
Hay muchas cosas que son casualidad pero tantas otras son causalidad y eso mismo produce que mientras estás leyendo esta nota en las primeras horas del domingo 18 de mayo, 72 caballos Criollos se hicieron al camino para cumplir con la Marcha Funcional.
Hoy, a las siete de la mañana, frente al emblemático Cerro Arequita se dio comienzo a la Marcha Funcional, la prueba de resistencia por excelencia de la raza Criolla que consiste en recorrer 750 kms. en el lomo del caballo durante quince días atravesando diferentes etapas, distancias e intensidades.
En esta oportunidad, Minas será sede de la prueba y recibirá a cientos de familias y apasionados que vendrán a acompañar las diferentes etapas. Los primeros días la prueba consiste en pruebas reguladas y semi reguladas para recorrer los kilómetros volviendo siempre a hacer “base” en el Arequita. En la última semana, se comienzan a develar las incógnitas ya que inician las etapas libres que servirán para desquitar tiempos y que cada binomio haga su carrera.
Como es tradición, hace algunos años la SCCCU ha elegido homenajear a referentes de la raza y la resistencia con el nombre de la prueba en cada edición. Este año, la Marcha que será del 18 de mayo al 1 de Junio lleva el nombre de “Alejandro Giorello” quien es un conocido criador de la raza del departamento de Lavalleja y apasionado por esta prueba.

Una pasión.
Allá en el 79, cuando Minas fue sede de la Marcha Funcional, la Ford Blanca de Giorello se cruzó con los caballos que iban haciendo los 750 km recorriendo el camino del Arequita y como si fuese un toque de magia o algún juego del destino se despertó una pasión.
Principio tienen las cosas y ese cruce en el camino fue el mojón que marcó el inicio de esta pasión por los caballos Criollos de resistencia. Compró un padrillo de pedigree: el “Candil del Este”, un hijo de “Tremendo Guampa” de cría de Osorio Martirena Gómez y en la liquidación de Carlos Verdier yeguas de pedigree de distintas edades y categorías. Con ese material empezó a criar pedigree para poder correr la Marcha y seguir sirviéndose de ellos para los trabajos en el establecimiento. Así, surgen las yeguas de cabaña “Los Jazmines” que siempre dieron que hablar.
De ahí en adelante todo fue disfrute. En el lomo del Criollo, al costado de la ruta, con la familia, con los amigos. Marchas nacionales, Marchas internacionales, siempre participando y acompañando. Los Giorello estaban ahí y fueron sello indiscutible de cómo es “vivir esta pasión en familia”, trasladada de generación en generación.
Algunos años más acá estamos en la antesala de la 54ª Marcha Funcional que lleva su nombre y hará las veces de homenaje y agradecimiento por su aporte fundamental a la raza, a la cría y a la forma de vivir esta pasión.
Enhorabuena Alejo, que cada kilómetro de la serranía minuana sea en tu honor y se grabe en tu memoria para recordarte siempre que sos parte de la historia de la resistencia de los Criollos nuestros, de acá.
Qué orgullo ver florecer jazmines al costado de la ruta, siempre esperando el grito de “al camino y buena suerte”.