Mucho trabajo detrás, muchas emociones en juego, muchas ansiedades en la previa y mucha ilusión, porque en definitiva emprender un sueño y perseguirlo tiene eso, la convicción de que lo elegido puede acercar un poco más a esa meta tan anhelada. Esta premisa es válida en casi todos los ámbitos de la vida y la pasión por los Criollos y la función no es ajena a ello.
Esteio, el Freno de Oro que organiza la ABCCC y convoca a los mejores y una prueba que reúne función y morfología es en gran medida el resumen del sueño de muchos de los que se dedican a esto. En un país más chico, pero con muchos Criollos destacados y más seguidores apasionados de la raza esta final se vive con una emoción indescriptible.
El domingo había un país atento a lo que pasaba en Brasil, en realidad, ya desde el miércoles nadie quería perderse detalles del 42º Freno de Oro, pero saber que en la gran final había dos representantes uruguayos le dio un plus de emociones, de adrenalina y de patriotismo, porque no había apasionado del Criollo que no se pusiera la camiseta celeste e hiciera un poco de fuerza para que la vaca salga del tubo como estampida y se dé vuelta en la primera pechada.
Una “Jugada” maestra.
“Jugada de Santa Marcia” fue una de las representantes que estuvo en la gran final y se consagró como Freno de Plata 2023. Esta yegua llegó siendo potranca a la cabaña Las Brujas. “Compramos un porcentaje del Espanto de SM y varias yeguas de cabaña Santa Marcia, con esas yeguas vinieron al pie dos potrancas: Jugada de SM y Las Brujas de SM que nació en Las Brujas” relató Jorge Holtz, propietario y titular de la cabaña.
Pero el origen se remonta tiempo antes del nacimiento de Jugada de SM, está en la pasión y en la perseverancia de la familia por perseguir un sueño. Jorge Holtz fue criado en el campo y por temas estudiantiles tuvo que mudarse a Montevideo, luego por trabajo estuvo poco tiempo en el país y eso fue postergando el sueño, pero sin dejarlo olvidado.
De a poco, el sueño fue tomando forma. La familia Holtz compró un campo y una yegua Criolla que venía con preñez de Mañanero Esperando, caballo que salió Gran Campeón del Prado. “Esos primeros tiempos en el campo fueron muy básicos, porque no teníamos dónde quedarnos en forma confortable. Pero fuimos comprando otras yeguas y servicios de caballos importantes para ir tratando de armar una cabaña, aunque nos faltaban muchas cosas aún”, recordó el cabañero. Y aseguró que lo que sí hicieron “fue una vivienda para el casero y 6 boxes para caballos. Así que se puede decir que empezamos por los Criollos y después nos preocupamos por dónde quedarnos nosotros” recordó Holtz.
Luego sí fue tiempo de construir la casa para poder disfrutar esa cabaña que creía y también ampliar las instalaciones y trabajar de forma cómoda y más profesional con los caballos. Construyeron un galpón con 14 boxes con bebederos automáticos, un espacio para guardar unos 1.000 fardos aproximadamente bajo techo, bañadero para los caballos, tubo para inseminar bajo techo, espacio para raciones, dos habitaciones para monturas y también un caminador para 4 animales.
“Una vez que tuvimos todo armado, comenzamos a buscar la gente adecuada para manejar la cabaña, empezamos por un cabañero que sabía del tema. Y cada miembro de la familia se fue involucrando en diversas tareas, ya que tanto a mis hijas como a mis nietos les gustan los caballos. Hoy podemos decir que es un emprendimiento familiar, el campo es el lugar de encuentro los fines de semana y además de disfrutar esta pasión, podemos decir que agrandamos la familia y conquistamos nuevas amistades cómo es el caso de la familia Piegas” contó Holtz.
A ese equipo familiar se sumó, en primer lugar, Paulo Pereira como cabañero y luego Flavio Piegas. El propio Holtz mencionó que la decisión de incorporarlo tuvo que ver con que “él tiene un ojo más calificado que el mío para elegir animales acordes y un gran conocimiento de la región”. Flavio brindó el asesoramiento sobre cuáles eran las mejores yeguas para ir armando una buena manada y Fernanda, su señora, trabajó en la inseminación de los animales y el proceso de embriones para lograr una mejora genética según los objetivos que se perseguían”.
