El mercado del ganado a faena ha mantenido una llamativa firmeza en las últimas semanas, a pesar del desafío que implicaron los sucesivos paros de la gremial de trabajadores de la industria frigorífica, que quitaron varios días de faena y, por lo tanto, redujeron la demanda. A ese desafío se suman en la segunda quincena de mes algunos otros.
El calor finalmente llegó en este verano que, durante sus primeras semanas, fue bastante más fresco que lo usual. A eso se sumó la escasez de precipitaciones. Las típicamente dispersas tormentas de verano no solucionan el tema. Además, culminada la primera quincena de enero, muchos productores retornan de las vacaciones a los establecimientos y eso suele determinar un crecimiento de la oferta.
Por su parte, desde la demanda hay elementos que anticipan una disminución. Las principales plantas estarán distrayéndose con una nueva ventana de cuota 481 a partir de los últimos 10 días de enero. Por lo tanto, disminuirán su interés en animales provenientes de pasturas.
Esto, en un contexto de mercado internacional más flojo, con China presionando a la baja sus precios de compra, puede llevar a que la balanza se vuelque hacia un mercado más ofertado que demandado, con la consecuente presión a la baja sobre los precios.
En los últimos días algunas plantas comenzaron a pasar precios más bajos, a pesar de lo que las referencias del mercado se han mantenido en los mismos niveles que en las semanas anteriores. Los novillos gordos se pagan a US$ 4,00-4,10 el kilo carcasa y los especiales en un eje de US$ 4,15. Para las vacas, las pesadas llegan hasta US$ 3,90 y las gordas generales se pagan a US$ 3,75-3,80. Las vaquillonas se pagan US$ 3,95-4,00.
Habrá que ver qué pasa en los próximos días, pero hay razones que llevan a pensar en una moderada corrección a la baja de los precios. Será algo coyuntural, porque las expectativas de mediano plazo siguen siendo favorables.