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Mattos admitió que negarse a aprobar el negocio entre Minerva y Marfrig “puede traer consecuencias negativas” para Uruguay

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, consideró que el Instituto Nacional de Carnes (INAC) volvió a pedir “cautela” mientras el Poder Ejecutivo analiza cómo afecta la concentración en la industria frigorífica, con el negocio global de Minerva que comprará 16 plantas frigoríficas, incluyendo tres de Marfrig en Uruguay

Fernando Mattos.

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, consideró que el Instituto Nacional de Carnes (INAC) volvió a pedir “cautela” mientras el Poder Ejecutivo analiza cómo afecta la concentración en la industria frigorífica, con el negocio global de Minerva que comprará 16 plantas frigoríficas, incluyendo tres de Marfrig en Uruguay.

Tras declaraciones contundentes del presidente del INAC, Conrado Ferber, que en su postura no comparte esta operación y que Minerva quede con siete frigoríficos, el ministro Mattos se desmarcó. En declaraciones a Valor Agregado de Radio Carve, el secretario de Estado consideró que “INAC debe alinearse a la posición del Poder Ejecutivo. Es el asesor de alguna manera de políticas ganaderas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Presidente de INAC es un representante del Poder Ejecutivo”. De este modo se desmarcó de la postura del Presidente del INAC, que había salido a manifestar la preocupación del gobierno por una posible concentración si se concreta el negocio.

“Comparto la línea, tal vez no la profundidad en el análisis porque creo que hay otras cuestiones que debemos tener cautela, tenemos que dar las garantías, el Uruguay es un país que sale al mundo a vender las inversiones, es un país que tiene que dar las garantías del debido proceso”.

En ese sentido recordó que la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia, que “es independiente, que asesora al Poder Ejecutivo y el Poder Ejecutivo, no es vinculante, es un asesoramiento que comisiona y defiende la competencia. O sea, la decisión política , lo hablábamos con el Presidente de la República va a ser importante. En definitiva es una decisión política que obviamente va a escuchar y va a analizar en profundidad los aspectos técnicos que analiza esta comisión y más allá de eso, los servicios del propio Ministerio y del INAC, vamos a escuchar todas las voces para tomar una decisión que no es fácil, porque decirle que no una inversión es un tema, pero vamos a esperar sin generar excesivas presiones sobre el dictamen que tiene que tomar la citada comisión”.

Sin desconocer la preocupación de todo el sector ganadero por cómo incidirá el negocio en el mercado, Mattos reconoció que “también es cierto que una negativa a una operación de esta naturaleza puede generar consecuencias no deseadas, por ejemplo, que no hay muchos casos de cierres de plantas en Uruguay, pero es un extremo que puede llegar a ocurrir. No es que lo deseen y lo busquen, pero acá uno de los grandes problemas que históricamente ha acarreado la industria que es un sobrecosto muy importante y un nivel de capacidad ociosa que no se ha podido revertir a pesar de la evolución del sector ganadero”.

Capacidad ociosa. Mattos recordó que “Uruguay tiene una capacidad instalada que inclusive va creciendo porque en pocos años tenemos más actores funcionando, industrias que se han ampliado en su capacidad, el propio frigorífico Tacuarembó, se va a ir a 1.500, 1.600 reses diarias”.

Agregó que BPU hace 10, 15 años no estaba en Uruguay y es un actor que también, “si aprieta el acelerador puede pasar a un nivel parecido de faena porque capacidad tiene e infraestructura industrial también. Entonces en realidad el Uruguay no ha logrado sostener una extracción y una faena en torno o superior a 2.400.000 reses y eso determina claramente que la capacidad industrial instalada que supera las 3 millones de redes, tiene un factor de sociedad que normalmente anda en un 30%, 40% y hasta un 50% en algún caso”.

Días atrás, en el marco de la Expo Prado, en el marco de la conferencia “Hablemos del Negocio Ganadero”, el panelista Marcelo Secco, CEO de Marfrig en Uruguay, dijo que si el negocio global no se concreta, la idea de Marfrig es seguir operando las 3 plantas tal cual lo viene haciendo hoy.

La preocupación del gobierno, según lo expresado por Mattos, es que Marfrig pueda cerrar alguna de las tres plantas que abarcan el negocio.

No hay muchos casos de cierre de industrias, pero puede ser un abrogativo de una industria, por algo ellos quieren salir del negocio parcialmente porque no se retira del todo, Marfrig permanece y va a apostar a un nicho de mercado de mayor valor agregado, todo lo que hemos escuchado en los análisis, pero nosotros tenemos que también analizar qué consecuencias puede tener una eventual negativa”, remarcó Mattos.

El Ministro reconoció que por un lado Uruguay sale al mundo pidiendo “que inversiones vengan porque no quieren involucrar el nombre de las empresas, ni las personas, ni la gestión, que me parece que son empresas que han apostado al Uruguay, que han hecho bien sus cosas, pero en esa recomposición de lo que es la estructura de faena, a mí tampoco me cae muy simpático que una empresa, cualquiera ella sea, tenga más del 40% de la capacidad de faena del país”.