Así, paso a paso, el sueño fue tomando forma y se fue encontrando la fórmula del éxito para alcanzar las metas. Sin embargo, el foco no era sólo la morfología y Holtz lo tenía claro, “si bien arrancamos con morfología desde un comienzo en mi cabeza estaba que quería tener algunos animales como para función, pero sabía que este proceso lleva mucho más tiempo y una gran paciencia”.
Y esa construcción es permanente y precisa involucrar diferentes actores y en ocasiones el diálogo y la experiencia de agentes externos aporta datos que resultan claves. “Hace unos 6 años, hablando con Gabriel Marty, me dijo que las dos mejores yeguas que había montado habían sido la Constancia Ilusionada y la AS Malke Safira, y así fue que decidimos comprar dos embriones de la Constancia Ilusionada, un embrión de AS Malke Safira… y a los pocos meses adquirimos la yegua, que fue Bocal de Bronce y Freno de Bronce en el mismo año” contó Holtz.
Marty aportaría mucho más que ese dato de valor ya que se convierte en actor principal de este presente. Jugada de SM credenció en 2021 pero con algunas cosas por mejorar, corrió la clasificatoria con una performance muy mala y luego de eso deciden soltarla al campo varios meses para ver si mejoraba. Tiempo después, comienzan a moverla en Las Brujas y la yegua estaba mejor. “Le pedimos a Gabriel Marty si la podía venir a ver, vino, la probó y nos dijo la quiero seguro, es muy buena” rememoró Holtz.
Marty no se equivocó.
La Jugada de SM mostraba cosas positivas y era cuestión de esperar su madurez para obtener mejores resultados. Ahora se coronó como Freno de Plata en Esteio, siendo la primera yegua uruguaya en obtener este galardón. Si se considera que el promedio de los mejores animales que compiten por el Freno de Oro es de más de 8 años de edad y la yegua cumple 7 años recién el 30 de diciembre próximo se puede entrever aún más su diferencial que ya quedó en evidencia en la gran pista de Esteio.
Este premio es, además, a la excelencia, a la mejora genética y a la constancia que seguro continuará persiguiendo cabaña Las Brujas. En esta apuesta a futuro es que contrataron a Martín Scremini para domar, mover animales y prepararlos para presentarse en diferentes pistas del Uruguay. “Sin dudas comenzarán a salir más animales a competir, lo que nos hace mantener la ilusión firme en el futuro. Tenemos confianza que comenzaremos a completar los procesos de varios de ellos que tienen excelente genética, porque como decimos en Las Brujas, estamos siempre en busca permanente de lo mejor”, concluyó Holtz.
La gran “Realidade Charrúa”.
La Julieta no es de esas cabañas de renombre, con tanta trayectoria y que uno puede identificar fácilmente, o no lo era hasta ahora. El pasado domingo, Realidade Charrúa, yegua expuesta por la cabaña, se coronó como Freno de Bronce 2023 de Esteio. La yegua fue creciendo de menos a más, terminó la morfología en el puesto 44º de 52º con una media de 6,757 dando ventaja a las demás participantes. Pero luego, en cada prueba, en cada etapa, iba creciendo, se lucía, se destacaba y se ubicó entre las 16 mejores yeguas que competirían el domingo. Lo otro es historia conocida, e inolvidable, para los espectadores, para su jinete y demás está decirlo para los propietarios y socios de la cabaña.
“La cabaña surge por la pasión que tenemos por el caballo Criollo. Hace muchos años que tenemos ganas de empezar la cría y finalmente pudimos hacerlo hace 2 años”, afirmaron Santiago y José Ignacio Gómez Platero. Los hermanos heredaron el gusto por los caballos de su abuelo materno que desde chicos les transmitió esta pasión. “Era criador de Cuarto de Milla y vivir junto a él lo que sentía por el campo, compartir las exposiciones del Prado y la cría en la cabaña nos sembró la semilla de la pasión por los caballos”, contaron los hermanos Gómez Platero.
A este equipo apasionado se sumó Nacho Lussich, asesor de La Julieta y a quién los titulares de la cabaña hacen responsable de este gran logro. Él fue brindando su conocimiento y experiencia para el armado de la cabaña que el año pasado importó cinco yeguas de Brasil y dos de Argentina para darle forma a la manada. El establecimiento donde tiene origen la cabaña está ubicado en Rincón de las Gallinas, próximo a la ciudad de Fray Bentos.
