“… Porque sigue dando criollos, muy buenos criollos el tiempo...”, la frase final del texto del poeta Yamandú Rodríguez fue usada por Carmen Saravia para describir lo que es el momento y la proyección de “El Piramidal”. Una cabaña que es mucho más que sus ovinos, hoy Corriedale y Dohne, es familia, trabajo, pasión y, especialmente, reconocimiento. Porque en la celebración de los 50 remates, en el Centro de Ventas Don Tito, Carmen realizó un tributo a quienes hicieron posible que se llegara hasta acá. "Hace 50 años fue logro y meta de Santos, “Santitos” (Gambetta), mencionó quien le acompañó desde la primera subasta. Recordó que fueron “días de mucho nervio y mucho trabajo que precedieron al primer remate, tenía que salir bien y fue un éxito total”. Recordó que vinieron luego, “algunos no tan buenos y otros regulares, pero el camino estaba trazado y la ruta se siguió”.
“… Porque sigue dando criollos, muy buenos criollos el tiempo...”, la frase final del texto del poeta Yamandú Rodríguez fue usada por Carmen Saravia para describir lo que es el momento y la proyección de “El Piramidal”. Una cabaña que es mucho más que sus ovinos, hoy Corriedale y Dohne, es familia, trabajo, pasión y, especialmente, reconocimiento. Porque en la celebración de los 50 remates, en el Centro de Ventas Don Tito, Carmen realizó un tributo a quienes hicieron posible que se llegara hasta acá. "Hace 50 años fue logro y meta de Santos, “Santitos” (Gambetta), mencionó quien le acompañó desde la primera subasta. Recordó que fueron “días de mucho nervio y mucho trabajo que precedieron al primer remate, tenía que salir bien y fue un éxito total”. Recordó que vinieron luego, “algunos no tan buenos y otros regulares, pero el camino estaba trazado y la ruta se siguió”.
Saravia mencionó que hace 50 años “caminamos junto al escritorio Valdez”. Recordó a Abayubá, rematando debajo de los paraísos en El Piramidal. Y a Yamandú, su hermano llegando con una larga lista de productores al remate. “Luego vinieron años duros para nosotros, en 1995, Santos no estaba. Era nuestro 23 remate, pero sentíamos su presencia y su coraje y sus ansias de vida nos hizo seguir hacia adelante”, dijo.
Es por eso que Carmen Saravia afirmó que “ahora sólo nos resta decir gracias”. Y enumeró: “a nuestros colaboradores, pues sin ellos estos 50 años de remates no hubieran sido posibles, a la familia, a los amigos, a los clientes que nos apoyaron en los buenos y en los malos momentos”. También se acordó de los técnicos de Mejoramiento Ovino y del Sul por su aporte. “Un gracias especial para el Ing. Roberto Cardellino y al ya desaparecido Ing. Mario Azzarini, quienes, además de sapiencia, nos entregaron su amistad”.
Y finalizó con un gracias de madre: “a mis hijos, por haber compartido estos años conmigo y a Gonzalo (Gambetta Saravia) por seguir en el camino”.
El propio Gonzalo, tras reconocer que no es fácil llegar acá, mencionó que “es mucho más fácil lo que nos tocó a nosotros, que era seguir un camino que se empezó en el año 73”. Y dijo que es posible con el trabajo de la familia, mencionando a sus hermanos, hijos, a su esposa (Cristina Ascue), “tratando siempre de mejorar y de producir”.
Luego, se tributó homenaje a Yubá Valdez y a la gente que trabajó en estos 50 remates “que hacen posible que El Piramidal siga produciendo, sea eficiente y venda a sus animales”.
También hubo lugar a los reconocimientos hacia El Piramidal de parte de Valdez y Cía. y de la Sociedad Criadores de Corriedale, en cuyo nombre Ruben Echeverría dijo que “son 5 décadas de trabajo, es muy difícil haber hecho el primero y mucho más mantenerse a través del tiempo, se logra con trabajo, dedicación y el amor por la raza Corriedale”. Una raza que dijo “es de triple propósito: carne, lana y amigos”. Agregó que tienen “el mejor recuerdo de don Santos, impulsor de la raza Corriedale, de Santitos que fue quien impulsó los remates, del gran trabajo de una mujer admirable, pujante como Carmen, al lado de los hijos, así como Cristina que acompaña a Gonzalo, pilares fundamentales para que continúe con dedicación, vocación y ánimo, ya con los gurises a la vuelta”. Y cerró felicitando a “esta gente con vocación de la oveja y familia, que ahora continuará en muy buenas manos”.
La venta.
Ya en los negocios, bajo el martillo de Alejandro “Nano” Núñez Lecumberry, secundado por Pablo Camilo Valdez Pasturino y demás integrantes de la firma, los carneros Merino Dohne hicieron promedio en US$ 655. Los PI: 3.800, 1.200 y 2.155 y los PxC: 900, 350 y 474. Por su parte, los carneros Corriedale promediaron US$ 468: Los planteleros: 2.000, 450 y 875 y los PI y MO: 450, 300 y 332.
Los vientres Dohne, se vendieron a un promedio de US$ 179.
Finalizado el remate, Gonzalo Gambetta Saravia agradeció a todos y aseguró que “mañana empezamos a trabajar para el próximo remate, buscando lo más eficiente para nosotros y para nuestros clientes”. Es que, como dijo su madre, citando a Yamandú Rodríguez: “nuevas generaciones siguen transitando, demostrando que sigue dando criollos, muy lindos criollos, el tiempo...”.