Don Baez es una marca uruguaya que elabora productos para el hogar e indumentaria en base a lana fina y sin teñir, comprada directamente al productor agropecuario. Es una marca que apuesta al consumo responsable y a la sustentabilidad. Una marca que es totalmente atemporal y con una materia prima que la hace perdurable en el tiempo. Es también la primera Empresa B certificada en el rubro indumentaria en todo el país: busca ser mejor para el mundo y no solo la mejor del mundo.
Don Baez era Federico Weiss, el padre de Claudia, la directora del negocio. Él vino de Europa en 1956. Era checo, pero en un viaje se enamoró de Uruguay y nunca más volvió. Allá importaba lana de todo el mundo y en Uruguay montó una empresa para importar y exportar lanas, Montelan SA, en 1959.
Era la época en la que sobraban ovejas en Uruguay y Weiss quedó fascinado con el país, pese a no hablar ni una gota de español. Rápidamente tuvo gran éxito porque era reconocido por pagar al contado. Además, le dio valor a la lana negra o más bien marrón. Se encargó de conseguir clientes que valoraran ese nicho en Europa y los encontró.
“Papá vendía lo que nadie quería; esa era su cabeza”, contó Claudia Weiss. Ella estudió en Inglaterra, es economista de profesión, pero el negocio vino un tiempo después.
Trabajó muchos años junto a su padre y lo acompañaba a muchas conferencias y eventos mundiales de lana. En uno de esos viajes vio algo que en Uruguay no existía: prendas de lana confeccionada. “Yo soñaba con comprar la lana y hacer todo el proceso. Veía chaquetas, mantas y gorros. Los productores tenían su lana y ellos lo hacían. Eso me encantaba”, contó.
En el medio rural, su padre era conocido como Don Baez. La paisanada pronunciaba el apellido Weiss de esa forma... así que estaba claro el nombre de la marca y la materia prima a utilizar.
Su hermana Diana es diseñadora de modas y artista, por lo que la ayudó mucho con los diseños en un principio.
La empresa, que hace 25 años camina, compra la materia prima directamente al productor. La más fina que encuentra en el mercado: 22, 23 y 24 micras de lanas Ideal, Merino o Merilín en blanco, visón y marrón.
“Ubico a los productores que tienen esa lana, la lavamos y hacemos las telas. Compramos directamente al productor como lo hacía mi padre”, aseguró.
Una de las premisas de Don Baez es vestir lana los 365 días del año. Diseñan y fabrican prendas atemporales para crear conciencia en los clientes: “entender que somos uno con la naturaleza y que nuestra vida interactúa constantemente con ella puede hacernos más conscientes del cuidado que nuestro planeta necesita y que, si cuidamos al medio ambiente, nos estamos cuidando a nosotros”.
Desde sus inicios, Don Baez recicla todos los desechos textiles, ya sea realizando llaveros, borlas y otros artículos pequeños. Además, todos los productos son 100% de lana fina sin teñir. El hecho de no teñir la lana reduce el consumo de agua (aproximadamente 20 litros de agua por cada kilo de lana).
Su premisa es: “comprá menos, elegí mejor y hacelo durar”. Al igual que sucede con el consumo de alimentos, en el mundo se ha generado un movimiento que rechaza lo sintético y descartable.
“Es una obsesión para mí que no se tire nada”, explicó Claudia Weiss.
A base de recortes, se generó la línea Weekend en donde desarrollan chaquetas, chales, mantas, etc. Y con los desechos de esa línea se hacen borlas, llaveros, anillos, zapatos y ropa de bebé.
“Desarrollamos una línea, que se llama Weekend, que es una con técnica patch. Es un patch inteligente, no pegamos donde cayó la tela”, agrego Ana Ugarte, gerente de Don Baez.
“Acá todo se reutiliza. Más tarde o más temprano se va colocando. La gente se copa y nos dice ‘te compré un regalo solo para tener la borla’. Las bolas están decorando las puertas de los placares de mucha gente”, contaron riendo.
Hace dos años comenzaron con la movida de postularse para ser empresa B. La hija de Ana realizaba su tesis sobre este tema y Don Baez fue su “conejillo de indias”.
Empresa B. Don Baez es la primera empresa B certificada en el rubro indumentaria en todo Uruguay. Sistema B es una organización sin fines de lucro que cree que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, los movimientos sociales, los ciudadanos y la responsabilidad social de los negocios, todos juntos, deben trabajar junto a las Empresas B y otros actores económicos en América Latina, para construir una nuevo economía en que el éxito y los beneficios financieros trabajen por construir una economía más justa, equitativa y regenerativa para las personas y el planeta
Las empresas B son un nuevo tipo de negocio que equilibra propósito y beneficio, considerando el impacto de sus decisiones en sus trabajadores, clientes, proveedores, comunidad y medio ambiento Son empresas que buscan ser mejores para el mundo y no solo las mejores del mundo.
Aseguraron que no es difícil obtener el certificado, pero sí hay que ser metódico, ordenado y cumplir. “Nos ayudó a tener un protocolo con los empleados, mejorar los beneficios que damos. Organizarnos con los proveedores y clientes, realizar encuestas de satisfacción”, dijo.
De hecho, hay un tutorial para controlar que todo funcione. Hay otro capítulo sobre los residuos. Se generó un compost para manipular la basura.
“Fue un proceso lindo, llegamos a buen puerto y estamos aggiornados con los tiempos y en línea con lo que queremos ser. Ahora esperamos que el público general siga tomando conciencia”, cerró Claudia Weiss.