En el clásico Foro del Instituto Nacional de la Leche (Inale), entre uno de los tantos temas planteados, estuvo el mercado internacional para los lácteos, en una disertación a cargo de Mercedes Baraibar, integrante del área de Información y Estudios Económicos del Inale, quien hizo foco a la escalada de proteccionismo que se da a nivel global, y lo que puede pasar con el mercado a nivel estructural.
Con los anuncios realizados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, poniendo por ejemplo aranceles a China que dejaron inviable al mercado para la inmensa mayoría de los productos, aunque actualmente hay una tregua en esta guerra comercial.
Sobre el impacto de esta situación, en los productos lácteos, Baraibar sostuvo que “Estados Unidos es proveedor de China en dos bienes: lactosa, donde Estados Unidos es el principal proveedor mundial de este producto, y China el principal comprador, y como el precio de la lactosa del país norteamericano es bajo, no sería sustituible por otra región exportadora como lo puede ser la Unión Europea; el otro producto es el suero, allí el impacto es diferente, porque China podrá comprarle a la Unión Europea, esto le puede generar un impacto a los márgenes de las industrias que producen suero en Estados Unidos”.
En referencia al comercio de Estados Unidos con la Unión Europea, donde los aranceles impuestos son del 10%, allí el principal flujo se da con el envío de quesos desde el viejo continente al país americano. “En este caso puede suceder que Estados Unidos tienda a producir mayor cantidad de quesos a nivel interno”.
Otro producto que queda bajo la escalada del proteccionismo comercial es la manteca, allí no se esperan grandes cambios en el mercado, debido a que “Estados Unidos consume mucho una manteca específica que proviene de Irlanda, y se consume inclusive a altos precios”, informó la integrante del Inale.
El nuevo escenario
La economista Baraibar sostuvo que el mercado internacional de los lácteos, actualmente enfrenta un cambio, que no es de tendencia, porque son cosas que ya están pasando en la actualidad, en esta línea sostuvo que “primero que nada, hay que tener en cuenta que la producción en las principales regiones exportadoras del mundo en los últimos años no tienen un cambio significativo en el aumento de la producción en los últimos cinco años”, y en contrapartida, en las regiones que no tienen un foco exportador, sí presentan un crecimiento productivo, “estos países son China, Pakistán, India, en el caso de los últimos dos países, producen para atender a una necesidad interna, por lo cual no van a afectar al mercado internacional, por otra parte, China sí puede dejar algún efecto, porque también es un comprador, que puede suplir su demanda con su propia producción”.
En las principales regiones exportadoras de lácteos: Unión Europea, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia, durante el 2025 van a tener un crecimiento prácticamente insignificante, mientras que Argentina crecerá en un 4,7%, pero se lo compara con un año como el 2024, que fue de baja producción, y a su vez, tiene poca incidencia en volumen en el mercado internacional. “En general, para el 2025, se proyecta un crecimiento menor al 1% en toda las regiones exportadoras, esto va a generar que en el mercado los precios se mantengan”.
Que la producción se estanque en la Unión Europea y Nueva Zelanda, va directamente relacionado con las regulaciones ambientales que rigen, “pero también asociado a que hay una frontera de producción en los que estos países están bastante cerca de alcanzar”.
Vendedores y compradores
Con el fin de comprender mejor el comportamiento del mercado lácteo internacional, Baraibar comentó que a nivel de vendedores, hay dos mercados que se destacan, que son Nueva Zelanda con la leche en polvo entera, y la Unión Europea con la venta de quesos, “ahí hay una concentración, porque hay un país que se lleva una torta muy grande de lo que se vende”.
También han aparecido nuevos jugadores como exportadores lácteos, y se trata de los países árabes, que incluso superan en volumen a lo que exporta Uruguay, pero sus ventas no son globales, sino que se dan dentro de su propia zona, “de todas formas los árabes siguen demandando por fuera de su propia región”.
En la demanda, la situación es diferente, ya que hay mayor cantidad de mercados pujando por cada producto.
Proyectando al 2033, se espera que los países del Sudeste Asiático, Medio Oriente y norte de África, sean quienes crezcan en su demanda por productos lácteos.
Con este escenario planteado en oferentes y demanda, Baraibar hizo mención a estimaciones que se realizan desde Rabobank, las que indican que en el año 2023, se produjeron 95.000 millones de litros, “y pronostican que para 2035 habrán 115.000 millones de litros, o sea que hay una brecha de 20.000 millones de litros, y ese excedente será comprado por el Sudeste Asiático, Medio Oriente, África y otra zona que surge es América Central y el Caribe”.
“El mundo va a seguir demandando productos lácteos, y quienes más nos compiten, van a tener menos posibilidad de competencia real, porque hay un tope, que está asociado sobre todo a los aspectos medioambientales”, expresó
China y sus nuevas tendencias
El gigante asiático, como mercado “está pasando por una serie de cambios, y eso va a afectar a los patrones de consumo de este país. Por otra parte, sus importaciones de leche en polvo entera bajaron un 50% entre 2021 y 2024”.
Esta caída en China, tiene un respaldo estructural, “que nos hace cambiar algunos pensamientos. Por ejemplo, desde el 2018 se ha generado un crecimiento significativo en la producción china del 6,7% anual, que es mucho, y esto explica la disminución de las importaciones”.
El crecimiento de China ha sido en 10.000 millones de litros, lo cual, para tener referencia, es el volumen productivo de Argentina o de Australia.
Por su parte, la población de China se ha estancado, e incluso tuvo una leve baja, pasando de 1.411 millones de persones a 1.408. “Las proyecciones indican que puede seguir bajando. Porque hay un escenario de baja natalidad y una población avejentada, y esto cambia a los patrones de consumo”.
Sudeste asiático
La región, que está llamada a ser una jugadora importante en la demanda láctea y de otros productos en el futuro, “tiene sus particularidades y los países no son todos iguales, pero tienen algunas cosas en común que pueden favorecer a la demanda láctea. En esta región está el 25% de la población mundial, está Indonesia que es un país con mucha potencialidad, al igual que Filipinas, que es donde Uruguay ha penetrado mejor”.
“Desde el aspecto económico, son países con un crecimiento muy elevado, y en los hábitos de consumo, están asociados a que incorporen pautas de consumo que se dan a nivel global”, señaló.
Uruguay alcanza a venderle a 80 países

Mercedes Baraibar finalizó su presentación mirando internamente, es decir, con el comportamiento de Uruguay, donde en los últimos cinco años le ha vendido a casi 80 países, donde se destacan Brasil, Argelia y China, con lo que la cobertura ha sido casi completa a nivel mundial.
Como países o regiones donde Uruguay puede avanzar en la colocación de sus productos lácteos, la integrante del Inale destacó a América Central, el Sudeste Asiático y Medio Oriente, “esos son los que anteriormente dijimos que están relacionados al mayor dinamismo que tendrá el mercado de los lácteos”.
Por otra parte, hay mercados como la Unión Europea, Nueva Zelanda, Australia, Corea del Sur y Japón, donde la posibilidad de acceder es muy difícil, sea por proteccionismo interno, o por altos aranceles que se deben de pagar.