En 2019 creció 41% respecto a 2018 la superficie negociada.
Campo. Foto: archivo Rurales El País, Guillermo Crampet.
Pablo Antúnez
En los últimos 20 años, 8,6 millones de hectáreas cambiaron de dueño en Uruguay, según el relevamiento “Precio de la Tierra” que hizo la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA).
El valor promedio por hectárea fue US$ 1.652 y las 8,6 millones de hectáreas vendidas (en su mayoría con superficies de 200 hectáreas promedio) totalizaron US$ 14.122 millones.
Dependiendo del tipo de campo y su aptitud productiva, el precio más bajó fue US$ 386 y se registró en 2002, mientras que el más elevado fue US$ 3.934 por hectárea y se pagó en 2014. Luego los precios mostraron leves fluctuaciones, tanto al alza como a la baja hasta llegar al presente.
Según el análisis de DIEA, 2016 y 2018 fueron los años que presentaron el menor número de operaciones (909 y 938, respectivamente), acompañados de la menor superficie comercializada 136.000 y 159.000 hectáreas, respectivamente.
A su vez, entre 2014 y 2018 es el lapso donde se vendió menor volumen de tierras. En este período se comercializaron 836.000 hectáreas, superficie que representó un área similar a la transada en un solo ejercicio, como ocurrió en 2005, cuando se comercializaron 846.000 hectáreas o 2006, cuando se vendieron 859.000 hectáreas, según datos de DIEA.
Cierre 2019. Respecto al año pasado, el relevamiento de la DIEA destacó que cambiaron de manos 225.000 hectáreas, cifra que resultó ser 41% superior frente a la superficie vendida en 2018.
El monto total por las ventas de tierras de uso agropecuario en 2019 totalizó US$ 751 millones, con un precio promedio de US$ 3.342 por hectárea que se mantiene levemente por encima de los US$ 3.257 por hectárea, que corresponde a 2018.
En el comparativo entre primer y segundo semestre de 2019, la superficie vendida creció 45% y por consiguiente creció la facturación total, pero el precio por hectárea mostró una caída de 15%.
Localización. La DIEA informó que los departamentos con mayor superficie vendida fueron: Cerro Largo, Tacuarembó y Treinta y Tres, acumulando algo más de 82.000 hectáreas por US$ 231 millones.
El precio promedio por hectárea más alto correspondió a Salto, pero está justificado por un negocio concretado, vinculada con un sistema productivo dedicado a la citricultura. La DIEA dejó este negocio de lado y calculó el precio promedio en US$ 3.357 por hectárea.
Le siguen en orden de importancia Colonia y Rio Negro, con promedios por hectárea de US$ 5.581 y US$ 5.208, respectivamente. Son suelos agrícolas con un alto potencial productivo y siempre son muy buscados por las empresas agrícolas.
En el otro extremo, el menor valor promedio, por quinto año consecutivo, correspondió a Artigas con US$ 1.896. Son campos de menor potencial, salvo algunas zonas.