Al inicio del año, el mercado de tierras generó expectativas sobre el impacto del nuevo gobierno recientemente asumido. Sin embargo, algunos datos han resultado sorprendentes. Según Federico Delgue, director de la inmobiliaria Los Cardinales, los registros del Instituto Nacional de Colonización muestran que en enero se concretaron 17 ventas, una cifra notablemente superior a la de años anteriores, cuando oscilaron entre 7 y 12 negocios.
En diálogo con Valor Agregado Norte, Delgue destacó que estas operaciones involucraron unas 15.500 hectáreas. “Esto nos dice algo: el sector agropecuario, como negocio, no es especialmente atractivo, pero Uruguay sigue siendo un refugio de inversiones. Quienes llegan al país lo hacen con la intención de resguardar su capital”, explicó.
Consultado sobre las expectativas con el nuevo gobierno, el operador inmobiliario señaló que “no se pueden hacer proyecciones mirando hacia atrás”. Sin embargo, resaltó que la estabilidad del país brinda confianza y garantías a los inversores, por lo que no se prevén regulaciones que puedan generar incertidumbre.
Respecto al perfil de los inversores, Delgue indicó que, en su mayoría, son extranjeros y priorizan la liquidez. “Buscan campos bien ubicados y con alto potencial productivo, principalmente en agricultura y forestación”, afirmó.
En cuanto a los valores de la tierra, anticipó un ajuste a la baja en los campos agrícolas, tendencia que también se observa en los predios mixtos. “El precio del ganado es favorable, pero existen barreras, como las cuestiones sanitarias, que pueden impactar en las decisiones de inversión”, comentó.
En materia de arrendamientos, el interés se concentra en los campos ganaderos por encima de los agrícolas y forestales.
A nivel empresarial, Los Cardinales asesora a los inversores en la toma de decisiones. “Muchas veces llegan con la intención de invertir en tierra, pero sin una idea clara de en qué sector. Nuestro trabajo es presentarles las diferentes opciones y explicar cómo se mueve cada rubro. A pesar de ser un país pequeño, Uruguay es muy diverso”, señaló Delgue. Además, mencionó que la mayoría de los compradores adquieren tierras con la intención de arrendarlas en lugar de explotarlas directamente.
Por último, destacó que la compra de tierras en Uruguay es un proceso flexible, siempre que se identifique con claridad al beneficiario final.