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El joven que se dedica a cazar las tormentas

Matías Mederos es un aficionado por la meteorología y, sobre todo, de las tormentas y por ello creo una comunidad para perseguirlas

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El pasado 4 de marzo Matías cumplió 24 años. Es un gran fanático de la meteorología, principalmente de las tormentas. No detecta un momento en el cual se haya fanatizado por este fenómeno, pero su padre atesora un vídeo de cuando era un niño en el cual le preguntaba por qué se paraba el viento.

Vivir del campo es vivir mirando el cielo, decía mi abuela y me quedó grabado. El marco económico general en el que se encuentra la producción agropecuaria de Uruguay demanda que las empresas incrementen su competitividad. Esto requiere que los productores incorporen nuevas tecnologías y que integren a su gestión nuevos elementos que permitan una mejor planificación y una disminución de los riesgos. Sin embargo, y aún en el caso de lograr optimizar sus sistemas de producción, las empresas agropecuarias están sujetas a enfrentar circunstancias adversas que están fuera de su control. Una de estas circunstancias a las que se enfrentan los productores agropecuarios la constituyen los eventos climáticos adversos, como las heladas, el granizo, las sequías, las inundaciones o los vientos extremos. En fin, saben de qué hablo.

Matías Iñaki Mederos Goycoechea tiene 24 años, es estudiante de meteorología en la UTU y es un apasionado por las tormentas. Nació en Montevideo y se crió en Ciudad de la Costa. Comparte su interés a través de las redes sociales y ha formado una gigantesca comunidad, de casi 19 mil seguidores en Instagram, en donde se hace llamar “el cazatormentas”.

“Lo que hago es analizar los modelos. Hago la tarea de pronosticador, pero hablo también con meteorólogos que me dan su opinión, y lo que hago es ir en busca de esas tormentas, por eso es que se las caza, voy en busca de ellas. No es que yo espero en un lugar a través de la tormenta. No, yo voy en busca de esas tormentas, me posiciono en un área hasta que se empiezan a desarrollar esas tormentas. Una vez que se empiezan a desarrollar esas tormentas, inmediatamente a la ruta y a perseguirlas”, comentó el joven a Rurales El País.

El pasado 4 de marzo Matías cumplió 24 años. Es un gran fanático de la meteorología, pero sobre todo de las tormentas.

Matías Iñaki Mederos Goycoechea tiene 24 años, es estudiante de meteorología en la UTU y es un apasionado por las tormentas .jpg

No detecta el momento en el cual se haya fanatizado por este fenómeno, pero su padre atesora un vídeo de cuando él era un niño en el cual le preguntaba por qué se paraba el viento. “Es una pasión; nací con esto, por lo menos así lo siento desde que tengo memoria”, contó.

Hubo situaciones que intensificaron esa pasión como, por ejemplo, el ciclón de 2005, un hecho muy importante y recordado en Uruguay. “Tenía cinco años y recuerdo algunas imágenes en mi cabeza de lo que fue vivir esa situación”, contó.

Otro momento que le quedó marcado fue el tornado de Dolores, en 2016. En ese entonces Marías tenía 16 años y mediante las redes sociales compartió imágenes y todo lo que su comunidad le mandaba.

Está cursando el primer año de la carrera de Meteorología -Tecnólogo en Meteorología- en la UTU del Latu. “Es una muy linda carrera, mis compañeros son un genios y los profesores también”, aseguró el joven, quien me pidió entrevistarnos por la tarde, porque dedicaba sus mañanas al estudio dado que se encuentra en plena época de parciales.

La carrera consta, principalmente, de matemáticas y física. También estudian meteorología general y prácticas meteorológicas. Se decidió por estudiar la carrera porque entiende que “no es lo mismo ser aficionado a ser un meteorólogo; tener un título y que tu palabra sea avalada o que se crea en tu palabra”.

“Creo que combinar la fotografía y conocimiento con una carrera y un título da un plus, primero, para uno mismo y, después, ante la sociedad”, expresó.

Calcula que en tres años se recibirá de Meteorólogo y tiene planes de trabajar en algún lugar, ya sea público o privado, pero entrar al Inumet (Instituto Nacional de Meteorología) sería su gran sueño.

“Lo que más me gusta es el pronóstico y, para eso, la observación es fundamental. Siempre se tiene que tener presente, así que también la posibilidad de trabajar como observador. Si bien ya soy observador, quiero ser meteorólogo, entonces preferí estudiar la carrera”, contó.

