La intoxicación por plantas tóxicas en Uruguay causa pérdidas en la ganadería por US$ 27.900.000 al año. El problema se registra a lo largo de todo el año, pero se acentúa durante la sequía en épocas posteriores, cuando el forraje escasea.
Asimismo, pasada la seca, hay enfermedades oportunistas que surgen y es por eso que la Dirección de Laboratorio Veterinario “Dilave” Miguel C. Rubino, alertó a los productores, enumerando alguno de los problemas. Solo se incluyen aquellas enfermedades cuya morbilidad relativa aumenta en forma estadísticamente significativa en los 3 meses siguientes a las sequías extremas, como la pasada.
En períodos de post-sequía tienden a predominar las intoxicaciones, porque las plantas tóxicas son las primeras en rebrotar y el ganado está hambriento.
Sorgos. Brotes de alta mortalidad por esta intoxicación ya se han reportado en algunas partes del país. Las especies forrajeras del género Sorghum, así como la maleza conocida como Sorgo de Alepo (Sorghum halepense) contienen glucósidos cianogénicos, los cuales son liberados mediante acción enzimática en el rumen de los animales o dentro de las propias plantas, produciéndose ácido cianhídrico (HCN).
Este compuesto es altamente tóxico para los rumiantes, provocando un cuadro agudo de hipoxia, caracterizado por dificultad para respirar, ansiedad, inquietud, signos nerviosos y muerte 1 o 2 horas luego de la ingestión de la planta. Inclusive puede provocar casos hiperagudos donde los animales mueren 10 a 15 minutos luego de su consumo.
Los factores de riesgo que favorecen la acumulación de glucósidos cianogénicos en estas plantas son: períodos de sequía, alto contenido de nitrógeno en el suelo (generalmente asociado a sequía), rebrotes de las plantas luego de lluvias y/o pastoreo de plantas con bajo porte (menos de 20 cm de altura o 7 semanas de plantío).
Pasto Miel. En el otoño, luego de verano secos, las inflorescencias de Paspalum dilatatum (pasto miel) y P. notatum, presentan un gran número de esclerocios de Claviceps paspali. Esta situación se agrava en aquellas zonas donde hubo una masiva proliferación de insectos como el Astylus atromaculatus o “7 de Oro” (como oportunamente informamos para la región suroeste del país), ya que este insecto aumenta la diseminación y la contaminación del pasto miel.
Los esclerocios contienen varias toxinas tremorgénicas: paspalina, paspalicina, paspalinina, paspalitrem A, B y C, que, al ser ingeridos por el ganado, producen un síndrome tremorgénico típico.
Los animales muestran agresividad, orejas erectas, temblores finos movimientos de negación con la cabeza y caen si se los excita mucho.
Coccidiosis. Es una enfermedad parasitaria intestinal, que afecta a los terneros principalmente luego del destete. Ocasiona pérdidas productivas y económicas por mermas en las ganancias diarias de peso, mortandad de animales y costos de tratamientos. Es una enfermedad causada por protozoarios del género Eimeria (Eimeria bovis y Eimeria zuernii). La mayor incidencia se da principalmente en otoño cuando la humedad y temperatura son favorables, época que coincide con los destetes.
Bocopa: enfermedad con una alta toxicidad
El Bocopa es una enfermedad del ganado altamente tóxica causada por el hongo Ramaria flavo-brunnescens, conocido como “hongo de los Eucaliptus”. La enfermedad presenta alta morbi-mortalidad y afecta principalmente bovinos y ovinos, pero también puede ocurrir en cerdos domésticos, jabalíes y equinos.
El crecimiento del hongo se produce en montes de Eucaliptus y es masivo en otoño, especialmente luego de veranos secos como el presente año. La intoxicación se produce cuando los animales ingieren el hongo y los síntomas pueden verse a los 3 a 4 días después del consumo: babeo, adelgazamiento progresivo debido a ulceraciones extensas y desprendimiento del epitelio de la lengua, dificultad para desplazase por desprendimiento de las pezuñas y caída de los pelos de la cola .