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Con los precios actuales se reducirá el área de soja en el país

Nueva Palmira sigue por debajo de los US$ 300 la tonelada.

FILE PHOTO: A local producer of soybeans shows the camera a handful of freshly harvested soybeans on a farm on the outskirts of San Jose
FILE PHOTO: A local producer of soybeans shows the camera a handful of freshly harvested soybeans on a farm on the outskirts of San Jose, Uruguay, April 27, 2011. REUTERS/Andres Stapff/File photo USA-TRADE/CHINA-LATIN AMERICA
ANDRES STAPFF/REUTERS

Pablo Antúnez

Tras cerrar el lunes en el valor más bajo de los últimos 12 años, la soja recuperó algo del terreno perdido ayer en el mercado de Chicago (US$ 300,48 la tonelada), debido a la caída del área sembrada en Estados Unidos, que está por debajo del promedio de otros años.

“Con estos precios de soja las áreas a plantar se van a reducir y quedarán centralizadas en Colonia, Río Negro, Soriano y parte de Paysandú, más cerca de la logística y de Nueva Palmira”, estimó a El País Juan Foderé, director de Fadisol.

Nadie sabe qué pasará en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, donde ambos países siguen subiendo sus aranceles para los productos del otro. A eso se suma la peste porcina africana que afecta el mercado de China, donde se mataron miles de cerdos y cayó la demanda de soja. Por eso Foderé consideró que “lo que hay que mirar es qué pasa con la siembra de Estados Unidos, con lo que sembró y qué pasará con el clima de aquí en adelante. Les queda menos de un mes para sembrar toda el área de soja. Van muy por debajo del promedio histórico de siembra”, recordó el empresario.

CRECIMIENTO. “Se hace muy difícil pensar en un futuro crecimiento de la soja a estos valores, porque el costo de los fletes es importante”, agregó el director de Fadisol. Los costos también tienen complicadas a las empresas agrícolas uruguayas.

Los productores precisan un valor de soja por encima de US$ 300 en Nueva Palmira para que los números cierren y hoy la oleaginosa cotiza a US$ 285 por tonelada.

“Nos quedan US$ 15 o US$ 20 por tonelada para remar para que los números sean mejores”, reconoció el director de Fadisol, empresa productora y exportadora de la oleaginosa.

Por otro lado, las cosechas vienen avanzando a buen ritmo y hasta ahora los rendimientos están un poco por encima de los esperados inicialmente, principalmente en lo que son sojas de primera, con grupos de madurez más cortos.

“Los de madurez más larga no están con tanto potencial. Los rendimientos promedio de primera deben estar en los 3.300 kilos por hectárea”, contó el director de Fadisol.

Las áreas de segunda que se plantaron a fines de diciembre y enero, serán las que bajarán los rendimientos. Esas áreas no pasaron bien y lo expresarán en los rendimientos al final del cultivo.

Con este panorama, Foderé cree que “no se van a repetir los resultados de 2017 —año récord para la oleaginosa, ayudada por las lluvias que oficiaron de riego—, van a ser un poco inferiores”, agregó el empresario, arriesgando un promedio país que centró en el eje de 2.700 kilos por hectárea. Otros técnicos consultados por El País coinciden con esa visión.

Guillermo Crampet

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