La mejor noticia para Raquel Arrarte, Coqui Etcheverry, su familia y todos quienes asistieron a la cabaña “Isla Larga”, ayer fue que se mojaron. Y bastante... La incomodidad que podría provocar estar todo un remate bajo la lluvia, fue atenuada con la alegría de ver regarse los campos tan necesitados de agua por estos tiempos en la zona Este del país.
En ese marco, con muy buena cantidad de criadores de distintas zonas, familia y amigo, se concretó la décima venta anual de la cabaña, como siempre con negocios a cargo de escritorio Néstor Birriel Cal Negocios Rurales.
Ya de pique se pudo ver cómo serían los negocios. En el primer lote, se comercializó, tras varios piques, un toro con muy buenos datos de EPD, en US$ 8.160, adquirido por Gonzalo Pepe Rampoldi, que se transformó en el máximo.
Su compañero de brete, encontró precio en US$ 5.400 adquirido por Gloria Casella.
Al final, los 40 toros comercializados hicieron promedio en US$ 3.677, con un precio piso de US$ 3.000 (algunos pocos toros que no alcanzaron ese valor salieron de pista y luego fueron comercializados en ese precio).
Tras la subasta, Marcelo Birriel Osinaga trazó un balance positivo: “en primer lugar llovió, con la falta que hace, además, mucha gente acompañó a la familia en esta décima edición de su remate y lo más importante es que se vendieron los toros, con el valor que puso el mercado y que dejó conformes a todos”, analizó el director de escritorio Birriel Cal.
Para Enrique Bonino, “lo que se vendió fue muy ágil, mucha preoferta, mucho pique, mucho interés”. Destacó que “la torada estaba muy linda” y que “hubo clientes nuevos”.