de la cría”, expresó el productor.

“Estoy seguro de que podemos producir muchos más terneros”, aseveró.

En referencia al papel que juega la genética del reproductor, Fabini dijo que “es fundamental”, y que como criadores “tenemos que preocuparnos por el biotipo de animal que precisamos para cada establecimiento, y creo que ahí a los criadores nos falta profesionalismo, porque a nivel de cabañas hay gente que hace muy bien las cosas y también los que importan semen, que traen material de primera calidad. Uruguay se ha destacado mucho, y nosotros los criadores tenemos que saberlo utilizar”.

Profundizando en la importancia del biotipo, el productor ejemplificó explicando que si se tiene un campo de sierra, “no podes tener un toro de biotipo grande. En esas cosas tenemos que saber que comprar”.

Como conclusión, sobre la cantidad de terneros necesarios para comprar un toro, Fabini señaló que “cuanto más valga el ternero nos va a favorecer, nos facilita el acceso a los toros, la meta es tratar de negociar el menor precio posible los toros, y la cabaña va a querer hacerlos valer”.

Guzmán López, asesora y administra establecimientos en los departamentos de Tacuarembó y Durazno, en sistemas dedicados a la cría, negocio que según su óptica “ha tenido un buen año, porque hubo un buen régimen de lluvias”.

Para quienes pudieron capitalizar la cantidad de forraje “tuvieron un muy buen retorno y las vacas respondieron, las vacas les ganó. Bajo ese concepto, el negocio de la cría es un negocio bueno y seguro, quizás no tiene muchos dígitos de rentabilidad, pero también se basa en mucha pasión y vocación, que quizás no lo tiene otro negocio más rentable”.

En su caso, López que administra y gerencia el campo de un amigo en conjunto con él, “acá hacemos mucha inseminación a tiempo fijo, entonces en un período relativamente corto de tiempo, una alta cantidad de terneros con muy buena tasa de preñez, y terneros de buena calidad, que son nacidos temprano”.

Durante el año 2023, la cría tuvo una válvula de escapa que ayudó a ponerle un piso al precio de los terneros, fue la exportación de ganado en pie, que se volvió a impulsar luego de un 2022 bastante chato, y la dinámica exportadora ha continuado durante este año, “ha tenido un rol fundamental porque le ha dado más certezas al criador, que siempre estaba atado al momento del destete, y teniendo otro jugador para salida, te da un piso en valores y certeza en colocar la producción”, comentó López.

Ante este incentivo, la cría viene dando respuestas: “cada vez tenemos más terneros en Uruguay, y hay más eficiencia. En este establecimiento que estoy trabajando, le estamos dando de comer a la vaca en base a pasturas naturales, donde cada vez se ven más rotaciones de ganado, llevándole el agua a la vaca.

Mirando a la reposición de reproductores, para continuar fortaleciendo al motor productivo de la ganadería, López señaló que “siempre es fundamental el punto de vista de un veterinario, es muy importante que uno lleve un animal que preñe, y tiene que ser revisado por un especialista, para no llevar a un animal a pasear a la vuelta de las vacas”.

“El reproductor tiene que estar probado y evaluado, como punto número uno”, indicó el veterinario de profesión, que además agregó que otros elementos a tener en cuenta son la circunferencia escrotal y que sea un frame siempre moderado, “no queremos un animal extremadamente grande, sí profundo”.

“Después cada establecimiento tiene su propio programa de selección, que empieza por la raza, porque no todos comparten los mismos gustos”, señaló.

Teniendo en cuenta que la relación de 10 terneros para comprar un toro, ha enfrentado cambios hacia abajo, el López destacó que existe una oferta importante de toros, “eso le va a ayudar al productor a elevar su mira”.

Jaime Gómes de Freitas, es productor en el departamento de Durazno, y además tiene una fuerte actividad desde el punto de vista gremial. Sobre el negocio de la cría, indicó que hay dos formas de verlo, una positiva, y la otra, con cierto tinte negativo.

“La sensación térmica de los productores sobre la cría, es relativamente favorable, el ganado en dólares está en buenos precios, en especial el ternero, que ha tenido un año favorable en relación al gordo. Hay como una sensación de que la cría es un buen negocio”, detalló el productor duraznense, que también destacó el escape que existe para los terneros enteros a través de la exportación de ganado en pie.

