La lechería apuesta a crecer. Tras recibir las 515 hectáreas de la Colonia Teresa Buzzalino, donde el pasado viernes, con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou, la Agremiación Tamberos de Canelones (ATC) firmó el contrato definitivo con el Instituto Nacional de Colonización, la gremial de tamberos apunta a repetir esta iniciativa con otros campos del Ente.
“Estamos muy contentos porque con este contrato se abrió la puerta para otros proyectos productivos que tenemos”, afirmó a El País el directivo de la Agremiación Tamberos de Canelones, Justino Zabala.
En el marco del contrato, en el predio de la Colonia Teresa Buzzalino, la ATC arrienda 350 hectáreas. De esa superficie, hay 200 hectáreas que se destinan a la agricultura y en las otras 150 que son de monte natural, se desarrolla el pastoreo con ganado de carne, explicó Zabala. Los proyectos productivos de la ATC benefician a 100 productores, pero dependiendo del año, pueden llegar a beneficiar a un mayor número de productores lecheros y ganaderos, que por lo general, son de pequeño porte.
El proyecto en su fase agrícola, apunta a la producción de forraje “para abastecer a los socios de ATC con grano húmedo o reservas forrajeras”, agregó el dirigente.
A su vez, para el proyecto ganadero, “se llamó a socios interesados para formar un grupo, se compró ganado de cría y se aprovechan esas hectáreas que tenían poco uso para el pastoreo”, destacó Zabala. Incluso la ATC le ofrece la posibilidad de pastorear a productores muy pequeños que no tenían donde poner sus vacas.
El proyecto contó con asesoramiento del Ministerio de Ambiente, divide en tres las áreas de trabajo según el uso productivo. En la zona de alto uso productivo, actualmente bajo cultivo, se cumplen recomendaciones como no laborear ni aplicar herbicidas en los desagües, en sus zonas de amortiguación y en el área de suelo desnudo.
En la zona de uso productivo medio, se desarrolla ganadería. Allí hay un tajamar, se recomiendan cultivos, reservorio de semillas y buenas prácticas para el acceso al agua del ganado, preservando el bienestar animal, pilar básico de la producción animal en Uruguay.
A su vez, la zona de uso productivo bajo está asociada a la superficie ocupada por el monte nativo. Allí se evitan actividades que contravengan las medidas de protección establecidas por el Plan de Ordenamiento de Canelones. La preservación del medio ambiente es fundamental y es otro de los puntos fuertes de la producción agropecuaria local.
Compromiso con el campo.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, afirmó que el gobierno está comprometido con preservar la producción agropecuaria, la economía, la soberanía y el arraigo de los trabajadores al campo. Agregó que es una “preciosa oportunidad” el buen momento que atraviesa, en precios, el sector lechero.