La industria cárnica uruguaya reafirma su posición en el mercado global como un referente de calidad y sostenibilidad, enfrentando desafíos y explorando nuevas oportunidades. Este fue el eje central de la charla “Nuevos Atributos de Valor en la Cadena Cárnica: Desafíos y Oportunidades", organizada por Angus Uruguay. Con la participación de destacados referentes del sector, el evento abordó temas clave como la certificación de carne, la trazabilidad y los avances genéticos, posicionando a Uruguay como un actor competitivo en un mercado internacional en constante evolución.
El pasado 19 de noviembre se llevó a cabo de forma virtual una charla que reunió a destacados referentes del sector, como el Ing. Agr. Walter Baethgen, vicepresidente de INIA; el Lic. Eduardo Urgal, director de Frigorífico Pando; el Lic. Martín Secco, director de Frigorífico San Jacinto - Nirea; y el Dr. Diego Oribe, secretario de Angus Uruguay. Moderada por el Dr. Mauricio Rodríguez, directivo de Angus Uruguay, la charla abordó los principales retos y perspectivas para agregar valor en la cadena cárnica, destacando tendencias y oportunidades clave para el sector.
La conferencia se dividió en tres bloques principales. El primero contó con la bienvenida oficial del presidente de la Sociedad, Juan Pablo Pérez Frontini, seguida por una disertación del ingeniero Walter Baethgen. En el segundo bloque, participaron figuras clave como el Eduardo Urgal, Martín Secco y Diego Oribe.
En sus palabras iniciales, el presidente de Angus Uruguay, Juan Pablo Pérez Frontini contextualizó la relevancia del Programa de Certificación de Carnes Angus, un activo fundamental que celebra 21 años de trayectoria. “Es un programa con un largo camino recorrido y una cantidad significativa de aprendizaje”, destacó, enfatizando su alcance, que involucra 12 plantas frigoríficas y la certificación de 2.850.000 kilos de carne en lo que va del 2024. Con más de 400 certificados emitidos a 31 países, el programa se posiciona como un ejemplo de calidad y profesionalismo.
La segunda parte de la conferencia estuvo a cargo del Ing. Agr. Walter Baethgen, vicepresidente de INIA (leer en página 2). La tercera parte del evento sobre la cadena cárnica inició con la presentación de un panel de expertos con trayectorias destacadas.
En este bloque, los panelistas reflexionaron sobre cómo los atributos tradicionales del sector siguen siendo el cimiento de su desarrollo, pero también señalaron las necesidades de adaptación ante las demandas del mercado global. Eduardo Urgal destacó que el éxito en la exportación de carne de calidad depende no solo de la consistencia y la escala, sino también de las relaciones dentro de la cadena de valor: “El desarrollo de relaciones es un viejo atributo que toma cada vez más relevancia en la ganadería uruguaya”.
Martín Secco, por su parte, hizo énfasis en los desafíos que enfrenta Uruguay, como la reciente normativa europea sobre deforestación. Resaltó cómo la trazabilidad y la institucionalidad han permitido al país estar a la altura de exigencias internacionales, asegurando que el sector cárnico continúa adaptándose y superando obstáculos con un enfoque a largo plazo.
Diego Oribe compartió la reciente experiencia de Angus en el SIAL París, una de las ferias alimentarias más importantes del mundo. Destacó la presencia sólida y profesional de Uruguay, gracias al apoyo del INAC, y reflexionó sobre el valor de los bienes públicos como la trazabilidad: “Es una herramienta que hoy nos permite posicionarnos frente a desafíos globales, como el tema de la deforestación”. El evento, que reunió voces expertas de diversas áreas de la cadena cárnica, subrayó la importancia de trabajar con una visión integral. Con una industria que evoluciona constantemente, Uruguay reafirma su lugar como un actor competitivo y comprometido con la sostenibilidad y la excelencia.
La charla también abordó los desafíos que enfrenta Uruguay en un contexto global cambiante, donde aspectos como la deforestación y las certificaciones ambientales adquieren un rol central. “Europa nos marca la agenda en temas ambientales, pero no podemos ignorar mercados como China, que tienen otras prioridades. Debemos diversificar estrategias y mantener abiertos todos los mercados, incluso aquellos que hoy parecen secundarios”, explicó Secco, quien también subrayó la importancia de preservar relaciones comerciales sólidas y de adaptarse a las nuevas demandas internacionales.
En este sentido, los panelistas coincidieron en que las certificaciones y atributos diferenciadores son herramientas clave. “No es lo mismo una carne certificada Angus que una genérica. Los consumidores valoran y están dispuestos a pagar por garantías que les brinden confianza”, comentó Oribe, quien resaltó la necesidad de darle un enfoque comercial a los atributos de sostenibilidad que Uruguay ya practica desde hace décadas.
Finalmente, se destacó la capacidad de Uruguay para coordinar esfuerzos entre los sectores público y privado, generando bienes públicos que refuercen la competitividad del país. “Uruguay tiene un historial de producción sostenible que es un valor agregado en sí mismo. Lo que falta es potenciar esa narrativa y comunicarla mejor a nivel global para diferenciarnos como una cadena eficiente y comprometida con el medio ambiente”, concluyó Oribe.
