Publicidad

El Freno de Oro tiene futuro asegurado en Uruguay...

Siete jinetes, de entre 9 y 16 años, participarán de la final del Freno Juvenil en Esteio: Paulina Sosa, Felipe de la Fuente, Guzmán García, Julieta Nin, Felipe Banchero, Gerónimo Scremini y Juan Cruz Etchevers, los uruguayos en la final del Freno Joven.

Guzman1.jpeg
Guzmán García

Los caballos Criollos ya han dado pruebas sobradas de su clase, y ahora es tiempo de los jinetes de probarse en pistas internacionales. Siete jóvenes uruguayos de entre 9 y 16 años irán a participar de la Final del Freno Joven que se disputará del 19 al 23 de octubre en Esteio, Brasil.

Paulina Sosa, Felipe de la Fuente, Guzmán García, Julieta Nin, Felipe Banchero, Gerónimo Scremini y Juan Cruz Etchevers, ellos son los 7 jinetes que integran la delegación uruguaya que será parte de la Final del Freno Joven en Brasil donde competirán además participantes de Brasil, Argentina y Paraguay.

Son 4 categorías en las cuales van a competir los participantes uruguayos, aprovechando al máximo los cupos que Brasil otorgó a Uruguay para asistir. Las categorías son Infantil A, Infantil B, Juvenil y Junior, teniendo dos cupos por cada una. Cabe destacar que se dividen además en femenino y masculino. Para que esto fuera posible se requirió mucho trabajo y negociaciones previas que encabezó Andrea Munho quien tuvo diferentes reuniones e instancias para conseguir los cupos para que los uruguayos pudieran ir y piensa además seguir trabajando hasta lograr que los 4 puestos del podio de cada categoría puedan viajar a la final en un futuro.

Mañana lunes, Manojo Las Piedritas, Pacífica Cachila, Quelen Gramilla, Catalana del Mirador, Catalana Cala Bassa, Poral Milonga y Aquerenciada Bravísima parten de Uruguay a Brasil para competir y la semana siguiente viajarán los jinetes, acompañados de sus padres y equipos de apoyo que irán a alentarlos y acompañarlos en esta experiencia de competición internacional.

La clasificación.

El camino para conseguir la clasificación constó de varias instancias participando en diferentes pruebas. Las pistas del país recibían a estos jóvenes que se lucían buscando mejorar su performance una y otra vez. Todos ellos son oriundos de diferentes puntos del país así que en algunas oportunidades coincidían y en otras no.

Felipe2.jpeg
Felipe Banchero

Tal como lo explicó Felipe Banchero, “las instancias de clasificación son participar de una prueba juvenil en cualquier parte del país, para así poder clasificar a la final, que este año se realizó en Soriano. Los dos primeros de cada categoría clasifican para Brasil, en la misma yo quedé en primer lugar, logrando la clasificación con Poral Milonga”.

Paulina Sosa, de Maldonado, contó que en su caso ella tuvo que clasificar en dos instancias previas. “Logré el podio, pudiendo entrar entre los primeros cuatro, para después ir a la final Juvenil Nacional” recordó.

Paulina1.jpeg
Paulina Sosa

Todos los jinetes se prepararon de la mejor forma para las instancias de clasificación y así quedó demostrado en la pista y en la propia percepción de los participantes. “La clasificación estuvo muy pareja ya que hay muy buenos caballos y jinetes, pero tuve la oportunidad de clasificar segundo y así poder ir a Esteio” mencionó Guzmán García, de Soriano.

El camino a las pruebas comienza mucho tiempo antes, es algo casi innato, de esos saberes que “se maman”. Paulina contó que “desde muy chiquita me crié entre ellos, realizando diferentes actividades en el campo. Siempre entre Criollos. También iba a Rancho del Este con Martín Posse, que poco a poco me fue enseñando todo hasta el día de hoy. Mirando pruebas surgió la idea de competir. Desde ahí siempre he estado en todas las pruebas posibles, llegando hoy a la Final en Esteio. Por todo este camino recorrido quiero agradecer a Rancho del Este, Martín Posse, Las Piedritas y mi familia por todo el apoyo que me brindan”.

Julieta1.jpeg
Julieta Nin

Algo similar sucedió con Julieta Nin, la jineta más chiquita, que con tan solo 6 años se enteró de la prueba y “como me gustan los caballos dije si puedo correr a papá y papá me dijo que sí y empecé a correr”.

En muchos casos el impulso de diferentes cabañas se volvió fundamental para que los jinetes tuvieran un animal para entrenar y competir. “La idea surgió, por pasión de correr estas pruebas y también porque la cabaña Don Poro de José María Campiotti, me ofreció esta yegua para poder correr y así clasificar a brasil y por eso mismo siempre le voy a agradecer por esta oportunidad” contó Felipe Banchero.

El caso de Felipe de la Fuente fue similar, su padre trabaja en cabaña San Antonio junto a Luis Muxí y lo invitaron a él y unos amigos a correr algunas yeguas. “Yo me decidí por Catalana Mirador porque me gustaba mucho como andaba y con la ayuda de Nicolás Pousso pude llegar a ser lo que soy ahora” afirma De la Fuente. Guzmán García es uno de esos amigos que invitó a sumarse a la movida de los jóvenes la cabaña San Antonio, si bien recuerda que desde chico le encantan los caballos no tenía yegua para estas pruebas y cuando le ofrecieron correr con Catalana Cala Bassa no se negó y comenzó a entrenar fuerte.

