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El precio para la celulosa mejoró 8% frente a 2021

Si se mide el promedio de exportación del primer semestre de 2022 frente al promedio anual de 2021, este año se ha exportado en el eje de los US$ 610 FOB, al tiempo que el año pasado fue de US$ 565

Silvopastoreo, forestación

La forestación ocupa un lugar cada vez más preponderante en la economía nacional y en el sector agroexportador. Con la segunda planta de UPM en construcción, los indicadores del rubro son de vital importancia, ya sea en las exportaciones, como en la mano de obra y en el uso del suelo dentro del territorio nacional. Se estima que de aquí a algunos años, si no se encuentra en el primer lugar en cuanto a exportaciones por monto y volumen, seguramente sea el segundo.

El año 2019 marcó un cambio de situación para el mercado de la celulosa, fundamentalmente debido a un sobrestock en Brasil que presionó los precios a la baja y obligó a las principales economías a demandar algo menos. A su vez, los primeros impactos de la recesión mundial de la pandemia en 2020, donde inicialmente ni siquiera se concretaban las exportaciones, derrumbaron el precio de este producto.

Es preciso recordar que la celulosa en buena medida es utilizada para bienes que dejaron de consumirse, como es el caso de papel de impresión en el funcionamiento de los centros educativos o las oficinas. Para el cierre de dicho año calendario, el promedio de exportación FOB de celulosa desde nuestro país anduvo en el eje de los US$ 400.

Ya en 2021, con una reactivación paulatina de las economías, el rebote post primer impacto de la pandemia y la puesta en funcionamiento de la normalidad y la presencialidad, el precio comenzó a recuperarse. Es de esta forma que el primer semestre cerró con un promedio de US$ 480 la tonelada, al tiempo que el 2021 cerró con una media de US$ 565 dólares por la tonelada de celulosa.

Esto fue una gran noticia para Uruguay, con la reanudación de sus actividades y una mejora en la ecuación de un sector que se encuentra en expansión. No obstante, la realidad constatada en el presente 2022 es aún mejor. El precio promedio de la tonelada exportada en el primer semestre de este año, según números de Uruguay XXI y corroborados por la Sociedad de Productores Forestales, fue del eje de los US$ 610 en valor FOB. Esto marca un crecimiento cercano al 8% si se mide frente a los 12 meses del 2021.

Si bien existe una gran interrogante acerca de la recesión que pueden tener los mercados de las principales economías en este proceso inflacionario que se está registrando a raíz de distintas coyunturas internacionales, entre las que destaca el atraso logístico post pandemia y la invasión rusa a Ucrania, las buenas noticias pasan por una reactivación contracíclica de China en la demanda de productos derivados del sector forestal, así como sucede con otras economías en franco desarrollo del sudeste asiático.

Diversificación de producto

A su vez, la semana pasada se concretó la exportación del primer buque con chips de Eucalyptus dunnii con destino al continente asiático, más concretamente a China. El Buque Dragon Sky zarpó con unas 50.000 toneladas de este producto, en un negocio conjunto entre las empresas exportadoras Foresur, Comercializadora Grupo Forestal y Forestal Atlántico Sur. Esto marca un hito importante para el rubro que agrega un producto a la cartera de negocios.

25.000 puestos de trabajo 4% de PBI

Según un estudio presentado por la Sociedad de Productores Forestales, en 2021 de emplearon unas 25.000 personas entre empleo directo e inducido, con unas 19.000 de ellas de forma directa. En dicho año, el sector forestal configuró un 4% del PBI nacional, con exportaciones que alcanzaron los 2.144 millones de dólares y un valor agregado de 2.100 millones de dólares. Esto representó un 18% de las exportaciones totales del Uruguay en el año 2021.

11% del área está forestada

El mismo estudio determinó que de las casi 17 millones de hectáreas productivas a nivel nacional, los bosques ocupan una superficie cercana a las 1.900.000 hectáreas. Dentro de esa extensión un 7% corresponde a plantaciones comerciales y un 4% a bosque nativo. Con respecto a esto último, Uruguay tiene el diferencial no solo de haber sostenido la superficie de monte nativo, sino de haberla incrementado.

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