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¿Qué importancia tiene certificar los lotes de lana?

Claves para valorizar el negocio y apostar al producto que el consumidor pide

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Diferentes aspectos de las certificaciones en lana han sido tema central para la producción y el comercio de lana en recientes reuniones de la IWTO, en la conferencia Wool Connect y el último congreso Merino realizado en Uruguay.

De manera creciente, los consumidores quieren saber más del producto que compran y en las condiciones que fue producido. La certificación sirve para demostrar que un producto ha sido producido de determinada manera o tiene ciertas características (proceso de esquila, adecuado bienestar animal, cuidado del ambiente de producción, etc.)

Los aspectos básicos de un proceso de certificación serían: entendimiento e implementación de determinado protocolo, certificación propia o por un tercero (entidad reconocida) e identificación con alguna etiqueta o grifa del producto que cumpla con lo estipulado. De cierta forma, la certificación permite diferenciar un lote de otros, siendo útil a la hora de promocionarlo. También puede ser requisito para el acceso a cierto mercado y debería ser motivo para que logre un mejor precio de venta.

¿Qué certificación puede lograr un productor en Uruguay?

Son variadas las certificaciones disponibles en la actualidad, detallándose las principales características de ellas.

Grifas de lanas acondicionadas

Certificado de alcance local que indica el cumplimiento de las normas de acondicionamiento de lanas acordadas entre el SUL y los operadores laneros. Dichas normas son una serie de requisitos a seguir al momento de la esquila para lograr presentar la lana libre de contaminantes (eliminación de fibras coloreadas, no presencia de polietileno, pinturas, etc.) separando los diferentes tipos de lana que se producen (vellón y subproductos) y detallando correctamente los diferentes bultos obtenidos en un romaneo.

Pueden colocar la grifa verde aquellas empresas de esquila acreditadas por el SUL que han demostrado conocimiento del trabajo necesario, disponen de esquiladores y personal de mesa capacitado y son los responsables de la calidad del trabajo. Firman anualmente un contrato de uso de la grifa verde y a su vez, la mayoría de estas empresas están también acreditadas para hacer el coreo (muestreo del lote) y así determinar de manera objetiva las principales características de la lana (diámetro promedio y rendimiento al lavado, por ejemplo) previo a su venta. La grifa amarilla, de reciente implementación, también indica el cumplimiento de las normas de acondicionamiento. Es utilizada por empresas de esquila en proceso de acreditación o por productores que esquilan su propio lote luego de instancias de capacitación. En ambos casos, es necesaria la firma de un contrato de uso con el SUL con derechos y obligaciones. Vale recordar la grifa celeste fue discontinuada en la zafra 2020 aunque aún hay en galpones lotes de lana por venderse con esta grifa de zafras anteriores.

El estándar de lana responsable es internacional, desarrollado por un conglomerado denominado Textile Exchange. Son empresas que utilizan diferentes fibras sintéticas y naturales (incluida la lana) y tienen como antecedentes el desarrollo de protocolos para plumas de ganso (RDS) y de mohair (RMS). Establece criterios de producción a cumplir en los establecimientos certificados: si bien abarca básicamente aspectos de bienestar animal (se respetan las cinco libertades de los ovinos, no permite hacer la operación de Mulesing, se debe disponer de un plan sanitario y habilita ciertas prácticas de manejo, etc.) trata también del cuidado del ambiente de producción (suelos y pasturas) y su biodiversidad y el bienestar social (condiciones laborales de los trabajadores, sin trabajo infantil, etc). Esta alternativa cuenta con certificación externa (debe estar habilitada como ente certificador) y ya varias empresas exportadoras de lana locales cuentan con ella. Así como hay lotes de lana uruguaya que cuentan con certificación RWS, también hay casos en otros países productores como Argentina, Sudáfrica y Australia, por ejemplo.

Lanas orgánicas (GOTS – Estándar global de textiles orgánicos)

Corresponden principalmente a lotes de lana provenientes de establecimientos mixtos que cuentan con una certificación orgánica de programas de producción de carne vacuna de frigoríficos. Esta certificación es emitida por un organismo externo autorizado y abarca diferentes aspectos relacionados con la base forrajera, el uso de fosforita como fertilizante, los registros de tratamientos sanitarios autorizados, entre otros.

Se requiere registración escrita de que las prácticas implementadas dan cumplimiento al protocolo estipulado que considera aspectos ambientales y sociales.

Certificación de la cadena

Es extenso el proceso desde que la lana es producida en un establecimiento hasta que la prenda es comprada  involucra varias etapas como lavado, peinado, hilado, tejido, confección, etc. -y generalmente, ocurre en diferentes países. Por esto se debe mantener la identidad de la lana certificada a lo largo de toda la cadena textil a través de lo que se conoce como “cadena de custodia”.

Otras certificaciones 

Hay lotes que cuentan con la certificación “Nativa precious fibre” de Chargeurs Luxury Materials (Lanas Trinidad) que abarca aspectos de bienestar animal, cuidado del ambiente y responsabilidad social corporativa con el uso de tecnología Blockchain para la trazabilidad desde las ovejas a las prendas.

Más recientemente, se presentó públicamente “Origen” de la topista Engraw que incluye aspectos de cosecha de lana (lotes grifa verde), de cuidados del ambiente (energía renovable y cero emisiones de carbono) de bienestar animal (con base en la guía para la producción ética de ovinos en Uruguay) y con trazabilidad a las estancias.

Principales consideraciones

  • Las certificaciones en lotes de lanas son voluntarias.
  • Son adicionales a las propiedades intrínsecas de la lana (diámetro promedio, rendimiento al lavado, porcentaje de vellón A en el lote, por ejemplo).
  • Existen varias certificaciones que indican el cumplimiento de diferentes protocolos.
  • Diferentes clientes en el exterior pueden demandar diferentes certificaciones.
  • Un lote de lana puede tener más de un certificado.
  • Conocer lo que implica a nivel del establecimiento, considerar los costos y evaluar los beneficios actuales o futuros de tenerlas (acceso a ciertos mercados, mejores precios de venta) son pasos sugeridos a dar antes de incorporarse a una certificación específica.

Fuente: SUL. Ing. Agr. (MSc) Ignacio Abella – [email protected]

Área Investigación y Desarrollo

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