La sequía que golpeó la última campaña de verano puso en agenda varios temas sobre los que se viene trabajando, y que el sector agrícola busca que se resuelvan con más rapidez, como es el caso del riego y los seguros agrícolas. Para este último, frente a la necesidad de seguros robustos y accesibles, el panorama se muestra especialmente desafiante.

“Lo primero que quiero valorar es que los contratos de seguro que hubo, tanto de públicos como de privados la zafra pasada, se cumplieron en tiempo y forma”, dijo Juan Ángel de la Fuente, presidente de la Agropecuaria de Dolores. Lo negativo es que solo un 25% de los cultivos de verano tenían seguros de rendimiento, y dentro de ese volumen, un 60% pertenecían al Banco de Seguros del Estado.

“Las aseguradoras privadas retiraron su producto del mercado y el BSE, fruto de las renegociaciones y viendo incrementado su riesgo, cambió las condiciones técnicas de la pólica aumentando el costo e incrementando las condiciones del seguro”, estableció de la Fuente, quien de todos modos destacó el diálogo constante con esta última entidad.

Hace varios años que la Agropecuaria de Dolores viene trabajando en los seguros de rendimiento, y hoy sucede que en Soriano, en muchos casos, hay circunstancias en las que “no vale la pena ni mover las máquinas, o no conviene la propuesta comercial”.

Hay preocupación porque con la baja oferta de seguros habrá menor financiación, ya que los privados suelen pedirlo como un requisito a la hora de prestar dinero. “Si no tenemos seguro y no hay financiación bajará el área”, dijo de la Fuente, quien agregó que “el golpe del seguro es al sector agropecuario primero, pero en un pueblo como el que vivo yo, al otro día ya es el comercio, los servicios o los proveedores”.

La agricultura nacional necesita un seguro robusto para amortiguar la pérdida. En este sentido, de la Fuente dijo que “no solamente no existe ese seguro, sino que tampoco hay una política de Estado híper clara en este sentido”.

Por tanto, para esta zafra las condiciones de seguro son menos favorables que el año pasado, con una sola empresa en el mercado, ofreciendo pólizas más caras y condiciones más severas. Los productores, una vez más, sembrarán los campos de soja, maíz, sorgo y girasol sin el soporte necesario frente a los avatares climáticos.

“En Estados Unidos no se les pasa por la cabeza hacer agricultura sin seguros, desde Roosevelt en adelante vieron que tener todo el sistema asegurado es infinitamente más barato que el costo que todos deben pagar en un accidente climático”, dijo de la Fuente.

En este sentido, desde la Agropecuaria de Dolores destacaron que buscan hacer su aporte poniendo este tema sobre la mesa con vehemencia, y están trabajando con un equipo consultor privado pensando en algunas ideas innovadoras que se plantearán al gobierno y se comunicarán próximamente a los medios de prensa.

“Ellos, como grandes financiadores del sector agropecuario, al no tener políticas de seguro estables, son los que más sufren”, sentenció de la Fuente.