El productor uruguayo Andrés Iglesias también desarrolla actividad ganadera en Argentina, específicamente en el norte de la provincia de Santa Fe, desde noviembre de 2018. “En ese momento vimos una oportunidad interesante para entrar en Argentina con campos muy baratos. Acá, en esos momentos, estaban a US$ 200 por hectárea”, explicó.
En una entrevista con Valor Agregado de radio Carve, Iglesias comentó que esa zona de Argentina “es plana, con campos limpios y otros con montes. Los limpios se pueden desarrollar para agricultura, mientras que en la parte de monte el trabajo es más complejo”.
En los últimos años, señaló, se ha registrado un fuerte desarrollo de la agricultura a través del cultivo de algodón. “La ganadería está en retroceso. Yo estoy en el departamento 9 de Julio, que tiene un tamaño similar al de Tacuarembó. En 2008 había 1,2 millones de cabezas de ganado, y el año pasado cerramos con 374.000. Esto se debe, en gran parte, al clima, que ha sido bastante seco en los últimos años”.
Los campos que en su momento se adquirieron a US$ 200 por hectárea hoy cotizan entre US$ 3.500 y US$ 5.000. “El algodón transformó la zona. Es un cultivo muy rentable, sin techo en la producción”, afirmó Iglesias.
Actualmente, el negocio ganadero sigue siendo atractivo. “El ternero ronda los US$ 3,00 y hay una gran demanda. Lo que llama la atención es que un ternero de 200 kilogramos se vende en cinco minutos, mientras que una vaca preñada, que cuesta lo mismo, es mucho más difícil de colocar”, señaló.
Según Iglesias, esto se debe a que “hay negocios alternativos con más margen que la ganadería”. Sin embargo, destacó que sigue siendo un buen negocio, ya que “los costos de producción son mucho más bajos que en Uruguay”.
Otro aspecto relevante, según el productor, es la situación financiera. “En Argentina no hay problemas de deudas porque los bancos no ofrecen líneas de crédito. Eso hace que el negocio sea más sano y saludable, porque lo que se ve es real”.
Por último, Iglesias opinó que la posibilidad de exportar ganado en pie no debería cambiar significativamente el escenario ganadero en Argentina.
