Ricardo Guarino, representante de Naranjales Guarino, analizó en diálogo con Valor Agregado Norte el panorama actual del sector citrícola y hortícola en Uruguay. En plena zafra de naranja Valencia, los precios se mantienen bajos, con valores en torno a los $ 500 por cajón. Mientras tanto, la cosecha de mandarina Satsuma se adelantó y presenta un buen nivel para este año.
Las mandarinas, que representan más del 40% de las exportaciones de cítricos, continúan ganando espacio en mercados como Europa y Estados Unidos, especialmente con variedades sin semillas como Tango y Orri. Sin embargo, el sector sigue enfrentando barreras arancelarias. “Para entrar a Europa, la naranja paga un 14% de arancel, y aunque se está negociando con la Unión Europea, llevará años reducir esa carga”, señaló Guarino.
Las exigencias de calidad también suponen un desafío. Según el productor, los protocolos de exportación son estrictos y costosos, lo que dificulta el acceso a ciertos mercados. A pesar de ello, Brasil se consolidó como un destino clave para la naranja Valencia el año pasado, absorbiendo buena parte de la producción.
En cuanto a las expectativas para 2025, se espera una reducción del 15% al 20% en la producción de mandarinas como Clementina y Tango, lo que podría impactar en los precios, dependiendo del stock que mantengan los mercados europeos. Además, las recientes condiciones climáticas, con fuertes vientos en el norte del país, podrían afectar la calidad estética de la fruta. Guarino recordó que hace unos días esa zona del país fue afectada por abundantes lluvias, con más de 200 milímetros en algunas partes.