Hace seis meses, al comprar Realidade Charrúa, comenzó a escribirse la aventura que se vivió en Esteio. La idea de los Gómez Platero era sumar una línea de sangre sumamente funcional y vaya si esta yegua cumplía con esos requisitos. Es hija de Las Callanas Mil Razones, un padrillo de sangre chilena y la madre es Atracao Charrúa, hermana entera de cuatro finalistas del Freno de Oro. Es cría de la cabaña Os Charruas de Yaguarón de la familia Wrege.
Realidade credenció en Araranguá, en Santa Catarina, con buen puntaje, después la llevaron a la clasificatoria de Ponta Grossa y ahí clasificó para la final del Freno de Oro en Esteio. “La yegua fue evolucionando prueba a prueba y eso nos pone muy contentos. Ricardo Wrege, el jinete, fue el que la condujo en las tres competencias y siempre nos decía que la yegua iba madurando. En todo momento demostró sus impresionantes condiciones funcionales coronándose como Freno de Bronce”. Ahora le toca descansar, “vamos a sacarle crías y el plan es presentarla en la FICCC de Uruguay en 2026”, contó José Ignacio Gómez Platero.
Seguramente estos hermanos no imaginaron alcanzar un logro así a tan poco tiempo de comenzar la cabaña, pero éste será el puntapié que los invite a soñar y mejorar cada día en la selección genética. “La idea en el futuro es seguir compitiendo a alto nivel, en pocos días estaremos participando en el Prado con una potranca que nos gusta mucho, ya debutamos en pruebas de propietarios y queremos seguir ese camino” dijo Santiago Gómez Platero.
Lo que se ve en las pistas y los grandes logros son solo la punta del iceberg del trabajo que se realiza a diario y para que no sea tedioso y resulte placentero para todos el equipo es fundamental. “En La Julieta conformamos un equipo que tiene el equilibrio entre lo profesional, la pasión y por encima de todo nos divertimos y disfrutamos cada etapa desde la elección de una yegua, el padrillo a usar y toda la expectativa. Ahora, por ejemplo, estamos esperando con mucha ilusión porque nacen nuestros primeros potrillos, y vivir todo eso en equipo es increíble” coincidieron los hermanos.
La morfología con “sorpresas reservadas...”
Desde el lunes 28 en adelante se llevó a cabo la jura morfológica de Esteio con las filas más extensas, 240 ejemplares, y un arduo trabajo para el jurado a cargo de la tarea. En la categoría hembras la jura estuvo a cargo de Mario Moglia Suñé, mientras que en la categoría machos la jura la realizó Vinicius Guedes Freitas.
En este caso solo un representante uruguayo integró las filas en la categoría de machos y fue Gomensoro de Santa Marcia (Indio Do Boeiro x Jotace Q Boa), un gateado de nueve años expuesto por cabaña Santa Marcia de la familia Piegas. “La expectativa siempre es enorme con Gomensoro, no puedo mentir, es un caballo comprobado en varias pistas y siempre bien premiado, pero Expointer es Expointer, siempre competitiva con animales espectaculares y eso lo teníamos claro” contó Flavio Piegas hijo.
Gomensoro de Santa Marcia es producto de una transferencia de embrión, no es casualidad. “Fue un proyecto muy pensado, no fue un acaso, pero sabemos que la genética no es matemática”, así lo definió Piegas, aunque confesó que ya desde su nacimiento era espectacular y se mostraba como el mejor de su generación, y así fue.
La exigencia de la fila, la presión de la pista y la suerte que a veces también juega malas pasadas, todas esas variantes también estaban en juego además de la excelencia probada del animal. “Él podía no estar en su día, pero este premio lo soñamos mucho y realmente fue algo inolvidable para nosotros y nos dejó una certeza y es que los sueños se renuevan con cada realización” concluyó Piegas.
De América.
Y, si faltara algo para que los corazones uruguayos explotaran de alegría, en medio de un verdadero estruendo, se nombró al “Colibrí Matrero” como “Caballo de América”. Todo dicho...
A más...
En el país no hay techos, la genética y el crecimiento de la raza en el país permite dar esto por cierto. El único límite está en lo que cada criador se atreva a soñar y cuánto esté dispuesto a trabajar por su sueño. Si habrá historias por escribirse, “placas pretas” por celebrar, y nuevas leyendas por homenajear. Esta pasión deja siempre un nudo más en la garganta.