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Carnes uruguayas tienen ventajas en Estados Unidos

Consumidor dispuesto a pagar sobreprecio por ser natural

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El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) continúa trabajando con las autoridades sanitarias de Estados Unidos para levantar las restricciones de dos plantas frigoríficas del grupo Minerva, en las que se detectó Escherichia Coli en algunos contenedores con carne uruguaya.

“Estamos trabajando en eso. Son dos frigoríficos que se bajaron del listado y hay otros embarques, pertenecientes a otras plantas que ya pasaron los controles reforzados en destino”, confirmó a El País el director general de los Servicios Ganaderos, Eduardo Barre. El jerarca agregó que en lo interno se trabaja para corregir el problema en los frigoríficos afectados.

Según el Instituto Nacional de Carnes (INAC), Estados Unidos es el segundo mayor importador de carne bovina del mundo. En 2019, absorbió el 16% del flujo importador mundial de carne bovina, por un total de US$ 5.500 millones y casi un millón de toneladas. Destaca también su tasa de crecimiento, que anualmente ha promediado un 13% en volumen en los últimos 10 años.

Para Uruguay, el acceso preferencial es de 20.000 toneladas con el mismo arancel adjudicado a Nueva Zelanda, US$ 44 por tonelada. Luego de completado el cupo, el arancel pasa a ser de 26,4%. A diferencia de Oceanía, Uruguay excedió el volumen del cupo en 50%, siendo el único proveedor que pagó el arancel por defecto en este mercado en 2019.

Esta situación cambió en 2020, dado que Argentina pagó el arancel por defecto en setiembre. Uruguay aún conserva una ventaja en este mercado: sus condiciones productivas.  El sobreprecio que los consumidores están dispuestos a pagar por carne bovina producida en base a pasto es de 71% por encima de la carne bovina convencional.

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