Desde el punto de viste con un tinte negativo, Gómes de Freitas sostuvo que se lo aprecié analizando los temas de la microeconomía, “cuando pasamos los precios a pesos contantes no son tan buenos, estamos dentro de los promedios históricos, y tenemos costos más altos debido al atraso cambiario”.

Además, hizo énfasis en un aspecto de los sistemas criadores que se diferencian de la invernada y de los ciclos completos, “se venden más kilos de hembras que de machos, y el kilo de hembra siempre valen menos que el macho, entonces aunque la cría esté vendiendo terneros que valen un 20% que el novillo gordo, se termina vendiendo más hembras”.

Pensando en la comercialización de los terneros en la zafra 2025, Gómes de Freitas indicó que se necesita de una exportación en pie activa, de que reaccione el mercado interno y ver el comportamiento de un posible año Niña.

“Uno no puede hacer malabarismos pronosticando cosas, porque no se sabe como va a ser el clima a nivel interno, ni como va a estar demandando la exportación en pie”, señaló.

En la selección a realizar en el momento de adquirir un reproductor, “es muy importante, porque es lo que va quedando, la genética es el único aspecto acumulativo a lo largo de los años. Hoy tenemos un mundo de información desde que están los DEP, que nos permiten trabajar de una forma muy ubicada para saber hacia donde vamos”.

En algunos aspectos, como la alimentación del ganado, “si uno afloja, puede retroceder en la escalera, pero en la genética si se para por algún motivo, no se baja de escalón, y cuando se pueda retomar la inversión, se seguirá para adelante. Si bien no tiene una repercusión inmediata, es de las cosas que tienen un efecto acumulativo en el largo plazo muy importante”, expresó Gómes de Freitas.

Sobre la relación de 10 terneros para comprar un toro, que este año ha cambiado, el productor dijo que “estamos por debajo por la escasez que tuvimos de terneros por la seca, y la demanda adicional de los turcos, quedó una relación desfasada con el gordo, y lo mismo con los toros”.

Alfonso Tucci, administra un establecimiento familiar en el noreste del departamento de Salto, sobre el negocio de la cría sostuvo que “venimos de un par de años bastante atípicos, primero con lo que fue el año de la seca y después un año con una primavera verano espectacular, con muy buen porcentaje de preñez”.

En cuanto a valores, el criador salteño destacó que “el precio del ternero se ha mantenido bastante bien, y eso le permitió a muchos productores vender terneros al destete. A su vez, sumado a que este otoño fue extremadamente complicado para la implantación de pasturas, las comidas que estaban previstas se atrasaron, pero con los buenos precios que había no fue mal negocio desprenderse de los terneros”.

Sobre la importancia que ha tenido la exportación de ganado en pie, Tucci comentó que “ayuda mucho a que haya más demanda, y colabora con el negocio del ternero entero, que es una gran salida, que tiene un sobreprecio, que en definitiva es tomar la decisión de castrar o no castrar”.

Proyectando a la zafra de terneros del 2025, que tendrá una oferta muy importante en volumen debido al porcentaje récord de preñez, la decisión de castrarlos o no “es bastante personal, algunos productores ya tienen una línea de venta bastante posicionada, y prefieren comercializar a nivel interno el ternero castrado, en contrapartida, es muy tentador el negocio del entero”, mencionó el administrador salteño, que agregó sobre el mercado del entero que “llega hasta determinado punto y luego se termina, y si te quedas con el ternero entero y no lo comercializas, se puede castrar siempre, pero podes tener complejidades”.

Para que la cría continúe con su nivel productivo, el productor salteño hizo énfasis en la importancia de la reposición de toros, “lo primero es conocer el ambiente en el que van a trabajar, las condiciones que uno le va a dar durante el entore y posterior al mismo, y después cada uno tiene su gusto por determinadas líneas y razas. También es importante mantener un rodeo de cría ordenado, y en buen estado corporal, y en caso de no poder hacerlo, hay muchas medidas de manejo que te posibilitan que las vacas lleguen a un buen estado reproductivo”.

Con tanta vaca preñada en este año, “siempre hay necesidad de reponer toros, porque se va a entorar bastante ganado, porque esa vaca que se preña, sigue en el ciclo de la cría, entonces va a haber mucha vaca para entorar. Por más que el año haya sido bueno, a veces cuesta mantener el estado de los toros, y que lleguen en buen estado a la fecha de entore, y se opta por comprar genética de afuera”.

Tucci, concluyó indicando que “se está en un buen momento para reponer toros, hoy el promedio de un toro está por debajo de los 10 terneros, aunque hay remates de punta por encima”