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Imponente remate de genética uniendo tres países hizo ConverGen

Lo mejor de Angus, Hereford, Brangus y Braford de Argentina, Brasil y Uruguay se ofreció en Rivera

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Remató Alejandro Zambrano, con activa participación de Parcería Leiloes de Brasil y Colombo y Magliano de Argentina

En los peores momentos afloran las cosas más puras y, generalmente, renace la esperanza. Pues bien, lo que pasó en la noche del sábado en Rivera se adapta perfectamente a dicha afirmación. Es que la primera edición del ConverGen, el evento internacional de genética de elite, quiso el destino que se llevara a cabo en medio de una de las peores circunstancias climáticas en el Sur de Brasil. No obstante ello, haciendo honor a la genética que se ofertaba de 40 cabañas de Argentina, Brasil y Uruguay, los criadores esperanzados y confiados en un mañana mejor, apostaron a ella e hicieron posible una gran jornada internacional que será recordada como la primera de muchas. Porque más allá del éxito de la venta, se cristalizó algo muy difícil de concretar: el intercambio de genética entre los tres países superando barreras que limitan el negocio, operando en forma cruzada criadores que pujaron por cada uno de los lotes puestos a consideración.

Bajo el martillo de Alejandro Zambrano Zerbino, pero secundado con activa participación por Parcería Leiloes de Brasil y Colombo y Magliano de Argentina, se dispersó la totalidad de los paquetes de embriones de una selección sudamericana de Angus, Hereford, Brangus y Braford.

Para reflejar el éxito basta repasar las cifras: 155 embriones Angus hicieron promedio de US$ 952, los 40 embriones Hereford alcanzaron una media de US$ 825, los 100 embriones Brangus US$ 714 y los 80 embriones Braford se vendieron a US$ 591 de promedio.

Los mayores destaques fueron, por su orden: En Angus: 10 embriones de cabaña “Los Murmullos” de Argentina, fueron comprados desde Brasil por Henrique Marzola, cabanha Taipa de Pedra, en US$ 1.910 cada uno; 10 embriones de cabaña “Santa Rosa” de Argentina, se pagaron a US$ 1.550 cada uno, adquiridos por “La Paz” de Argentina. También, 10 embriones de cabaña “La Juanita”, de Argentina, se pagaron a US$ 1.500 cada uno, adquiridos por Cambá Pytá de Uruguay.

En Hereford: 10 embriones de Las Anitas (Uruguay), vendidos a US$ 1.130 cada uno, compró Henrique Marzola (Brasil), 10 embriones de Soc. Gan. San Salvador (Uruguay), los compró Bousan de Brasil en US$ 950 cada uno y 10 embriones respectivamente de cabañas “La Hormiga” y “El Baqueano” (Uruguay), las compraron también criadores de Brasil en US$ 610 cada uno.

De la raza Brangus: 10 embriones de cabaña “Santa Lucía” de Brasil, los compró un criador brasileño en US$ 1.350 cada uno, 10 embriones de cabaña “Macedo” (Uruguay), fueron vendidos en US$ 1.100 cada uno, también para Brasil. Y 10 embriones de cabaña “El Porvenir” de Argentina, se subastaron, también para Brasil, en US$ 1.050 cada uno.

En Braford, los destaques fueron: 10 embriones de “Santa Camila” (Brasil), vendidos en US$ 750 cada uno para un criador de Brasil, 10 embriones de Fazenda Esperanza (Brasil), compró un criador brasileño en US$ 700 cada uno y 10 embriones de “El Chañar” (Argentina), vendidos en US$ 670 cada uno, también comprados desde Brasil.

Además, el 50% de un Pick Angus, de San José del Yaguarí, se comercializó en US$ 9.840, adquirido por cabaña San Juan. También el 100% de un Pick Angus de cabaña “Cambá Pytá” de Uruguay, fue vendido en US$ 9.600. El 50% de una ternera Hereford de cabaña “Reculuta” de Brasil, se vendió en US$ 3.000 y el 100% de un Pick Angus de Rincón del Sarandy, de Brasil, se pagó US$ 4.800.

El balance fue sumamente positivo, no sólo por la dispersión total de la genética de calidad superlativa, sino por la concurrencia, a pesar del momento que se vive en Brasil, con una muy cuidada organización hasta el mínimo detalle. Por eso, el equipo organizador quedó conforme. Y no es para menos, lograron algo fantástico: intercambiar genética de los tres países entre compradores de los tres países. Lo que no es poca cosa. Entonces, si en los peores momentos afloran las cosas más puras y renace la esperanza, da para mirar para adelante confiando en esta genética que se vendió. Y en vistas de esto, está asegurada la edición 2025 de ConverGen.

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.
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