Además, el posicionamiento de Uruguay como un país carbono neutro es un tema estratégico. Con indicadores destacados en energía renovable y conservación de ecosistemas naturales, Uruguay tiene ventajas comparativas claras. Sin embargo, expertos del sector consideran que falta una estrategia nacional coordinada para posicionar al país en los mercados internacionales, aprovechando estos atributos para beneficio de sectores como la carne y el turismo.
En cuanto al crecimiento de la cadena cárnica, el foco debe estar en aumentar la producción, distribuyendo mejor los costos y capturando nichos de mercado mediante diferenciación de productos. “El camino es largo y las relaciones estructurales con clientes toman años. Esto requiere un enfoque a largo plazo, lejos de decisiones coyunturales, y un fortalecimiento institucional continuo”, concluyeron los referentes del sector.
Como mensaje final, Urgal destacó la importancia de las relaciones y el potencial de Uruguay como productor de carne altamente valorada en los mercados internacionales. Señaló que los desafíos regulatorios evolucionan, ejemplificando con la disminución del protagonismo de la fiebre aftosa y el surgimiento de nuevas exigencias como la huella de carbono. También subrayó la relevancia de mantener un enfoque ambiental amigable, resaltando iniciativas como el Bono Verde, siempre priorizando políticas que impulsen la eficiencia y competitividad del sector. Uruguay, dijo, lleva consigo la responsabilidad de ser una referencia ganadera global, lo que implica estar preparado para los cambios internacionales y fortalecer sus herramientas como la trazabilidad y garantías sustentables.
Por su parte, Secco valoró el esfuerzo conjunto para mejorar la cadena agropecuaria, reconociendo a Uruguay como un ejemplo en políticas de Estado para el agro, incluso con cambios de gobierno. Destacó la importancia de la diferenciación en los mercados internacionales y la relevancia de las garantías que ofrece Uruguay, como la trazabilidad. Además, resaltó el papel motivador de iniciativas como este evento, que contribuyen a posicionar al país con atributos únicos. Aseguró que Uruguay debe continuar construyendo sobre esta base institucional para consolidar su lugar en el mercado global.
Oribe resaltó la fortaleza de la institucionalidad uruguaya y su impacto positivo en eventos como el SIAL. Felicitó a la industria por su capacidad de competir en mercados internacionales, destacando el valor agregado que generan las marcas privadas. A futuro, abogó por una mayor alineación entre los actores públicos y privados para fortalecer la marca Uruguay y diferenciarse de competidores.
Genética para producir la mejor carne del mundo
Sin dudas, los avances en genética están marcando una evolución significativa en la ganadería nacional. Según Oribe, las tendencias observadas en las pruebas de evaluación genética muestran “una mejora continua en los indicadores de calidad de carcasa, lo que confirma el impacto positivo de las tecnologías aplicadas en este campo”. Un factor clave ha sido la incorporación de la genómica a las evaluaciones. Oribe destacó que esta herramienta “va a generar más precisión en la información” y ha permitido que los criadores adopten un enfoque más informado. Este cambio se refleja en que “hoy los criadores quieren saber, y eso habla de una evolución muy positiva”.
Además, los incentivos económicos en la cría han estimulado esto, fomentando la inversión en genética de calidad.
La relevancia de la cuota 481 y el futuro de la carne uruguaya
La tercera parte del evento sobre la cadena cárnica inició con la presentación de un panel de expertos con trayectorias destacadas. Eduardo Urgal, licenciado en Gestión Agropecuaria, productor agropecuario y director de Frigorífico San Jacinto, fue el primero en ser introducido. Se le reconoció como un aliado clave del programa de certificación de carne de Angus Uruguay. Junto a él, Martín Secco, licenciado en Administración de Empresas, con más de 35 años de experiencia en la industria frigorífica, aportó una visión consolidada del sector. Cerró la presentación el Dr. Diego Oribe, presidente de la Comisión de Carne Angus y productor agropecuario, quien destacó por su trabajo en la Sociedad de Criadores de Angus del Uruguay y su implicación en proyectos clave para la ganadería nacional.
Durante la charla sobre el rol del Angus en las cadenas de valor, uno de los temas destacados fue la importancia de la cuota 481, un ejemplo clave de cómo Uruguay ha sabido aprovechar oportunidades para diferenciarse en el mercado internacional. Según los expertos, esta cuota no solo permitió el acceso a un nicho de alta calidad, sino que también impulsó a Uruguay a posicionarse como líder en la producción y exportación de carne terminada a grano, logrando reconocimiento internacional.
Urgal destacó que la cuota 481 dio previsibilidad a la industria cárnica uruguaya, un elemento esencial que no existía anteriormente. “La previsibilidad permitió proyectar precios de venta y reducir riesgos para todos los actores de la cadena, desde el productor hasta la industria. Esto marcó un antes y un después en la forma en que se hacían negocios en Uruguay”, afirmó. }
Por su parte, Mauricio Rodríguez enfatizó cómo Uruguay logró una ventaja sobre Argentina en este segmento gracias a su rápida adaptación y a una visión estratégica clara. “La cuota 481 demostró que somos capaces de generar prosperidad y diferenciarnos como proveedores de carne de alta calidad y consistencia”.
La cuota 481 no solo dejó lecciones sobre cómo aprovechar nichos de mercado, sino que también marcó un camino sobre el que Uruguay puede seguir construyendo para enfrentar los retos del comercio global de carne, consolidando su lugar como un proveedor confiable y diferenciado.