Luego que se generaran problemas con envíos a Estados Unidos.
Pablo Antúnez.
Las ventas de garrapaticidas y mosquicidas cuyo principio activo es el ethion “son muy bajas o casi nulas”, según confirmó a El País el presidente de la Cámara de Especialidades Veterinarias, José Mantero.
El ethion es un organofosforado que se utiliza en varios productos veterinarios registrados ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para controlar garrapata y mosca de los cuernos, pero en 2016 se detectaron trazas del producto en algunos contenedores con carne que se enviaron a Estados Unidos, país que no tiene autorizado el uso de ethion, poniendo en riesgo ese mercado.
Tras la detección de residuos, producto de que no se respetaron los tiempos de espera tras los tratamientos y se enviaron los ganados a faena, se generó una gran discusión que llevó al MGAP a prohibir temporalmente el uso y la fabricación de productos con ese principio activo.
En paralelo, la Cámara de Especialidades Veterinarias, junto con el Programa de Residuos Biológicos del MGAP, llevó adelante nuevas pruebas para determinar los tiempos reales en que no aparecían trazas de ethion en todos los tejidos del animal. El nuevo tiempo de espera antes de mandar el animal a faena aplicado el último tratamiento, es de 130 días. Se hicieron tres tratamientos en un mismo animal y se realizaron siete faenas con distintos plazos, hasta dar con el que no dejaba rastros en ningún tejido.
Posteriormente, la secretaría de Estado liberó el uso del producto con algunas condiciones: solo para tratamientos de aspersión e inmersión en predios en saneamiento. Previo a la prohibición, el uso y la venta de ethion era libre.
Tras la resolución del MGAP autorizando nuevamente a usar el producto y reglamentando las condiciones, se debe informar a la autoridad sanitaria el destino que le dará al ethion el establecimiento que lo usará y presentar un plan de uso ante la oficina regional de la División Sanidad Animal. Esa oficina, mediante un documento, autoriza y certifica la compra en los diferentes comercios.
A su vez, los garrapaticidas y mosquicidas en base a ethion están inmersos dentro del Programa de Fármaco Vigilancia, en donde para comprar el fármaco hay que registrar los números de Dicose (número de establecimiento). El Plan de Uso debe ser presentado por un veterinario que previamente se acreditó ante el MGAP y que participó de la capacitación previa. De todos los principios activos que conforman los fármacos utilizados para controlar garrapata y mosca de los cuernos, el ethion es el que demanda más pasos previos para comprarlo y usarlo. A los productores les es más engorroso tener que cumplir con toda la normativa. Contrariamente, si utiliza otros principios activos con los mismos fines terapéuticos, le resulta más fácil.
Desinformación.
Mantero reconoció también que “hay desinformación en cuanto a lo que implican esos pasos. Hacer el plan de uso del ethion no tiene complicaciones” y aclaró que “no hay interdicción del establecimiento, como mucha gente piensa”.
Según su visión, “se trata de concientizar al que va a usar el producto y saber cómo lo va a aplicar en su establecimiento, sobre qué categorías de hacienda y durante qué tiempo”. Tener ese mayor control, posibilita evitar nuevos dolores de cabeza en los mercados de alimentos a los que llegan productos uruguayos de origen animal.
El presidente de la Cámara de Especialidades Veterinarias también analizó el funcionamiento del Sistema de Fármaco Vigilancia, desarrollado con tecnología creada por los técnicos del Sistema Nacional de Información Ganadera -que garantiza la base de la trazabilidad obligatoria del rodeo bovino que aplica Uruguay-, puesto en marcha el año pasado. En principio viene controlando sólo garrapaticidas y mosquicidas, pero apunta también al control de antibióticos en un segundo paso, que seguramente se dará este año.
“El sistema está siendo una herramienta útil”, afirmó Mantero. Mediante su uso se controla la venta de esos específicos veterinarios y es fundamental la inclusión de los antibióticos, un requisito planteado por más de una misión sanitaria de la Unión Europea que llegó para auditar la cadena cárnica uruguaya.
“Todavía no hay fecha para comenzar a controlar antibióticos”, adelantó Mantero o al menos las empresas fabricantes, importadoras y expendedoras de esos productos, no fueron notificadas por la secretaría de Estado.
“Se va a empezar a trabajar para ver cuáles son los antibióticos que se abarque en esta etapa. Eso es lo que se está viendo”, explicó el presidente de la Cámara de Especialidades Veterinarias.
Si bien en Uruguay se utilizan varios antibióticos, en ganadería hay algunos que se utilizan más que otros e incluso algunos que no se usan.
Pero Mantero consideró que más allá de las ventajas que tiene este sistema, el ingreso ilegal de específicos no lo frena el Sistema de Fármaco Vigilancia que está vigente, porque los productos ilegales que entran a Uruguay y pueden ser usados en ciertos establecimientos, no pasan por el sistema. Es más, esos productos evaden todos los controles y en años donde la diferencia cambiaria con Brasil era más amplia, se hacían notar en la frontera.
El empresario exhortó a los productores a que sean conscientes del riesgo y los problemas que pueden causar el uso de específicos veterinarios ingresados ilegalmente desde países limítrofes, donde las formulaciones y concentraciones, son diferentes a las de Uruguay.
“De pronto un mismo producto en países limítrofes se usa de una forma distinta”, advirtió. Esas diferencias se basan en requerimiento de los mercados a los que cada país exporta. Uruguay cumple con los requerimientos y en ningún caso los tiempos de espera están en discordancia con los que exigen los mercados que abastece con sus materias primas. “En países limítrofes, una persona, siguiendo la etiqueta, puede cometer un error en el uso y generar un problema de inocuidad”, afirmó Mantero.