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Darío Jorcín: "La vaca les gana, pero la lechera más"

Se realizó la tercera edición de Protagonistas del Agro, un evento organizado por la Agropecuaria de Dolores, el cual propone conocer más sobre la vida de actores claves relacionados con el agro. En esta ocasión participaron Darío Jorcin, Carlos María Uriarte y Gerardo Zambrano

Darío Jorcín

Los protagonistas de este año no necesitan presentación. Pero quizás hay datos de ellos que no los conocía. Por ejemplo, ¿sabía usted que Darío Jorcín, además de ser un exitoso productor agropecuario, fue campeón de rally, cantante y campeón de voleibol?

Sus primeros recuerdos de trabajo en el campo están vinculados a su madre y la elaboración de quesos. “Recuerdo a mi madre revolviendo el tacho de queso mientras yo iba a una tapera vieja a buscar ramas de eucalyptus para prender el fuego. Un día le llevé varias ramas verdes y la quesería se llenó de humo. Ese día decidí que no iba a hacer quesos, sino que iba a ordeñar”, contó el productor.

A temprana edad tenía claro que iba a trabajar en el campo. Es un fiel creyente del “la vaca les gana”, pero en su caso se trata de la vaca lechera. “Marcó mi vida”, dijo.

Desde su punto de vista las cosas se logran “trabajando y cumpliendo”. Parte de su éxito se explica por la diversificación de rubros: agricultura, lechería, ganadería. Según dijo, la ganadera siempre fue la caja de ahorros, aunque hoy es más que eso.

“El capital intelectual se puede comprar, pero el capital emocional solo se construye. Las emociones y los sentimientos terminan siendo lo que sentimos por la vida, por la empresa”

Sin embargo, sostuvo que la lechería brinda seguridad: “hoy sabés lo que vas a cobrar el mes que viene. La lechería ayuda a administrarte”.

Si bien reconoce que el sector atravesó momentos muy duros, la estructura y escala de su empresa (11 tambos con 3.500 vacas en ordeñe) además de la mano ganadera y agrícola permitieron tapar los agujeros y evitar las penurias de la incertidumbre.

“El día de pagar a los empleados siempre estoy. Es la forma que me vean y me cuenten sus problemas. En casa trabajan 110 personas. A todos hay que saludarlos y conocer a la familia. No todos los aprecian, pero la gran mayoría sí”, dijo.

Para finalizar su espacio, Jorcín admitió: “El capital intelectual se puede comprar, pero el capital emocional solo se construye. Me alcanza con lo que tengo, pero no estoy conforme con todas las cosas y por eso voy a seguir construyendo”.

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