Después de un año complicado como el 2023, donde se pagaron las consecuencias de la sequía, la vendimia del presente año marcó una recuperación para la producción de uva en Uruguay.
"Fue una vendimia un poco rara: comenzó muy bien, sobre la mitad hubo muchas lluvias y después se acomodó, pero lo bueno es que esa lluvia no trajo consecuencias negativas, salió una buena cosecha", sostuvo Ricardo Cabrera, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI). Sobre la producción, se cosecharon 90 millones de kilos de uva, que determinan unos 67,5 millones de litros de vino, a confirmar en la declaración jurada del próximo 30 de junio. En Uruguay hay aproximadamente 6.000 hectáreas de uva.
"Veníamos de una cosecha baja con respecto a la sequía de 2022, pero nos volvimos a acostumbrar a una vendimia normal en Uruguay, donde llueve algo en el principio, en la mitad o en el final, y esperamos tener una buena producción y vinos de calidad", dijo Cabrera. Los años con menor cantidad de lluvias son mejores para la cosecha, porque "a menos cantidad de kilos, mayor calidad de la uva de la planta". De todos modos, el déficit hídrico registrado en 2022 y 2023 fue exagerado y por ese motivo, tuvo sus daños la zafra pasada.
En general, las vendimias comienzan a finales de enero, con algunas uvas de mesa que incluso comienzan a cosecharse en el mes de diciembre. "Este año los trabajos comenzaron a fines de enero o principios de febrero, y terminamos a fines de marzo o principios de abril, pero al no haber lluvias los productores y bodegueros se pusieron de acuerdo en extender la recolección para que la uva madure mejor, por eso fue una vendimia larga", expresó el presidente de INAVI.
En los primeros tres meses del año, se duplicaron las exportaciones frente al mismo período del año anterior. "Estamos trabajando muy fuerte desde INAVI con el comercio exterior para mostrar todos los vinos al mundo. Se hicieron muchas actividades desde principio de año hasta hoy: fuimos a Polonia, a Reino Unido, a una feria en Düsseldorf, se hizo una muestra importante hace una semana en Paraguay, en Brasil, la semana del cordero y el Tannat", dijo, enumerando las actividades. "La calidad del vino uruguayo amerita seguir trabajando, creciendo y mostrándolo al mundo", añadió.
Vinos sin alcohol. Comenzaron a importarse las primeras partidas de vino sin alcohol. Hay una empresa que ya la tiene a la venta, sumado a otra que está a punto de liberar sus variedades para el comercio. "Es un producto pensado por el alcohol cero para conducir, para embarazadas y para gente que tiene inconvenientes de salud con el alcohol", estableció el presidente de INAVI.
Las primeras partidas son importadas, pero hay posibilidades de traer equipamiento tecnológico y que las bodegas nacionales lo hagan. "Podría ser un gran suceso", cerró Cabrera.