El sector arrocero uruguayo ha iniciado un nuevo ciclo de siembra para la zafra 2024-2025 y los números reflejan un crecimiento significativo en la superficie proyectada. Según el último relevamiento de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), presentado la semana pasada, la intención de siembra a nivel nacional alcanza las 182.874 hectáreas, lo que representa un incremento de más del 20% en comparación con la campaña anterior.

A pesar del optimismo que genera esta expansión de la superficie cultivable, el avance de la siembra a nivel nacional se ha visto ralentizado por las condiciones climáticas adversas. A la fecha del 1 de octubre de 2024, el progreso de la siembra se sitúa en un 3%, un ritmo que coincide con los registros históricos de años en los que el clima jugó un papel determinante en los primeros pasos del ciclo productivo.

Las cifras de avance de siembra varían considerablemente entre las diferentes zonas arroceras del país. El norte, como tradicionalmente sucede es quien está más avanzado, al tiempo que centro y sur le siguen. Las lluvias de las últimas horas volvieron a detener parte de los trabajos.

Un análisis histórico marcado por ACA revela que, aunque el avance de este año es modesto, el sector ha logrado recuperarse en temporadas pasadas cuando las condiciones climáticas mejoraron durante octubre. En la campaña 2019/2020, por ejemplo, al 1 de octubre se había registrado un avance del 16%, mientras que en la zafra 2021/2022 el porcentaje era similar al actual, pero finalmente logró un desarrollo adecuado dentro de los plazos óptimos.

A pesar del lento inicio, los arroceros mantienen una actitud cautelosa pero positiva. "El avance de siembra a la fecha se encuentra dentro del promedio histórico", indica el informe de la semana pasada, lo que significa que, si las condiciones climáticas se estabilizan, el sector cuenta con la capacidad de completar la siembra en las fechas óptimas, asegurando así una buena colocación para el desarrollo del cultivo.