
Cuenta la historia que corría el año 1875, cuando don Eustaquio Pereira, durante dos meses recorrió en carreta desde su Cerro Largo natal hasta Paysandú, lo que hoy es Estación Queguay, para instalarse en esos campos. Allí comenzó otra historia, en un lugar donde hoy, 149 años después, es conocido como “Tierra de Toros”. Claro, para ello han sido claves, el nieto de don Eustaquio, el recordado Carlos Pereira Iraola y su bisnieto, Alberto Pereira Micoud, quien, junto con Inés Campomar, sus hijos y nietos conducen hoy la selección de los rodeos pampas de tradición, y han incorporado desde hace dos décadas a los Angus.
Este sábado, en esa tierra de toros, se dispersó en forma fluida la oferta de 75 reproductores a un valor promedio de US$ 3.548. Pero como toda historia que se precie de tal, la jornada será recordada por mucho más que los números.
En una linda jornada primaveral, un muy buen número de clientes y amigos de la familia llegó hasta Santa Inés, donde, bajo el martillo de Alejandro Zambrano Zerbino, secundado por el equipo del escritorio, se comercializaron todos los toros que pasaron por la pista, con un mercado fluido y muchos piques (tanto de los presentes, como alguno a través de los teléfonos).
En primer lugar se subastaron los Angus de Santa Inés y de La Sorpresa: los 28 toros negros PI y PC hicieron promedio de US$ 3.649, con máximo de US$ 4.980 y mínimo de US$ 3.000 y los 22 toros Red Angus: 4.560, 3.120 y US$ 3.865 de promedio.
Luego, los clásicos Polled Hereford de Santa Inés encontraron promedio en US$ 3.168, con valores extremos de US$ 4.800 y 2.160.
Y así transcurrió la tarde, en esta tierra de toros, donde hace 149 años don Eustaquio Pereira la eligió para desarrollar su actividad y en la cual, ya se programa para el sábado 11 de octubre de 2025 la celebración de los 150 años de la familia en la zona seleccionando ganado. Pero eso, será otra historia…