El arranque de 2025 presenta desafíos y oportunidades para las exportaciones de carne uruguaya, según Daniel Castiglioni, director de Castitrading, quien conversó sobre las perspectivas internacionales del sector cárnico. Con un 2024 marcado por la desaceleración de los mercados asiáticos y la necesidad de diversificación, el panorama se proyecta incierto pero con destellos de optimismo.

China continúa siendo el principal destino de las carnes uruguayas, aunque enfrenta una demanda debilitada. Según Castiglioni, el mercado chino "viene bastante flojo, con pocos negocios concretados y precios muy por debajo de lo esperado". Esta situación se ha agudizado por la transición hacia el Año Nuevo Lunar, que suele ser un periodo de reorganización del mercado interno.

Sin embargo, las expectativas a largo plazo se mantienen positivas en términos de volumen, aunque persisten las preocupaciones sobre los valores ofrecidos. "El gran problema son los precios, que no resultan atractivos frente al costo del ganado en Uruguay", subrayó.

China también ha iniciado una investigación sobre las importaciones de carne, alegando un exceso de oferta que afecta a los productores locales. Este proceso, aunque podría intensificar las restricciones, refleja una estrategia dual: atender las demandas internas y mantener abierta la puerta a las importaciones necesarias para suplir el consumo nacional.

En comparación con los principales competidores, Uruguay enfrenta mayores dificultades debido al elevado costo del ganado. Según Castiglioni, Brasil ha tomado la delantera, gracias a su capacidad de producción masiva, un mayor número de plantas habilitadas para exportar y precios más competitivos.

Por otro lado, Argentina también enfrenta desafíos significativos, con plantas reduciendo o paralizando su producción. "Los negocios se concretan por necesidad, pero no son rentables a los valores actuales", explicó.

Mientras China no ofrece precios tentadores, mercados como Estados Unidos, Europa e Israel han sido fundamentales para mantener la ecuación económica. "Estados Unidos sigue pagando valores interesantes por ciertos cortes, y Europa se mantiene estable, aunque sin grandes aumentos en volumen o valor", indicó.

En cuanto al sudeste asiático, países como Filipinas, Vietnam y Tailandia están emergiendo como alternativas prometedoras. "Estos mercados ofrecen una buena oportunidad para cortes que no encuentran salida en China. Aunque todavía están en una fase de prueba, tienen un potencial significativo a mediano plazo", afirmó Castiglioni.

De cara al primer semestre de 2025, Castiglioni anticipa un comienzo lento, con un mercado ajustado y en espera de señales más claras desde los principales destinos. "La clave estará en diversificar y colocar productos en distintos mercados a valores que permitan mantener la competitividad", concluyó.

En este contexto, el sector cárnico uruguayo enfrenta el desafío de adaptarse a un entorno global volátil, explorando nuevas oportunidades mientras se mantienen las relaciones con sus socios comerciales tradicionales.