Según la visión de Mattos “es un factor de alerta. Tal vez no ocurra nada, pero sí puede ser un factor distorsionante de la formación del precio y creo que no hay nada más importante en Uruguay que la comercialización del ganado en volumen. Si sumamos el ganado gordo más el ganado reposición que está muy correlacionado uno con el otro, es realmente una operación que debemos transmitir tranquilidad y confianza a los sectores”.

Negativa. El titular del MGAP consideró que para el gobierno “es una decisión compleja no permitir la concreción del negocio”. Es que hay un grupo de capitales saudíes que maneja una subsidiaria de Marfrig (BR) y que está vinculado de una forma u otra a las dos empresas.

En ese sentido, Mattos dijo que “eso es un factor importante del análisis para ver en qué entorno estamos. Acá las dos compañías que supuestamente tienen que competir tienen un nexo, que es el grupo Salik, que va a tener participación en ambas empresas. También es cierto que este negocio, el negocio uruguayo, digamos así, dentro de la operación total, es una parte minoritaria del negocio global. Quedó por fuera, digamos, de lo que es Brasil, Argentina y Chile. Quedó por fuera, pero si analizamos individualmente el global del negocio, este negocio uruguayo es el 6% de la operación total, no debiera tener una mayor incidencia en el resultado final, si nos importa mucho en lo que ocurre aquí internamente”.

La preocupación del sector ganadero es la formación de precios de la hacienda y se pone como ejemplo lo que sucede en Paraguay, donde hay 11 frigoríficos exportadores y Minerva maneja más del 40% de la faena. En ese sentido, el titular del MGAP dijo “puede manejarse como una referencia, pero todos sabemos que las condiciones de Paraguay y de Uruguay son distintas. Allá las industrias exportadoras son menos que en Uruguay, el efecto también de opción comercial es mucho más limitada, tenemos un tema de infraestructura que es muy diferente. Allá llueve en una zona del Chaco y realmente la faena cae abruptamente, los picos de oscilación de formación del precio allá tienen otros componentes que están relacionados con la infraestructura, un mercado interno que pesa mucho más que lo que en términos relativos pesa en el Uruguay”.

Es por eso que el jerarca entiende que “hay comparaciones que a veces no se pueden trasladar, hay una debilidad institucional mayor, es decir, yo creo que la fortaleza de Paraguay en la materia institucional de disponibilidad de información también. Hay diferencias que tenemos que tomar, pero estamos hablando de este mismo actor que no sé si se le puede atribuir la responsabilidad de generar este comportamiento errático del precio en Paraguay que es lo que nos han transmitido las propias gremiales que nos hemos encontrado en este ciclo de exposiciones donde el presidente de la Rural de Paraguay fue muy enfático a decir que en Paraguay está un gran problema. Ahora creo que estamos todos en un gran problema porque el gran problema hoy es el precio del ganado, el precio del ganado está muy deprimido en los países que manejan más o menos las reglas de mercado”.

Condiciones. Consultado acerca de que el gobierno establezca algunas condiciones para aprobar el negocio entre Minerva y Marfrig, Mattos consideró que “sería saludable”. Aun así, consideró: “hay que ver los meandros y los extremos de exigencias legales que se puedan tomar, pero a mí me parece que claramente tenemos injerencia en lo que respecta a un instrumento que la industria ha utilizado que ha sido el seguro de paro extendido”.

Agregó que ayuda mucho, “en la medida que muchas veces los mercados tienen, como nos ocurre con China hoy, el mercado está lento, no hay demanda o hay un problema de oferta de ganado o el ganado tiene algún tipo de característica que no se cierra con el plan de negocios y es saludable que la industria no pueda tener una prerrogativa más allá de las licencias, de tener algún periodo de parada, sin desafectar al equipo, porque después cuando vuelven las condiciones normales del mercado, poder retomar gente entrenada y que esté capacitada con todos los elementos de seguridad y calidad que aseguran la inocuidad y la calidad del producto que generan”.

Mattos consideró que “no sería lógico que una empresa que tiene 4, 5 o 7 plantas frigoríficas, en el caso extremo que se está planteando hoy de la compra. Es decir, no sería razonable que Minerva se adquiere la administración, la propiedad y la administración de 7 plantas, tuviera 3 o 4 paradas al mismo tiempo, no sería algo razonable y que todavía el Estado tenga que poner dinero para poder financiar”.

El sistema de seguro de paro extendido “es un mecanismo a efectos de mantener el vínculo de empleo y de dependencia de estas industrias para poder sortear en la industria frigorífica situaciones excepcionales de mercado o de oferta de ganado que no le permitan la operación normal”, destacó el jerarca de gobierno.

“Ahora es diferente cuando esto se pueda estar siendo utilizado para regular la demanda, regular la oferta, entonces creo que ahí hay que analizarlo en función del resultado y que tengamos. Yo no creo que además que esta empresa que está invirtiendo un dinero importante porque es una operación de gran porte, lo esté haciendo para hacerse de una margen de mercado. Las plantas se adquieren para hacerlas funcionar y hacerlas activas, aprovechar las cuotas, aprovechar los antecedentes y aprovechar la marca porque cada una de estas plantas traen aparejadas marcas que internacionalmente son conocidas”, insistió el Ministro.

Escuchá la entrevista completa:

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