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China seguirá comprando soja y precios podrían subir más

La Agricultura en Modo Oportunidad, fue el tema de la Conferencia en el marco de los 100 años de EL PAÍS, organizada en forma conjunta con ARU y radio Carve. Juan Ángel de la Fuente, Federico Morixe y Nicolás Lussich, analizaron el presente y proyectaron el futuro del sector.

 

Expo Melilla 2018
Conferencia de agricultura en la Expo Melilla 2018, 7 Exposicion Internacional de demostracion en vivo de Alimentacion Animal Basada en Nuevas Tecnologias organizada por la Asociacion Rural del Uruguay, ND 20180412, foto Ariel Colmegna - Archivo El Pais
Ariel Colmegna/Archivo El Pais

Fotos: Ariel Colmegna.

 

Pablo Antúnez.

El conflicto comercial entre China y Estados Unidos está haciendo subir el precio de la soja y generando nuevas oportunidades de mercado. “Será un año de muchas oportunidades y hay que empezar a atender ya el año que viene. La soja del año que viene ya vale US$ 380 y se va a arrimar a los US$ 400 por tonelada”, afirmó  el licenciado Federico Morixe de Fimix Agrofinanzas en el marco de la conferencia: “El mercado agrícola en modo oportunidad”, en el ciclo en el marco de los 100 años de El País, organizado en forma conjunta con ARU y radio Carve.

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“China eleva el consumo en base a crecimiento y va a seguir comprando. Todos estos problemas políticos nos sirven, porque nos está subiendo el precio, pero también a Estados Unidos, que exportó, en promedio, más soja que otros meses atrás”, dijo el analista de Fimix. “Cuando comenzó el conflicto comercial con China”, donde Estados Unidos en represalia le subió los aranceles a varios productos, el país del norte “estaba exportando 50% más de la soja que tienen en stock y la del año que viene. Todo conflicto es una oportunidad”, consideró Morixe.

Pero en el marco de esos cambios del mercado y de la valorización de producto, Uruguay cuenta con un área inferior de la oleaginosa en la última campaña, viene de zafras malas de cultivos de invierno y encima, el clima jugó en contra de los rendimientos de la soja.

Bajó los números macros, al bolsillo de cada agricultor. “Hay que mirar a largo plazo, no vale la pena que venga otro, cada eslabón va en ello. Hoy estamos vendiendo US$ 20 por tonelada por encima del valor de Chicago, pero ¿qué puede hacer el agricultor cuando está sacando entre 1.000 y hasta 3.000 kilos menos y pierde hasta US$ 600 por hectárea?, se preguntó el director de Fimix.

Más allá de los problemas coyunturales, Morixe exhortó al sector agrícola a “mejorar la tecnología” para poder “incrementar la calidad y el volumen. El precio comanda, pero la productividad mucho más. El valor que agregue cada uno  —en la cadena— se va a multiplicar por 10”, afirmó el orador.

El mercado sojero está cambiando. Morixe destacó que “antes todas las exportaciones de soja de Estados Unidos iban a China”, ahora Estados Unidos “está exportando a Europa, que canceló los embarques que tenía con Brasil, porque subió US$ 50 por tonelada. Los europeos cancelaron los barcos y se los compraron a Estados Unidos”. Según Morixe, Brasil “venderá más soja a China y nosotros vamos detrás. A largo plazo China deberá negociar con Estados Unidos, por eso consideró que “lo importante es ser eficientes“. El analista  remarcó que “habrá un año con mucha oportunidad de precios  y como país hay que generar mayor conciencia agropecuaria para que todos trabajemos con el mismo objetivo”.

 

Problemas.

Por su parte, el Ing. Agr. Nicolás Lussich brindó su visión partiendo del contexto de la economía, porque “el negocio agrícola es parte de la economía general del país y sus condicionantes”. Si bien recordó que la agricultura enfrenta fluctuaciones permanentes en el clima y los precios, esos son cambios que “ya se conocen y pueden preverse, pero los problemas de competitividad y costos son propios del Uruguay”, advirtió.

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“El gasto estatal ha tenido un aumento exagerado, y eso genera problemas a la producción a través del tipo de cambio (dólar bajo) y los costos, en especial en tarifas (gasoil, electricidad)”, remarcó. En su visión, la pérdida de competitividad y el aumento del gasto estatal están asociados, con el agravante de que el gasto estatal “devuelve poco a la producción”, advirtió Lussich.

