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La Asociación Rural advierte por mayor inseguridad en el campo y reclama respuestas sobre competitividad y presión fiscal

El presidente de la Asociación Rural del Uruguay advirtió por el aumento del abigeato y la preocupación en el interior por la seguridad rural, reclamó mayor agilidad judicial, cuestionó el atraso cambiario y señaló que, de cara a 2026, el sector ganadero espera estabilidad de precios pero enfrenta desafíos de competitividad y costos

Policía, seguridad rural, abigeato, faena clandestina

La Asociación Rural del Uruguay (ARU) volvió a poner el foco en la seguridad rural tras una reunión mantenida en las últimas horas con el ministro del Interior, Carlos Negro. El presidente de la ARU, Rafael Ferber, dijo en Valor Agregado de radio Carve que fue un encuentro “muy ameno, de trabajo”, donde se repasaron casos concretos y se trasladó al gobierno “la inquietud muy grande que hay en el interior”.

“Claramente la situación ha cambiado”, afirmó Ferber, y sostuvo que el cambio no es solo en la percepción: “Yo creo que en la situación no hay ninguna duda. Hay más número de abigeatos”. Señaló que, al menos en el registro de denuncias, el aumento es significativo y lo cuantificó en torno a “un 14%” en el último año. Aun así, advirtió que podría haber subregistro: “Entiendo, es una percepción personal, que no se denuncia todo lo que pasa”.

En paralelo, Ferber destacó que los copamientos —uno de los delitos que más impacto emocional genera en el medio rural— muestran una reducción, aunque siguen encendiendo alarmas. “Llevamos muy preocupados el tema de los copamientos. Sabemos en campaña lo que significa”, expresó. Según los números manejados por la gremial, en 2024 se registraron 25 casos y en el año en curso serían 19. “Eso sí nos pone muy nerviosos”, agregó.

Ferber indicó que en la reunión “se pusieron números arriba de la mesa”, se habló de coordinación institucional y de cómo mejorar la respuesta. También remarcó que el ministro “entiende lo de la percepción”, y que no minimiza el problema: “Podría pensar que no pasa nada, pero no. Entiende lo de la percepción y se está trabajando al respecto”.

Uno de los puntos planteados por la ARU fue la necesidad de revisar el engranaje entre la Policía y la Justicia, especialmente en lo vinculado a allanamientos. Ferber explicó que, si bien no se afirmó que el sistema funcione mal, hay diferencias de criterio según zonas y eso enlentece la investigación de delitos rurales. “La policía llega, tiene casos, tiene sospechas de quienes están involucrados, pero cuesta… en algunas zonas los allanamientos los jueces no los autorizan de manera ágil; en otras zonas sí”, señaló. En ese marco, adelantó que la gremial buscará un contacto con la Suprema Corte para abordar el tema.

Además, Ferber comentó que se evaluó la estructura operativa y los mandos territoriales: “Los jefes principales siguen siendo los mismos… en gran medida siguen siendo los mismos”. En su visión, más allá del trabajo policial, “es evidente que hay que presionar y hay que trabajar más al respecto” desde el sector rural, manteniéndose “arriba de la situación”.

El 1% municipal: trabas políticas y temor por los recursos

Otro asunto que continúa en la agenda de la ARU es el 1% municipal. Ferber reconoció que se avanzó en la discusión y que hay señales favorables desde el Poder Ejecutivo, pero advirtió que la resistencia de las intendencias mantiene frenada una definición. “Vamos en el camino correcto, nos gustaría que ya esté implementado”, dijo, y afirmó que Ganadería lo ha planteado con fuerza y que Economía “lo ve con buenos ojos”.

Sin embargo, explicó que “en la parte de las intendencias hay mucha resistencia para terminar de derogarlo” y que no visualiza una salida rápida “de manera frontal contra los intendentes”. “Van a tener que ponerse de acuerdo y eso hasta ahora no ha sido posible”, remarcó, salvo excepciones puntuales.

Ferber detalló cuál es el argumento más repetido por parte de los gobiernos departamentales: “El miedo de ellos es que la plata está hoy, se termina este presupuesto, viene el presupuesto del gobierno que viene y quedan afuera”. En síntesis, reclamó una herramienta que garantice a futuro el flujo de esos fondos, algo que, según dijo, es lo que “marcan como limitante más grande”.

También dejó planteada una diferencia de lectura sobre el impacto económico del sistema. Mientras las intendencias relativizan el peso de multas y recargos, Ferber afirmó que el cobro al productor por atrasos “es un número importante”, aunque admitió que el tema no se expresa abiertamente en las discusiones.

Dólar y competitividad: “Es un golpe diario”

En materia económica, Ferber definió la situación del tipo de cambio como “realmente preocupante” y la describió como “un golpe a la competitividad diario”. Reconoció el componente internacional del movimiento del dólar, pero cuestionó el ritmo de ajuste interno: “La política monetaria debería ir más rápido”, sostuvo.

En su análisis, la baja de las letras de regulación monetaria se ha dado “a un ritmo inferior” al descenso del dólar y eso termina restando margen al tipo de cambio. “Algo hay que nos están sacando del tipo de cambio por no bajar la letra todo lo que deberían”, expresó, estimando que el impacto puede equivaler a “medio centavo… 50 centavos”, más que a un peso. En ese escenario, advirtió: “Con estos niveles de tipo de cambio, es muy difícil que a este país le vaya bien”, y consideró que, fuera de la ganadería, otros rubros no están en condiciones de amortiguar el golpe.

Expectativas 2026: estabilidad en precios, costos como desafío industrial

De cara a 2026, Ferber dijo que el panorama de precios ganaderos se proyecta con “estabilidad” y que “nadie espera que los precios bajen”. Tampoco ve una gran expectativa de subas fuertes, aunque afirmó que “en la parte ganadera estamos bien de precios”.

Al relativizar la comparación con picos previos, señaló que, si se ajustaran los valores del máximo de 2022 a “dólares constantes”, el novillo debería ubicarse cerca de “6,90”, por lo que los precios actuales, aunque altos, no serían extraordinarios en esa perspectiva.

Finalmente, planteó preocupación por la situación de la industria frigorífica, que —según lo que escucha— continúa con dificultades de rentabilidad aun con estos valores. “Evidentemente la industria tiene un tema… que va a tener que solucionar por fuera del valor del ganado”, afirmó. En su visión, el desafío pasa por revisar “ese mundo de costos extra” para mejorar la competitividad del eslabón industrial.

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