La Comisión de Ganadería del Senado recibió en las últimas horas al presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Guillermo Tolosa, para analizar los posibles mecanismos de regulación que se aplicarán sobre los denominados "fondos ganaderos", instrumentos financieros que captan ahorro público para financiar actividades productivas, principalmente en el sector ganadero.
El senador Sergio Botana (Partido Nacional), integrante de la Comisión, calificó como “equilibrado” el plan presentado por el Banco Central, destacando que se busca establecer controles sin trabar la canalización de ahorro hacia el sector primario. “El control es imprescindible, pero sin excesos que terminen trancando el negocio por rigidez o por costo”, afirmó en diálogo con el programa Valor Agregado de radio Carve.
Según explicó, el esquema planteado por el BCU contempla la realización de auditorías externas sobre estos instrumentos, pero evitando que los controles sean tan complejos que solo puedan ser realizados por grandes consultoras de Montevideo, lo cual limitaría la participación de actores locales. “Este es un negocio que se hace en el interior, no podemos crear una clase empresarial que sea la única especialista en finanzas agropecuarias y termine apropiándose del sistema”, advirtió.
Botana enfatizó que los controles propuestos se aplicarán sobre aquellos instrumentos que realizan captación de ahorro público, promocionan sus servicios y prometen rentabilidades —fijas o variables— a los inversores. En cambio, las sociedades comunes vinculadas al funcionamiento agropecuario tradicional no estarán alcanzadas por estas exigencias, ya que no corresponden a la órbita de supervisión del Banco Central.
Respecto al funcionamiento del sistema de auditorías, el senador señaló que el objetivo es que sean de fácil instrumentación y comprensión, permitiendo transparencia para los participantes del negocio, pero sin burocracia excesiva. “El Banco Central tendrá que habilitar a los auditores y definir un modelo simple de control eficiente, porque además deberá aprender a regular un negocio que tiene sus propias características y no funciona con rentas fijas”, explicó.
En cuanto a los plazos, Botana sostuvo que todavía resta definir los detalles de implementación, pero que algunas medidas requerirán aprobación parlamentaria, mientras que otras podrán ser instrumentadas directamente por el Banco Central dentro de su marco normativo.
Consultado sobre la falta de controles en años anteriores, el legislador reconoció que “se le escapó la tortuga” a varios gobiernos. Sin embargo, advirtió sobre los riesgos de caer en una sobrerregulación que termine por paralizar las inversiones: “Estas cosas a la bartola no pueden andar, pero también hay que tener cuidado con el tipo de instrumentos. Siempre puede haber mala fe, pero la burocracia excesiva tampoco garantiza que no haya problemas”.
Finalmente, Botana remarcó que los mecanismos de control deberán articularse eventualmente con el Ministerio de Ganadería, dado que algunos aspectos vinculados a la propiedad del ganado y su trazabilidad exceden la competencia del BCU.