El médico veterinario Juan Domenech, asesor de corrales, se refirió al aspecto sanitario en los encierros, en particular al -problema de la garrapata. “Los corrales en sí no hacen ningún tratamiento, porque la garrapata no vive en los corrales; una vez que baja del animal, ya se corta el ciclo”, explicó en diálogo con Valor Agregado de radio Carve.

Domenech señaló que el principal drama asociado a la garrapata en los corrales no es el parásito en sí, sino la enfermedad que transmite: el anaplasma. “Cuando se da un caso, el tratamiento que se aplica tiene un tiempo de espera que no supera los 40 días. Además, se realiza una sanidad de ingreso con vacunas cuyo período de espera no supera los 60 días, y después no se hace nada más”, detalló.

Advirtió, sin embargo, que el problema puede originarse en los animales que ingresan al corral. “El riesgo está en lo que se recibe, por lo que se aplicó en el campo. Ahí hay un tema de mucha confianza con los productores, y ellos tienen que ser conscientes”, apuntó.

El veterinario agregó que Uruguay mantiene controles sanitarios rigurosos: “Acá se hacen controles, y seguro que más que en países vecinos. No creo que seamos los malos de la película por el hecho de que haya saltado algo”.

Respecto al desempeño de los productores, Domenech sostuvo que “más allá de los casos registrados en China, en la mayoría de las situaciones se actúa con conciencia”.

Finalmente, aclaró que la presencia del parásito no afecta el funcionamiento del corral. “Que los animales tengan garrapata no me va a afectar dentro del corral; no tengo miedo de que lleguen animales con garrapata, aunque con esto no quiero generar polémica”, concluyó.