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En el marco de Agro en Punta, Tardáguila Agromercados realizó este jueves la charla El rol del Mercosur en el futuro de la ganadería con la visión de tres destacados panelistas y productores de la región: Álvaro Ferrés (Uruguay), Fausto Brighenti (Argentina), y Gedeao Pereira (Brasil).
Se abordaron temas como el posicionamiento de la región a la hora de producir carne para el mundo, los desafíos ambientales y sanitarios, las perspectivas sobre el cierre del TLC entre el Mercosur y la UE, el acercamiento de Milei con Trump, o el foco que debería tener la ganadería en los próximos años. Precisamente, uno de los puntos donde hubo coincidencia en los panelistas es que la región -que produce el mayor volumen de carne vacuna que se comercia- todavía tiene mucho camino por recorrer para intensificarse y ganar eficiencia.
En ese sentido, Ferrés dijo que pese a que Estados Unidos tiene su menor stock vacuno en más de seis décadas (unos 87 millones de cabezas), es el mayor productor de carne vacuna del mundo. Brasil, por su lado, cuenta con un stock de 220 millones de cabezas. Por ello, consideró que para que Uruguay pueda salir de la meseta de 2,2-2,4 millones de cabezas faenadas y saltar a 3, 3,5 o 4 millones con una mayor tasa de extracción (como Australia) “necesitamos intensificar”. En esa línea, consideró que el reciente lanzamiento del mercado de futuros para el ganado gordo puede ser una “herramienta” que contribuya a ese objetivo. Sobre ese punto, Pereira apuntó que Brasil tiene un mercado más desarrollado, con un 1 millón de contratos (unos 11 millones de cabezas), pero sugirió a los productores asesorarse porque eso requiere “mucha gestión financiera” del negocio.
Pereira, que también es productor uruguayo, sojero y arrocero en Brasil, recordó cómo su país pasó de ser un importador hace 25 años al mayor exportador neto de agroalimentos. Estimó que para 2035-2040, Brasil contará con la mayor agricultura del mundo “sin tocar la Amazonía”. Añadió que la gestión del agua se volverá un elemento clave a futuro. “La salida la veo por el lado de la intensificación, por poner más animales por hectárea”, proyectó. Dijo que en su predio ya insemina las vaquillonas con 14 meses y que faena con 18 o 22 meses, pero reconoció que al final del día eso tiene que redundar en algo que sea “económico y que genere plata”.
En tanto, el productor argentino Brighenti consideró que existe todo un desafío para que las nuevas generaciones “puedan quedarse en el campo” hasta que “lleguen los robots, porque van a llegar”. Dijo que la región será una exportadora de carne con datos, algo que hoy ya se está haciendo con el surgimiento de distintas AgroTech. También consideró que su país debía apuntar a una extracción donde el peso de faena sea mayor que el actual como una forma de ganar mayor productividad y eficiencia.
Ferrés acotó que Uruguay tiene menos del 5% de la población en el medio rural y que es necesario generar “bienestar social” y aplicar más tecnología para depender menos del factor humano. Consideró que el país debe darse una discusión sobre si debe ir hacia carcasas más pesadas, porque hoy la industria está dando señales y premios de precio por este tipo de animales. También consideró que el futuro del riego en Uruguay quizás pase no para utilizarlo en cultivos como soja o maíz sino en pasturas para producir unos kg/ha 1.500-1.700 de carne. Concretamente, manifestó estar haciendo una inversión en ese sentido para producir 25 toneladas de Materia Seca por hectárea. “A US$ 2 por kilo vivo, son US$ 3.000 por hectárea”, expresó.
El foco no pasa por Europa.
El cierre de un TLC entre el Mercosur y la Unión Europea comenzó a gestarse hace 34 años y si bien ahora emergieron nuevas señales para la firma del tratado, tanto Ferrés como Pereira fueron escépticos sobre la firma de este tratado comercial. El ganadero uruguayo admitió que si llega una cuota adicional con preferencia arancelaria sería positivo, pero opinó que el país debería concentrarse en buscar mercados que demanden carne y tengan bajos aranceles. “Ahí está el desafío”, afirmó. Añadió que, si bien se volverá a colocar un volumen interesante de carne a Estados Unidos este año, “pagamos cientos de millones de dólares en aranceles”.
Pereira , por ejemplo, dijo que la norma europea antideforestación -que se postergó por un año hasta diciembre-, no cree que su país pueda cumplirla, y que, si no es ese tema, surgirán nuevas barreras paraarancelarias como el uso de estradiol, pesticidas, bienestar animal. “Los europeos son proteccionistas”, resumió.
El productor brasileño consideró que la discusión sobre el reparto de las 99 mil toneladas y la pelea más directa que se dio con Paraguay en su momento generó un “desgaste innecesario” entre la región porque Brasil hoy, por ejemplo, “no cumple” con su cupo Hilton por temas de trazabilidad. Destacó la reciente represalia que tomó la industria brasileña cuando decidió dejar de abastecer a las cadenas de Carrefour en Brasil por cuatro días cuando esa multinacional dejó de comprar carne del Mercosur para proteger a su industria nacional.
Brighenti, en tanto, señalo que el mercado en volumen para su país es China, al cual se le exporta el 75%, y que hoy lo primordial pasa porque la ganadería cuente con políticas públicas que hagan posible su desarrollo porque Argentina “estaba debajo de la lona”. En ese sentido, recordó que hace apenas un año que su país no tiene ningún tipo de restricción para la exportación, salvo una retención del 6,75% sobre los novillos que todavía le resta competitividad a la cadena.
El seguro de vacunar y la susentanbilidad
Con Brasil dejando de vacunar todo su rodeo y Paraguay discutiendo seguir su camino en un par de años, Uruguay y Argentina han quedado (por ahora) abroquelados en su política de continuar vacunando contra la fiebre aftosa. Ferrés recordó que el país ya tuvo una “mala experiencia” cuando dejó de vacunar y consideró que hoy la brecha de precio entre tener el status con y sin vacunación es “menor a lo que era en el pasado. Hoy, como productor, no me parece oportuno dejar de vacunar; prefiero seguir así, no justifica el riesgo”, afirmó. En la misma línea opinó Brighenti, quien indicó que su país tiene hoy un novillo a US$ 4,50 y que no justifica correr ese potencial riesgo.
Finalmente, Pereira consideró que, si bien el país está relativamente bloqueado por la circulación del virus, se mostró preocupado por un potencial foco a futuro como lo ocurrido recientemente en Alemania porque Brasil es “un continente”. “Si pasa algo en el norte, nos señalan a todos”, advirtió. El productor consideró que se debería apuntar a obtener el status de libre es libre con y sin vacunación. Dijo que desde el exterior “no se dan cuenta que hay más distancia de Manaos a Porto Alegre que de Manaos a Londres”.
Sobre la sustentabilidad de la producción, Ferrés consideró que hay que “venderse mejor”, porque así lo están exigiendo algunos nichos de mercado, pero recalcó que los rumiantes “son parte de la solución y no el problema” para los gases de efectos invernadero, ya que no se cuenta la película de la captura de CO2 que hace la ganadería.
A su turno, Brighenti consideró que el sector “se debe una mejor comunicación a los consumidores finales”. Dijo que para ellos es necesario perfeccionar tanto el marketing interno como el externo. “Hay que quejarse menos y dar vuelta la situación”, opinó.
La actividad fue seguida por un salón de conferencias colmado que siguió atentamente el diálogo de los tres productores ganaderos de la región, con la moderación a cargo de Rafael Tardáguila.