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Cabalgata Itaú de Criollos: mil historias, una pasión

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Si escuchás Mickey automáticamente pensás en un viaje a Disney o algún parque de diversiones, pero si lo escuchás en febrero por las costas de Rocha, cerca de un Criollo, no quedan dudas de que estés viviendo o recordando alguna cabalgata, y no por eso va a dejar de ser sinónimo de entretenimiento, diversión y mucha pasión que comparten los amantes del criollo que se suman año a año a esta actividad.

 

Luis Santana, conocido como Mickey, es uno de los encargados de preparar la comida de todos los jinetes que año a año se suman a disfrutar de una experiencia increíble de 4 días de cabalgata por las costas y paisajes del este del país. “Participo desde el año 2000 así que hace varios años que vengo a la cabalgata con un equipo de compañeros nos encargamos de preparar la comida para todos los jinetes y organización” contó Santana quién en la previa cuida todos los detalles que hacen a la elaboración de la comida contemplando que no falte nada en el equipo de cocina que se utilizará durante la travesía.

 

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La Cabalgata Itaú es la única actividad no competitiva organizada por la Sociedad de Criadores de Caballos Criollos del Uruguay. “Los 250 caballos todos juntos cabalgando por los palmares y los alrededores de la Laguna Negra para después llegar a la playa y los médanos donde todo fluye sin contratiempos te genera una adrenalina y emoción inexplicable. Familias enteras a caballo, distintas generaciones en un recorrido donde el pasado se entrelaza con el presente, abuelos y nietos comparten la emoción de explorar juntos, padres e hijos encuentran un momento de conexión única, grupo de amigos generando recuerdos compartidos” así describió la experiencia Soledad Yaquinta, quién participa desde 2022 junto a su marido Jacques Boutmy, directivo de la SCCCU, y Sol Boutmy su hija.

 

Sucede que, si bien en torno al criollo hay cientos de apasionados siguiendo las pruebas y los eventos anuales no todo el mundo se dedica a criar para competir, hay muchos que solo lo hacen para disfrutar en familia o como hobby. Es justamente en esta oportunidad donde se pueden encontrar diferentes grupos de amigos, relacionarse, gente que viene de instituciones, departamentos y lugares muy alejados pero que se reúnen en torno a esta experiencia.

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Es una cabalgata que viene haciendo historia hace muchos años, que se volvió tradición en muchas familias y que ha ido contagiando a apasionados del caballo para que se sumen año a año. “La primera cabalgata en la que participé fue en 1999, invitado por Carlos Parietti. Aquel año y los sucesivos íbamos con mi Sra y nuestros hijos Lucía y Matias. De ahí en más no faltamos a ninguna aunque a veces no pudo estar toda la familia, pero siempre lo vivimos con mucha pasión y hasta llegaron a participar otros familiares y amigos de nuestros hijos” recordó Daniel De León, oriundo de Paysandú desde donde viaja año a año para participar.

 

Y como la sangre no es agua y las pasiones también se “maman”, ese entusiasmo y pasión se contagian y comienzan a ser protagonistas en las nuevas generaciones. Benjamín, de 7 años, es uno de los nietos de De León que este año hizo los más de 100kms de cabalgata acompañado de su abuelo. “Este año lo viví de una manera muy especial y lo que realmente rescato a título personal fue poder disfrutar y compartir con mi nieto mano a mano cada momento, disfrutamos juntos cada etapa con sus almuerzos y horas de descanso donde fuera y pude disfrutar de verlo como un cabalgante más” comentó De León.

 

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Similar es la historia de Ana Burjel, sobrina de Carlos Parietti pionero e impulsor de las cabalgatas, que participa desde 1996 cuando se inició el evento. Fueron de corrido por 10 o 12 años hasta que los compromisos estudiantiles les impidieron seguir concurriendo pero hace un tiempo volvió a participar junto a su esposo y su familia. Este año fue junto a Toto Alvarez, su marido, y sus 4 hijos: María de 14 años, Juan Pedro de 11 años, Juan Francisco de 8 años y Felipe de 5 años. También se sumaron sus sobrinos Juan Segundo de 7 años y Baltazar de 5 años que fueron junto a su padre Jose Burjel.

 

“Realmente es una experiencia espectacular, nos encantan los caballos y estamos acostumbrados a ir siempre a la tradicional cabalgata de ida a la Meseta de Artigas en Paysandú, (lugar del cual son oriundos), pero esto es totalmente diferente: los paisajes, las vivencias, la mística de ver los caballos entrando al mar” describió Burjel.

 

Y casi sin pensarlo, en ese intercambio de familias, amigos y desconocidos que se vuelven compañeros de cabalgata suceden algunos hechos que para estos tiempos que corren parecen casi mágicos. “En esos días no se veía a los chiquilines usar los teléfonos, hoy que la tecnología los atrapa de una forma impresionante era impagable verlos jugando a la escondida, a las cartas, al fútbol o conversando como si fuesen amigos de toda la vida pero sin estar pendientes del teléfono” rescató Burjel. También ahí los caballos tienen tanto para dar y solo hay que animarse a conectar desde otro lugar.

 

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“Es un evento que inspira a la reflexión sobre la importancia de la tradición, el respeto a la naturaleza y el valor de compartir momentos memorables entre familias y amigos” reflexionó Yaquinta. Hay un mundo mágico《Magic Kingdom》en esta aventura que disfrutaron los cabalgantes y que transforma esos días en una experiencia única. La invitación queda hecha para todos los que en febrero de 2025 quieran ser parte de una travesía mágica e imperdible.

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