Un meteorólogo abarca muchas aristas, sobre todo, vinculadas al pronóstico. El pronóstico se realiza en base a un análisis de modelos y, previo a un debate con otros meteorólogos, se saca una conclusión sobre cómo puede comportarse la atmósfera en las siguientes horas o días. Lo que hace es un análisis robusto de los modelos para determinar eso.

Redes sociales. La expansión en las redes sociales fue un proceso que se dio algunos años atrás, el cual comenzó compartiendo fotografías. “La gente me envía muchas imágenes de diferentes fenómenos: granizo, viento, lluvia, tormentas, y eso lo voy compartiendo. Después hay gente -como yo- que se va copando. Le gusta el material, lo comparten, te empiezan a seguir y te empiezan a seguir. También empecé a involucrar todo lo que es mi fotografía. A la gente le gusta mucho eso y se siente informada. Eso es lo que está bueno, crear una especie de comunidad en donde todos compartimos cómo está el tiempo en la localidad y demás, y eso también es un gran material”, señaló.

Sobre lo ocurrido a nivel climático durante estos días, Matías habló desde el lugar que está hoy habilitado. Dijo que lo que ocurrió fueron unas secuencias de frentes que se estacionaron sobre el país, que generaron mucha inestabilidad, y que hubo muchas secuencias de tormentas constantes durante varios días. Las tormentas dejaron muchas precipitaciones, y eso fue lo que causó las inundaciones.

“Recordemos que antes también hubo muchas tormentas con mucha cantidad de lluvia. Entonces, los suelos quedaron recontra saturados de tanta precipitación, y con el nuevo frente semiestacionario que quedó ahí, dejando mucha lluvia, se volvió a inundar todo”, señaló.

Sobre los fenómenos extremos que se han dado en el país -y en el mundo- como la sequía histórica reciente y las actuales inundaciones, sostuvo que “no hay estudios firmes todavía que puedan indicar que suceden a causa de un cambio climático”. “Se tiene que estudiar si está vinculado o no. Se está mencionando en base a estudios, sí, que a medida que pasa el tiempo, se potencia por la variabilidad climática que hay. Pero hay que ver si es a causa del cambio climático o a causa de la variabilidad climática”, dijo.

Su disciplina, la meteorología, está más vinculada al corto plazo. “Yo quiero ser pronosticador, es decir, voy a estar vinculado a lo que va a pasar en las próximas horas o a lo que va a pasar en los próximos días. No a largo plazo. El cambio climático es una tendencia climatológica, o sea, se vincula al climatólogo”, señaló.

Por otra parte, Matías no está de acuerdo con que el Inumet tenga una imagen negativa. “En realidad, sabemos bien que la gente realmente no está de acuerdo con los pronósticos Inumet y demás. Pero hay que ser minuciosos, hay que pensar eso. Porque, en realidad, yo conozco lo que es el trabajo dentro de la institución por gente amiga y sé de todo el esfuerzo que meten y que le ponen para sacar un buen producto y un buen pronóstico. El tema es que a veces hay que entender que las situaciones pasan en un lugar aislado, o sea, por ejemplo, tenemos tormentas intensas que avanzan bien, se pone una alerta, y justo en una ciudad puntual, por decir Mercedes, sucede una catástrofe. Bueno, es un lugar puntual dentro de la alerta. No se puede tampoco sin un radar, sin más materiales, poder realmente decir, esto va a pasar acá. Porque falta tecnología, falta material. La gente da mucho palo sin ese conocimiento de lo que realmente está pasando y de lo que hay detrás. Obviamente, la gente, desde su conocimiento, también tiene derecho a enojarse, pero hay que analizar más en detalle”, expresó.

Para cerrar Matías invitó a que lo sigan en redes sociales, porque allí es el lugar en donde puedo explotar su pasión y lo que más le gusta. Allí la gente se copa mucho y comparten cómo está su localidad, suben sus fotos, sus vídeos, y él las comparte. Así se genera, lo que a él le gusta llamar, una educación meteorológica. “Saber qué es lo que está pasando en muchas partes del país, no solo en Montevideo, sino que también en el interior, que tiene grandes tormentas”, cerró.

Es Licenciada en Comunicación, egresada de la Universidad ORT en 2017. Trabaja en Rurales El País, sección a la que ingresó en agosto de 2020. Antes fue periodista agropecuaria en El Observador y productora en el programa radial Valor Agregado, de radio Carve. Escribe artículos para la revista de la Asociación Rural y se desempeña como productora del programada #HablemosdeAgro, que se emite los domingos en Canal 10.

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