La invasión rusa a Ucrania tendrá poco impacto en el comercio mundial de carne, pero creará volatilidad en los mercados de granos y petróleo que, a su vez, afectaría a los ganaderos en los EE.UU., según un análisis del Daily Livestock Report (DLR).
El precio del petróleo incrementó la semana pasada y el de soja subió a su nivel más alto en 10 años, después del ingreso de las fuerzas rusas en suelo ucraniano.
Rusia y Ucrania son los principales proveedores de petróleo, cereales y fertilizantes, señaló el DLR.
"Los altos precios tanto de ración animal como de energía presentan un desafío para los ganaderos de EE.UU. y afectarán negativamente su capacidad de introducir nuevos productos al mercado. Además, éstas son malas noticias para los consumidores de proteína animal en EE.UU.", dijeron los analistas en Carnetec.
Rusia, sin embargo, ya no es un importante comprador de proteínas en el mercado mundial. El país fue un exportador neto de carne porcina en 2021, después de aumentar su producción en un 86% durante la última década pese a la peste porcina africana, según el DLR.
Rusia aún importa carne bovina, pero el volumen ha bajado un 67% desde 2010, y sus importaciones provienen principalmente de Paraguay y Bielorrusia.
Los analistas de DLR identificaron la inflación como un riesgo inmenso para la demanda interna y de exportación de EE.UU.
"En este contexto, las proteínas de alto precio, tal como la carne bovina, enfrentan un mayor riesgo que la de carne porcina o avícola", dijo el informe.