Felipe de la Fuente.jpeg
Felipe de la Fuente

Juan Cruz Etchevers también se reconoce como un apasionado de los caballos, “siempre me gustaron y cuando empezaron las pruebas juveniles empecé a entrenar y con la ayuda siempre de algún mayor que me guiaba he ido tratando de mejorar”.

El binomio.

Como en tantos otros ámbitos de la vida “el hábito hace al monje” y la práctica y entrenamiento tienen mucho que ver con los resultados obtenidos. Conocer al animal, generar una sinergia entre el jinete y el caballo, aprender de las diferentes pistas y competencias ayuda a perseguir la excelencia. Además, se han generado instancias de aprendizaje con jinetes más expertos como por ejemplo Joaquín Souza que brindó jornadas de capacitación a los menores.

Actitud, mansedumbre y agilidad fueron las características que mencionaron los jinetes al momento de destacar algo de su animal. “Me gusta que es rápida, ágil y mansa” dijo Julieta. Guzmán por su parte dijo que la yegua es mansa, muy dócil y con unos movimientos espectaculares, estoy súper contento con ella.

Juan Cruz ok.jpg
Juan Cruz Etchevers

A pesar de las habilidades que los chicos destacan parte del éxito está en la dedicación y el entrenamiento que vienen realizando. Juan Cruz reconoce que para él lo más difícil y que más entrena es “sentarme bien en el recado, acomodar el cuerpo y hacer los andares”. Felipe de la Fuente menciona que como hace tiempo que está entrenando en esa yegua ella ya conoce las pruebas entonces lo más importante a controlar es la ansiedad, “a veces ella intenta adelantar así que tenemos que trabajar en eso”. Julieta por su parte dijo que para ella lo más difícil es la rayada.

Banchero, por su parte, no considera que haya parte más difíciles pero sí algunas que llevan más trabajo y requieren más esfuerzo. El disfrute suele ser un común denominador al pensar en los entrenamientos ya que todos ellos mencionaron que les gusta esta instancia de aprendizaje y están convencidos de la importancia que tiene para lograr mejores resultados.

Cábalas.

Cada uno de estos chicos tiene un gran respaldo atrás, una familia que apoya y apuesta a esta pasión y lo hace desde lo más chico, acompañando cada paso. Esto queda en evidencia no solo por la posibilidad de viajar y todo el esfuerzo que significa sino también en las palabras de los chicos que al pensar en una cábala o algo que suelen hacer al competir muchos mencionan que lo que les da suerte es saberse acompañados con una gran hinchada en la tribuna luego de cada participación.

“Mi cábala es que mi papá me acompaña y con eso me siento segura” dijo Julieta, “saber que mis padres y hermanas están ahí es fundamental y me ayuda a estar más tranquilo” comentó Guzmán. Esa incondicionalidad de la familia permite a los jinetes desempeñarse con menos nervios. Paulina y Felipe Banchero mencionaron además que para ellos es fundamental entrar a la pista con confianza y olvidarse del exterior, buscando concentrarse en lo que tienen que hacer.

Al finalizar la prueba, Felipe de la Fuente felicita siempre a su yegua, “no me importa la nota, vamos a divertirnos y siempre intento tener eso presente y no olvidar que en cada instancia somos tres los que competimos, la yegua, la pista y yo”. Juan Cruz contó que tenía un sombrero de la suerte que solía utilizar en las diferentes pruebas, pero ahora ya le queda chico, lo que él ni sospecha es que seguramente no lo precise en esta gran final.

Gerónimo.jpeg
Gerónimo Scremini

Las expectativas.

Se acerca la gran final, falta poco para viajar y competir en otro país, con cientos de gurises desconocidos y una gran tribuna que estará ansiosa esperando la performance de los jinetes. La ansiedad comienza a hacer lo suyo en la cabeza y corazón de estos pequeños que ya empezaron la cuenta regresiva para vivir una experiencia que sin lugar a dudas los marcará para siempre, sin importar el resultado que obtengan.

“Estos días estoy bien, tranquilo ya con la mente en la prueba, pensando y analizando cada cosa, para así correr lo mejor posible” dijo Felipe Banchero. Paulina reconoció que “estos días previos a viajar se me pasan muy rápido y ya me empiezan a venir un poco de nervios”. Por su parte Julieta dijo que se siente un poco “ansiosa, nerviosa y con miedo, pero también muy contenta”.

Guzmán y Felipe de la Fuente son además de participantes vecinos y amigos entonces están palpitando juntos esta previa “lo vivimos con mucha emoción y algo de nervios” dijeron ambos. Juan Cruz asume que no está nervioso aún pero sí con mucha ansiedad, esperando el gran día.

El futuro. Qué importante animarse a soñar, pero cuánto más importante es impulsar a que las nuevas generaciones se aventuren a conquistar sus sueños y hagan todos los esfuerzos necesarios para ser cada día mejores en aquello que aman.

El futuro está asegurado, hay grandes promesas en las pistas demostrando sus conocimientos y todo lo que el criollo tiene para dar. La raza parece no tener tope y es un orgullo ver a los uruguayos conquistar hazañas en territorio vecino.

Publicidad

Publicidad