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Hoy hablamos de agua: ¿bendición o castigo?

Cocina con Sentido

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Me pongo a escribir esta columna, la última del año, pensando en la playa, mirando una inundación majestuosa, que lleva más de 2 meses con parte de mi ciudad bajo agua, saliendo de una seca de 3 años, de la cual se habló mucho, ya que llegó hasta la capital del país, y se revolucionó el avispero pues escaseaba el agua potable.

Incontrolable el agua. Convivimos con ella en una relación de amor-odio. No podemos vivir sin ella, pero no podemos con ella...

La historia muestra que las primeras civilizaciones florecieron en zonas favorables a la agricultura, sin agua nada vive.

Si bien no es un producto nacional, y esta columna habla de nuestra producción, considero que es base de nuestra cocina, de nuestra vida como la concebimos, de la vida del planeta, y, como tantas especies, desde los dinosaurios, en peligro de extinción, si no hacemos algo por cuidarla.

Es la sustancia más estudiada por los científicos, pero sigue siendo la menos entendida.

Cuando hablamos del agua, por lo general pensamos en su estado líquido, aunque también la podemos encontrar en estado sólido (hielo) o gaseoso (vapor) pero dichos estados dentro de la naturaleza, no son útiles para nuestro consumo.

Es una sustancia bastante común en la Tierra, pero como ya estamos acostumbrados, no hay felicidad completa. Si bien cubre el 70% de la superficie, el 96% de esa agua es salada y ya sabemos lo que sucede con el agua salada, no sirve para nuestro consumo, otra parte está en los polos, glaciares, aguas subterráneas, etc. tampoco sirve.

-Sólo el 0.04% del agua que cubre la corteza terrestre está disponible para nuestro uso-. Sí leíste bien, menos del 1%.

El agua desempeña un papel biológico importante en todas las formas de vida conocidas.

Nuestro cuerpo contiene entre un 45% y un 73% de agua. Sin ella no funciona, es vital para que se cumplan y desarrollen todas nuestras funciones, desde la digestión hasta la lubricación de las articulaciones, reproducción de células, metabolismo, oxidación de grasas, y muchos procesos más se cumplen con la presencia de agua.

La Tierra se caracteriza por contener alto porcentaje de su superficie cubierta por agua líquida, se mantiene constante gracias al ciclo hídrico. En la naturaleza el agua circula constantemente en un ciclo de evaporación o transpiración, precipitación y desplazamiento hacia el mar. Los vientos la transportan como vapor de agua o gotitas en suspensión (nubes) desde el mar, en tierra firme, la evaporación y transpiración también contribuyen y todo termina en precipitaciones.

¿Le damos buen uso?

Por diversos motivos, la disponibilidad del agua resulta problemática en buena parte del mundo, y por ello se ha convertido en una de las principales preocupaciones de gobiernos a nivel global. Actualmente, se estima que alrededor de mil millones de personas tienen un deficiente acceso al agua potable. El consumo de agua en malas condiciones, favorece la proliferación de enfermedades y brotes epidémicos.

Los seres humanos además de necesitar el agua para nuestra existencia la necesitamos para producir y para nuestro propio aseo y limpieza. Se ha estimado que los humanos consumimos directa o indirectamente alrededor de un 54 % del agua dulce superficial disponible en el mundo.

Aproximadamente se distribuye:

·70% se destina a la agricultura.

·20% a la industria.

·10% consumo doméstico.

Si bien es vital un menor gasto de agua en la agricultura modernizando los sistemas de riego para optimizar su uso, o en la industria, también es importante que la cuidemos nosotros a nivel consumo doméstico, ese 10% suma mucho.

El acceso al agua potable se ha incrementado durante las últimas décadas en prácticamente todos los países. Sin embrago, estudios de la FAO estiman que 1 de cada 5 países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes de 2030.

Si bien el consumo humano directo representa un porcentaje reducido del volumen de agua consumido a diario en el mundo. Se estima que un habitante de un país desarrollado consume alrededor de cinco litros diarios en forma de alimentos y bebidas. Estas cifras se elevan dramáticamente cuando se considera el consumo total doméstico.

El consumo medio de agua de una familia tipo en Uruguay (3 o 4 personas) está en el entorno de los 10 a 20 m3 (10.000 a 20.000 litros) por mes, que representa entre 80 y 150 litros por día, por persona.

Alguna vez te pusiste a pensar ¿cuánto agua usas a diario sin darte cuenta?

Te dejo una tabla que a mí me llamó mucho la atención. Fíjate la diferencia que podemos hacer con solo cerrar la canilla mientras nos lavamos los dientes. No solo ahorras agua, también dinero.

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Estos hábitos de consumo, la facilidad de acceso y el aumento de la población en el último siglo han causado a su vez un aumento en el uso del agua. Esto ha provocado que las autoridades a nivel mundial realicen campañas por el buen uso del agua.

Actualmente, la toma de conciencia es una tarea de gran importancia para garantizar el futuro del agua en el planeta, y como tal es objeto de constantes actividades a nivel mundial.

Por otra parte, las enormes diferencias de consumo diario por persona entre países desarrollados y países en vías de desarrollo señalan que el modelo hídrico actual no es solo ecológicamente inviable, también lo es desde el punto de vista humanitario.

Ya durante el V Foro Mundial del agua, convocado el 16 de marzo de 2009 en Turquía, el presidente del Consejo Mundial del Agua subrayó la importancia de la regulación del consumo en estos términos:

La época del agua fácil terminó...

Desde hace 50 años las políticas del agua en todo el mundo consistieron siempre, en aportar más agua.

-Tenemos que entrar en políticas de regulación de la demanda.

La Asamblea General de la ONU aprobó el 28 de julio de 2010, una resolución que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos.

Nosotros como país, vivimos rodeados de agua.

El Río Uruguay, Río de la Plata, Océano Atlántico, ríos, arroyos, cañadas, represas, Termas, playas.

Siempre buscamos una costa para descansar, acampar, hacer el asado, producir, sembrar, arroz, energía eléctrica, todo depende del agua.

La tenemos incorporada como algo natural, no pensamos en que puede escasear, se puede terminar, pero si, puede pasar.

Y todos debemos colaborar para evitarlo.

Recomendaciones para el cuidado del agua en el hogar

1. Evita tirar cualquier tipo de aceite por los desagües. ¡Recíclalo!

2. Mantén toda llave de agua cerrada mientras te cepillas/enjabonas.

3. Atiende fugas. Algunas no son visibles, pero puede saberse en el recibo de consumo.

4. Reduce el uso de las bañeras.

5. Toma duchas de 5-8 minutos.

6. Junta el agua que sale de la ducha (la que usualmente se desperdicia antes de comenzar a bañarnos y úsala para lavar el auto, regar el jardín, etc.

7. Almacena agua de lluvia para regar plantas, lavar terrazas y patios, etc.

8. Reutiliza el agua del lavado de frutas y verduras en la cocina para regar macetas.

9. Mantén el agua de las piscinas con equipos de filtrado, evitando tener que cambiar el agua. El agua de pozo también es finita.

10. Cerrar la llave general del agua al ausentarse por largos períodos (la que está junto al medidor).

Cuidemos el agua, la necesitamos para vivir.

Estimados, les agradezco que me hayan acompañado este año, me despido deseándoles las mejores fiestas en familia y brindando porque el 2024 nos encuentre juntos nuevamente, hay mucha producción nacional por descubrir aún.

Alicia Patella

cheff (IG: @aliciapatellamch3)

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