Fernando Mattos, dijo que en el último tiempo se generó un estímulo mayor para la adquisición e implementación de sistemas de riego, especialmente en equipos de secano. El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, expresó que en el período anterior de gobierno la incorporación total fue de 12.000 hectáreas, al tiempo que en este mandato “esperamos cerrar duplicando el área, con picos de incorporación como en 2002 cuando se alcanzaron más de 7.000 hectáreas”. Buena parte de estos proyectos se llevaron adelante con el estímulo de la ley de inversiones y la inversión promovida, lo cual “ha sido un avance importante pero aún insuficiente”.
El jerarca del gobierno dijo que “el ritmo de incorporación es fundamental no solo para la estabilidad productiva que se vio tan afectada en 2022/23 con la sequía más grande que tengamos memoria, sino para el país en su conjunto y la estabilidad de su economía, ya que si asociamos períodos de sequía con la tasa de crecimiento, hay una afectación general para la sociedad”.
ESTÍMULOS. Más allá de esta realidad de incrementos en el área de riego, fundamentalmente basado en empresas que tributan con el impuesto a la renta y por las exoneraciones tributarias se ven estimuladas, Mattos se refirió a los beneficios que tiene aplicar los sistemas de riego en el país, así como de distintas obras de infraestructura que también pueden colaborar con la contención de crecientes, agua para consumo animal, consumo humano, entre otros.
“Hemos manejado buenos instrumentos pero no es suficiente, porque para que Uruguay tenga un sistema productivo adaptado a las realidades del cambio climático y con la posibilidad de mitigarlo, deberíamos generar estímulos adicionales”, sostuvo, en referencia a las estrategias existentes para expandir la superficie bajo riego.
“Pensamos que como promedio deberíamos agregar 5.000 o 6.000 hectáreas anuales de riego, y el área como mínimo debería triplicarse o cuadruplicarse para alcanzar, como un inicio, que en 10 años un área bajo riego que sea el doble de la que actualmente dispone el país”, indicó.
Mattos estimó que en Uruguay, los sistemas de riego comprenden menos del 2% del área productiva, lo cual es una tasa muy baja sobre todo mirándola frente a las posibilidades que existen en el país de ampliarla, analizando las precipitaciones anuales en promedio, la topografía, los criterios de sostenibilidad y la chance real de hacer embalses que respeten la biodiversidad y sean monitoreados de forma multidisciplinaria.
“En lo que nos queda de mandato, nos vamos a abocar en avanzar en una propuesta integral de gestión de los recursos hídricos”, expresó el titular del MGAP.
INSTRUMENTOS. El ministro recordó que semanas atrás, un grupo importante de técnicos estuvo más de dos semanas en China participando de un seminario con este fin, así como también estuvo su visita por tercera vez. “Allí encomendamos el estudio de la cuenca de la Laguna Merín, en un ámbito de cooperación y estudio técnico, intentando analizar en profundidad las posibilidades y las obras que serían necesarias para la regulación de los caudales, que por exceso o falta, generan impactos productivos y sociales de enorme importancia, tal como sucedió hace algunos meses.
Indicó que “hay otras cuencas que se podrían trabajar en el país de forma beneficiosa, conformando un grupo de trabajo que dejará un plan realizado de cara a la próxima discusión de la ley de presupuesto, donde para nosotros debería ser prioridad generar los estímulos necesarios”, expresó. Por su parte, el jerarca agregó que sería necesario implementar también la obra pública, que a veces aparece como solución frente a la imposibilidad de llegar a los acuerdos necesarios para las represas multiprediales. “Hay que buscar instrumentos donde se beneficie la comunidad con sistemas más amplios de riego, más actividad, más inversión y generación de empleo”, señaló.
Muchas de estas obras en diferentes lugares pueden ser gestionadas luego por el sector privado. “El Estado debe invertir en infraestructura de riego, pero sobre todo generando que el recurso agua esté disponible para la producción de forma equitativa y democrática, tanto para productores grandes, así como para productores pequeños, generando que el insumo esencial esté y finalmente dependa de la decisión de cada uno”, remató el ministro Fernando Mattos.
