El viernes fuimos invitados por la Sociedad Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU) a la jornada que realizó en el establecimiento La Guardia Vieja, en Pueblo Edén (Maldonado) donde dimos la visión de Tardáguila Agromercados respecto a los mercados del ganado y la carne vacuna para 2025. En la ganadería los plazos son largos, lo que permite una mirada de mediano plazo con algún grado de certidumbre, más allá de que siempre se está expuesto a cimbronazos que sacuden la realidad y echan por tierra las proyecciones previstas.
Además, participaron como expositores durante la jornada el presidente de la SCHU, Nicolás Shaw, Álvaro Pastorini, de Nutex, Sergio Kmaid, de Tecnovax, y quien está al frente de La Guardia Vieja, Elbio Rivero.
Con la cautela que las proyecciones de mediano plazo ameritan, las cosas se vienen dando como para que el mercado internacional de la carne vacuna evolucione de forma positiva en 2025. La principal razón es que se prevé un descenso del saldo exportable de los tres principales proveedores del mercado internacional: Brasil, Australia y Estados Unidos. Si a eso se le agrega una demanda sostenida (es aquí donde hay más probabilidad de que la proyección pueda fallar), el equilibrio entre oferta y demanda debería darse a precios superiores a los de este año.
Brasil está, en estos momentos, empezando a dejar atrás el pico de liquidación de la actual fase contractiva del ciclo ganadero. La faena del segundo trimestre, de acuerdo con datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, fue un récord absoluto de 9,94 millones de vacunos, casi 1,5 millones más que en los mismos tres meses del año pasado. Pero ya hay señales de disminución de la oferta de vacas a frigorífico. Para este año se proyecta una faena de 38,8 millones, cantidad insostenible para el próximo. En principio, se contraerá en unos 4 millones de cabezas, retornando a cantidades similares a las de 2023. Es mucha carne, y se complementa con una oferta de los demás países del Mercosur que tampoco se prevé en alza. De acuerdo con proyecciones de Faxcarne, el saldo exportable del Mercosur se contraerá en unas 350-400 mil toneladas en 2025, una caída de alrededor de 7%.
Sucederá algo similar en Australia y Estados Unidos, con lo que el descenso del volumen exportado por los tres grandes caerá en unas 550-600 mil toneladas. Como punto de comparación, supera con holgura las exportaciones de un año de Uruguay (cerca de 500 mil toneladas).
Si a eso se le agrega una demanda sostenida, las previsiones para los precios de la carne vacuna en el mercado internacional son positivas. Es un hecho que a Estados Unidos le seguirá faltando carne, por lo que su participación como comprador será intensa el año próximo. Además, la oficina del USDA en Beijing pronosticó un moderado aumento de las importaciones chinas de carne vacuna a un récord de 3,95 millones de toneladas carcasa en 2025, 50 mil toneladas más que en este año. Si se confirma, es una excelente noticia para el mercado.
El valor medio ponderado de las exportaciones del Mercosur, Australia y Estados Unidos en los siete primeros meses de este año es de US$ 5.743 por tonelada peso embarque, con un promedio de US$/t 4.493 para el Mercosur y de US$ 5.531 para Uruguay.
Si las cosas se dan como se prevé, ese valor medio global debería aumentar en 2025, habrá que ver en qué medida.
Esta situación del mercado internacional se complementa con un escenario interno desafiante para la industria frigorífica, dado que todo indica que habrá un faltante de oferta. Es un hecho que la oferta de vacas será menor a la del año pasado al menos hasta mediados de año. Hay una mucho menor proporción de vacas vacías, lo que significa menor cantidad de vacas de invernada y, por ende, de oferta de animales de esta categoría a frigorífico. Esta situación ya se comenzó a observar. En las últimas cuatro semanas la faena de vacas fue 22% menor a las mismas semanas del año pasado.
A eso se suma una cantidad de novillos (los de 4 dientes o menos representan cerca de 70% de la faena de esta categoría) que también se prevé relativamente reducida. A la generación de 2022, que son los que están cumpliendo los 2 años, se le fueron cerca de 300 mil en pie el año pasado. La generación, de acuerdo con el DICOSE 2023, fue de 2,9 millones; de esos, unos 1,45 millones son machos, por lo que la salida en pie representa una proporción importante. Esos animales empiezan a faltar en la oferta a faena a partir de este semestre y durante el año que viene.
A su vez, para el segundo semestre de 2025 tampoco se prevé un aumento en la oferta de novillos jóvenes. En ese momento estarán cumpliendo los 2 años los terneros de la generación 2023, que son los del entore de la sequía. Por lo tanto, la cantidad de animales nacidos es menor y a eso hay que agregarle que la exportación de terneros en pie continuó siendo fluida. En el segundo trimestre de este año se embarcaron cerca de 100 mil cabezas. Posiblemente comience a aumentar en ese momento la oferta de vacas a faena, pero la de novillos seguirá siendo escasa.
Por lo tanto, relacionando mercado internacional con mercado interno, las condiciones están dadas como para que el mercado ganadero evolucione de forma positiva el año próximo. Siempre habrá imponderables (clima, guerras, crisis económicas), pero si no pasa nada extraño, el valor medio de exportación de la carne vacuna uruguaya debería ser superior al de este año y, a su vez, una porción relativamente alta de ese valor debería quedar en manos de la producción, dado que la industria frigorífica deberá competir por una mercadería que será escasa durante todo el año.
De eso se habló en la jornada de la SCHU realizada el viernes en La Guardia Vieja, en Maldonado, entre otros temas vinculados con la nutrición animal y la genética bovina.