Pedro Otegui. Director de Lanas Trinidad.
1) ¿Cómo evalúa el momento actual del rubro ovino en general?
- Para la lana hay dos tipos de mercado: el de la fina y el de la no fina. En el mercado de la lana fina en general, a pesar de la pandemia, se continuó con buen ritmo de actividad en el mundo, donde se siguió con las ventas. No hay stocks y continuaron los precios de razonables a buenos. Sin embargo, para las lanas cruzas gruesas o gruesas estamos en una zona de pantano. El gran comprador de lana fina ha sido Europa y a pesar de la pandemia continuó demandando en un buen volumen. En materia de ovinos, a pesar de la situación caótica de Rusia y Ucrania, siguió tirando del carro. En los últimos meses de 2022, luego de las vacaciones del hemisferio norte, Europa bajó el ritmo de compras pero se mantuvo bien de todos modos, y la buena noticia es que las restricciones por Covid en China se van terminando, mercado que fue el gran ausente para casi toda Sudamérica. A Uruguay le pegó duro, China no compraba un kilo de lana ni lavada ni peinada, solamente algo de lana sucia. El gran ausente para las lanas medias y gruesas ha sido precisamente ese mercado. La buena noticia es que en enero de 2023, luego del feriado del año nuevo chino, el gobierno cambió la estrategia frente a la pandemia, dando libre circulación y más movilidad a la gente en el período de vacaciones, y esperamos que este sea el puntapié inicial para que tengamos en los próximos meses un mercado más presente y constante.
2) ¿Cómo evalúa la situación para la lana, a nivel de demanda y de mercados?
- En la familia del fino, sea Merino, Dohne Merino o Ideal se respira un aire de muchas ganas para aumentar la producción de lana. Del otro lado, el que está con lanas Corriedale y no ha podido vender su producción ve con otro ánimo. La coyuntura puntual de la sequía muestra que en momentos duros la oveja es 4x4. Puede haber distintas lecturas o señales, pero la vuelta a la cancha de China es importante. Los desafíos de Uruguay como país son de seguir abriendo mercados y ser un país competitivo. Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile producen cosas muy parecidas: carne, granos, lana, forestación… Pero Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile tienen acuerdos comerciales con casi todo el mundo y las zonas de TLC. Aquí en el sur, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, además de ser amigos somos grandes competidores, y es más difícil. Australia o Sudáfrica están mejor ubicados y tienen mejor logística para llegar a China, Japón o la propia India. Creo que hay que insistir con el acceso a mercados, además viendo las montañas de dólares que se pagan de aranceles.
3) ¿Qué espera para el 2023 y cuáles considera que son los principales desafíos para la lana?
- Aquí es importante el valor de la lana como fibra natural: hoy vivimos un momento donde el consumidor, en especial el europeo y americano, cuidan mucho y miran las fibras naturales, las relaciones laborales, la contaminación del medio ambiente… La lana como fibra natural tiene un mercado para la gente que llama a las cosas por su nombre. Para 2050 el mundo va a tener casi 2.000 millones de personas más, y cada año aumenta la cantidad de gente que precisa alimentos, vestimenta o textiles asociados a su modo de vida.