El experto advirtió sobre las dificultades financieras que pueden enfrentar muchos productores, particularmente agrícolas .Mostró las cifras de endeudamiento del Banco Central del Uruguay, que -en el caso de la agricultura- reflejan cierta estabilidad. Pero aclaró que “el endeudamiento bancario es solo una parte del endeudamiento total: hay que sumar la deuda con proveedores y otras fuentes”, remarcó Lussich.

Según su análisis, decir que “Uruguay acumula 15 años de crecimiento” es correcto pero puede ser engañoso: “en realidad hubo dos grandes ciclos: entre 2008 y 2014 la economía tuvo un crecimiento excepcional, con el empuje simultáneo del consumo, la inversión y las exportaciones; pero en 2015 se estancó. Luego se retoma el crecimiento hasta hoy, pero no con el mismo ritmo, y con más debilidades que fortalezas”, explicó Lussich.

 

Agricultura.  

Recordó también que el ciclo de expansión de la agricultura, con una enorme inversión, “expresó el gran potencial agrícola del país; en soja, Uruguay llegó a más de 1,5 millones de hectáreas. Fue un empuje combinado entre soja y trigo que duró hasta 2011/12. La soja logró pasar de largo, pero en los últimos años hace el ajuste. Estamos con medio millón  de hectáreas menos en soja y un trigo que volvió a sus niveles históricos, más bajos”, agregó.

En el marco de esta situación, Lussich puso el costo del combustible como ejemplo de los problemas que hoy enfrenta el sector productivo; destacó que “hay US$ 15 por hectárea que se transfieren a Ancap, tomando como base el combustible que se usa dentro de la chacra y a nivel de transporte”. Ese cálculo sale de comparar la paridad de importación con el costo de producción de Ancap. “La agricultura se ve afectada por el sobre costo de reconstruir Ancap y no solo por los problemas de ajuste de ciclo y de costos en general. Hay otros costos como logística, burocráticos, impuestos que también están pesando”, destacó en su análisis Lussich.

“Si a eso sumamos una agenda comercial muy pobre, y una inversión estatal en infraestructura muy baja, vemos que a la agricultura se la ha ayudado muy poco y –por el contrario- se le han cargado costos insostenibles”, culminó.

 

Oportunidades.

El tercer panelista, Juan Ángel De la Fuente, presidente de la Rural de Dolores, remarcó en su oratoria cinco aspectos que significarían una oportunidad para el agro.

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“Producir conservando y aumentar la productividad, porque el mundo demandará más alimentos. Producir conservando suelo y agua, pero también manteniendo la máquina productiva, las estructuras empresariales, de familias, en instituciones, en nuestro entorno”, dijo el productor.

Eficiencia de costos: “El agro es un negocio y las cuentas deben cerrar. En el agro queremos ganar dinero”, remarcó el presidente de la Rural de Dolores.

Reconoció que se decía que “no nos quejábamos cuando la soja estaba a US$ 500, pero soy de los que voy al  médico cuando estoy enfermo y no cuando estoy sano. El agro cuando está sano crece, genera trabajo, paga un montón de impuestos. Cuando estamos enfermos, como ahora, hay que racionalizar recursos”, remarcó De la Fuente en su charla.

El tercer elemento fue “integración regional” y en ese sentido recordó que “el mundo se construye en redes. La mezquindad y las ideologías políticas nos están aislando del mundo, eso no es bueno. No hemos encontrado el país suficientemente tonto para que nos deje entrar sin aranceles”.

Por todo eso demandó que “se concreten los Tratados de Libre Comercio (TLC). “Producimos caro y si encima tenemos que pagar altos aranceles. Hay que hacer TLC urgente. Nos estamos muriendo, firmemos los TLC y no demos más vueltas”, demandó el orador.

El cuarto fue “uso de la tecnología y la biotecnología”. Dijo que “estamos en una revolución que cambiará la producción. Entramos en la era microbiana, por ahí vendrá un cambio de paradigma”. Por eso, cifró sus esperanzas en que el agro “sea partícipe de los cambios tecnológicos”.

Finalmente el  Esc. Juan Ángel De la Fuente destacó la necesidad de una “cultura agro”, que “es más que educación. Hay que generar cultura agropecuaria. Hoy un tercio de los productores dicen que van a aumentar el área agrícola y un tercio dice que la va a mantener. Ante la crisis se mantiene la esperanza”, remarcó el presidente de la Rural de Dolores.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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