“En la cumbre del Mercosur se dio lo que se venía perfilando, Argentina y Brasil están con ruidos y problemas internos y ponen foco en la interna, donde lo urgente le gana a lo importante”, comenzó diciendo la Lic. Ximena Scasso, licenciada en Negocios Internacionales sobre la exposición de Uruguay en la misma.
Uruguay ha manifestado su voluntad de abrirse al mundo con acuerdos comerciales, como ha sucedido con la posibilidad del TLC con China o la reciente noticia de solicitud de adhesión al tratado del Transpacífico y “es el hermano chico que ven crecer y ya es un adolescente, a veces rebelde pero con causa, que ve el mundo como una oportunidad separándose de sus hermanos más grandes y toma medidas para hacer su camino, no se queda en el relato”, dijo Scasso, que agregó ejemplos de empresas internacionales que han puesto la mira en Uruguay, como Microsoft, Harvard que tiene intenciones de abandonar Argentina y desembarcar en Uruguay o Google que hace un par de meses estuvo una semana instalado aquí entrenando start ups.
“Nuestro país debe sacar provecho de la especialización agro alimenticia, porque somos agro exportadores por naturaleza pero la industria del software por ejemplo está creciendo mucho”, expresó Scasso, quien se mostró ilusionada de potenciar los dos mercados: “un agro que beneficie las tecnologías y las potencie, dinámico, usar Uruguay como laboratorio, donde somos todos digitalmente alfabetos, hay una conectividad excelente y permite a las empresas testear ideas y Salir al mercado internacional para generar el impacto”.
Respecto al Mercosur, la experta dijo que es un proyecto que inició hace 30 años y la pandemia nos mostró además que el foco no puede estar solamente en la región, "debemos pensar en mercados más lejanos y se ve perforada esta unión aduanera, que al final no lo es realmente y donde vemos que el mundo gira hacia acuerdos bilaterales porque son más ágiles y dinámicos”.
En este sentido, Scasso dijo que Uruguay mira el largo plazo con intenciones de ingresar en las grandes ligas, donde “se busca el valor agregado, donde el desafío está en exportar los productos tradicionales, pero con un alto valor agregado para el cliente final, y nosotros tenemos una producción tan ágil que lo podemos lograr”.
Como conclusión, Scasso dijo que le da esperanzas que “un país tan chico pueda ser competitivo en el mundo, y ver un Uruguay como exportador de datos, información y conocimiento, que es lo que genera las oportunidades”. Por ello, esta apertura no significaría la pérdida de mercados, por el contrario, los potenciaría. “Brasil no va a dejar de comprar lácteos si no tenemos un acuerdo, porque si el producto es bueno, respaldado y de alta calidad sabemos que el cliente siempre va a poner la mira en sus necesidades, y si Uruguay sigue entregando con compromiso productos de alta calidad no se le van a cerrar mercados, al revés”.
