Publicidad

Mercados, fronteras y derrames

La sequía sigue golpeando y las exportaciones de bienes caen, mientras la demanda china muestra cambios que merecen atención. Mientras, el litoral está golpeado por la situación argentina. Es preciso estar a la altura de los desafíos.

Nicolás Lussich.jpeg

Las exportaciones de bienes -con el habitual protagonismo de los agronegocios- cayeron 8% interanual en el primer cuatrimestre, medidas en dólares. El descenso se da principalmente por la caída en las exportaciones de carne vacuna y el drástico descenso en las ventas de soja, consecuencia de la sequía. Ninguno de los dos datos sorprende.

En el caso de la carne vacuna la base de comparación -año 2022- fue récord de exportaciones, tanto por volumen como por precio. Este año los precios han sido buenos en términos históricos, aunque por debajo de los del año pasado, mientras los volúmenes bajan más de 15%. En el caso de la soja la caída será cada vez más visible en la medida que transcurran los meses y se amplíe la brecha entre la gran cosecha del año pasado y la paupérrima cosecha de este año.

Otros rubros de los agronegocios han compensado estas caídas. Por un lado, las exportaciones de celulosa se afirman, principalmente por mejores precios. De tal manera que la celulosa superó a la carne vacuna como principal producto de exportación en el cuatrimestre. Cuando arranque la exportación UPM 2 este liderazgo se afirmará. Contrariamente, las exportaciones de madera y productos de madera bajan 18% (cuadro).

3 Exportaciones Enero Abril.jpg

También se destaca el buen desempeño exportador del sector lácteo, a pesar de la sequía. Los productores han logrado sostener la producción en niveles razonables apenas por debajo del año pasado, lo cual es un logro significativo, dadas las circunstancias climáticas. En los mercados, las colocaciones en Brasil son claves.

También aumentan las ventas de arroz, malta de cebada y colza. En el caso del arroz se trata de ventas de la cosecha previa que habían estado algo postergadas, mientras va culminando la cosecha de este año con un rendimiento que -según las primeras estimaciones- sería récord.

3 Exportaciones Enero Abril general.jpg

Perspectivas.

La sequía se ha hecho más larga de lo esperado y afectará el desempeño exportador del sector cárnico en los próximos meses. En los últimos días la faena subió por la oferta de ganados de corral, pero los ganados de campo escasean; el pasto recién comenzó a levantar, con poca agua, y ya se vienen las primeras heladas. Todo indica que la producción de carne va a tener un retroceso significativo este año.

En cualquier caso, la sequía en algún momento pasará y será tiempo de recomponer los niveles de producción. Lo mismo vale para la producción agrícola: este año habrá un gigantesco “agujero” en el rubro sojero, pero habrá revancha en la próxima zafra. Preocupa la falta de volumen y calidad de semilla, asunto que el Inase está buscando resolver de la mejor forma en coordinación con los productores.

Lo que también preocupa son indicios de que la demanda china está algo más débil de lo esperado. Cuando el gigante asiático superó finalmente la pandemia y las restricciones a la movilidad se levantaron, comenzaron a concretarse más negocios y se reactivaron las exportaciones en prácticamente todos los rubros. Sin embargo, en las últimas semanas hubo algunas señales de cierto enfriamiento en la demanda china en el comercio internacional de granos, con embarques pactados que no se concretaron. Algo similar está sucediendo en el comercio cárnico, con negocios que se concretan a precios inferiores a los de semanas previas. Los proveedores brasileños y -en menor medida- argentinos pueden hacerlo porque tienen menores precios del ganado.

3 Precio de exportación de carnes.jpg

Con Brasil competimos en el mercado cárnico internacional, pero es clave hoy para Uruguay como destino de exportación. A lo ya comentado para el sector lácteo hay que agregar la demanda de malta de cebada, con dos importantes agroindustrias brasileñas exportando desde Uruguay. También es destino de muchos otros alimentos y productos, que abren un amplio abanico comercial. En el primer cuatrimestre Brasil fue el principal destino de las exportaciones uruguayas, confirmándose su relevancia como único gran mercado con el que tenemos Acuerdo de Libre Comercio (sí, el Mercosur).

