En el intento de aumentar el ingreso de divisas al país, el gobierno argentino decidió mejorar el tipo de cambio para las exportaciones hasta el día hábil anterior al balotaje del 19 de noviembre. A diferencia de anteriores medidas similares, en esta ocasión quedan incluidos una gran cantidad de rubros, entre ellos la carne.
Por poco menos de un mes los exportadores podrán liquidar 70% de los dólares al tipo de cambio oficial y el 30% restante a lo que popularmente se denomina contado con liquidación, cuya cotización sobre fines de la semana oscilaba en los Ar$ 870. De esta manera, el que algunos en Argentina pasaron a llamar “dólar balotaje” (uno de los tantos tipos de cambio con que cuenta el país) quedaba a poco más de Ar$ 500. La devaluación es del orden de 45%, por lo que se trata de un hecho significativo.
El novillo de exportación, a pesar de que en pesos argentinos subió en los últimos días a unos Ar$ 1.730 por kilo en pie, al pasarlo al nuevo dólar exportador quedó en US$ 3,42 el kilo carcasa. Aunque todavía por encima de sus socios regionales, se puso mucho más “a tiro”. Para ver la competitividad del producto argentino respecto a sus socios regionales hay que agregarle el impuesto de 9% a la exportación de carne, con lo que queda en unos US$ 3,70 el kilo. Previo a la devaluación se arrimaba a los US$ 5 el kilo.
Para el analista argentino Miguel Gorelik, la medida tendrá poco impacto en el complejo cárnico debido a que este tipo de cambio más favorable durará muy poco y en la ganadería se precisan tiempos más largos. “Para tomar decisiones en la industria de carnes se necesita un horizonte más amplio. Desde que se decide la compra de la hacienda, se la transporta, faena, orea, procesa, almacena, embarca y se cobran las divisas, se necesita una media de 3-4 semanas, al menos”, opinó Gorelik. Y agregó que “este nuevo estímulo puede ser apto para los próximos días, pero a medida que avancen las jornadas, la decisión de intentar aprovechar esta situación va a constituir un enorme riesgo”.