De acuerdo al sistema SIO granos, las ventas de soja (contratos nuevos) en lo que va del mes suman 1,3 millones de toneladas. La cifra implica un desmoronamiento respecto de las 14 millones de toneladas que se comercializaron durante la vigencia del “dólar soja”. Los números marcan el desafío que enfrenta el Gobierno para hacerse de dólares los próximos meses.
El “dólar soja” cumplió con el objetivo establecido: atrajo liquidaciones por US$ 8.120.315, según las exportaciones y le aportó casi US$ 5 mil millones al Banco Central, además de empujar la recaudación nacional l con el salto del 489% que tuvieron las retenciones durante su vigencia.
Los contratos nuevos por 1,3 millones de toneladas en lo que va de este mes no solo cayeron respecto a septiembre, sino que también lo hicieron en la comparación interanual: en octubre de 2021 fueron por 3,9 millones de toneladas.
David Miazzo, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), subrayó que las cifras de contratos dejan en claro que el “dólar soja” no fue “nuevos dólares”, sino “adelanto de exportaciones” y de ventas del productor que se hubieran registrado hasta fin de año.
“El ingreso de dólares va a caer de manera sustancial; todavía en octubre puede haber algo de arrastre de septiembre -añadió-, pero será bajo hasta diciembre. A eso se le suma el efecto de la sequía en el trigo y que también impactará en los dólares que aporta el agro que es la única fuente genuina que existe”.
Dólares. Repasó que las importaciones promediaron en el año los US$7500 millones mensuales y que vienen bajando por la pérdida de peso de la energía aunque -aun con el dólar soja- el nivel actual de reservas netas rondan los US$4200 millones cuando antes de ese tipo de cambio eran de US$1000 millones.
“Los problemas del Banco Central para sumar reservas se transparentan en el mercado de cambios; después del dólar soja se volvieron a vender divisas con excepción de las jornadas en que se frenan prácticamente todas las importaciones, lo que no se puede sostener en el tiempo sin afectar la actividad. Toda esta dinámica se vincula con el atraso cambiario; desde principios de 2021 hasta setiembre al tipo de cambio oficial se lo ‘comió' la inflación”, apuntó.
En una exposición, el analista de granos Enrique Erize apuntó que debería haber “otro dólar soja” para “seguir incentivando la venta”, tal vez en diciembre o en enero. Miazzo coincidió en que es complejo que haya ventas cuando hay expectativas de devaluación “pero no puede haber ‘dólar soja’ cada tres meses porque funcionó cuando la idea era de que existiría por única vez”.
Además de ese punto, otros especialistas consultados por este diario señalaron que ya no hay stocks para usar. Hay estimaciones acerca de que queda un remanente -post dólar soja- de unas ocho millones de toneladas, casi la mitad que había el año pasado a esta altura.
(Fuente: La Nación Campo).