De todas formas, China volverá al primer puesto del ranking en cuanto la situación climática se normalice. Luego de la visita del canciller Bustillo, está ahora en China el ministro Mattos (MGAP) y se espera una visita del presidente para el segundo semestre. Los chinos han planteado -y es lógico- que prefieren avanzar en un TLC con todo el Mercosur, algo que parece difícil. En el Ejecutivo hay expectativas de lograr avances comerciales, a pesar de las dificultades que plantea el bloque regional.

3 Exportaciones de bienes.jpg

Maldito derrame.

La sequía es gravísima y ha dejado en un segundo plano las virtudes de los agronegocios para aportar dinámica y desarrollo a la economía uruguaya. Se vio el año pasado y volverá a verse en cuanto el clima mejore.

Los agronegocios emplean miles de personas directa e indirectamente, en muchos casos con ingresos superiores a la media. Esto es bien sabido en las agroindustrias, pero también se concreta en los servicios conexos y en las propias tareas rurales.

Otros sectores como los servicios globales (software, etc.) y la construcción también hacen un aporte relevante. El aumento en el ingreso que generan, en una situación relativamente normal, se vuelca en buena medida al consumo, impulsando más actividad y empleo. No es derrame: es valor genuino que se distribuye en la sociedad.

Pero la circunstancias actuales no son normales cuando se mira la relación cambiaria con Argentina, en la que coinciden la depreciación casi absoluta de su moneda con un dólar debilitado en Uruguay, por la política cambiaria, Esto ha llevado a un extraordinario desvío del consumo hacia la Argentina; un “derrame” indeseable.

De tal manera que el aumento potencial de consumo que se genera con el buen desempeño de los mencionados sectores, queda truncado por la situación con Argentina y la salida semanal - en el litoral el movimiento es diario- de uruguayos que ya no solo van a comprar determinados productos de conveniencia, sino a contratar diversos servicios, desde peluquería hasta medicina.

Puede argumentarse que si es conveniente para los consumidores no debería haber objeciones: comprar en Argentina es la manera de hacer rendir mejor el dinero, en especial para el que le cuesta llegar a fin de mes. Y se agrega que, en cualquier caso, es poco lo que se puede hacer: medidas como el cero kilo no serían razonables, precisamente porque afectaría más a la gente de menos recursos y no resuelven el asunto. Ya se han implementado rebajas del Imesi en la nafta, pero la diferencia de precios es muy alta como para que tenga real incidencia y genera distorsiones en el mercado local de combustibles.

¿Hay que resignarse entonces? La brecha cambiaria con Argentina no se da en un escenario de libre cambio, sino que está acrecida por el cepo cambiario en el país vecino, que hace subir el dólar informal. Y genera no solo un desvío de consumo que afecta transitoriamente las ventas en Uruguay, sino pérdida directa de muchos puestos de trabajo, con el consiguiente impacto social permanente.

Políticos y economistas de diversos perfiles coinciden en la necesidad de una reconversión productiva para el comercio del litoral, ante la perspectiva de que Argentina seguirá muy barata por un buen tiempo. Fácil decirlo, pero el comercio y los servicios son áreas de empleo masivo, relativamente menos calificado que no es sencillo reorientar. Por todo esto el Poder Ejecutivo está estudiando extender los beneficios de la denominada “ley de fronteras” que exonera de ciertos impuestos y aportes al comercio. Se prevén anuncios esta semana.

Cuando se pierden puestos de trabajo el impacto social tiende a ser más grave, y difícil de evaluar desde un análisis puramente macroeconómico. El asunto no puede soslayarse cuando se evalúa la política monetaria y la política de frontera. Los uruguayos, en especial los del litoral, tienen muy claro que cuando el agro anda bien toda la economía urbana se activa y se enriquece. Más allá de la sequía, la situación con Argentina impide esa dinámica y eleva los niveles de desempleo. Hay que tenerlo en cuenta.

Publicidad

Publicidad