Tras las noticias referidas a algunos fondos de inversión de importancia que operaban en el mercado de los campos; la oferta, demanda y los valores parecen tener un cambio que corresponde con “sincerarse” con la situación real de mercado. Así coincidieron Otto Fernández, Christopher Brown y Pablo Albano en sendas entrevistas en Valor Agregado en radio Carve.
“El año empezó movido con la salida de empresas que tenían mucho campo arrendado”, comenzó diciendo Otto Fernández, director de escritorio con el mismo nombre, quien agregó que en el norte del país quedaron campos vacíos que van desde las 500 hectáreas hasta las 4.000. A esto, agregó que es un año particular por el volumen de oferta forrajera. Por su parte, los cambios en los precios van de la mano con las condiciones del clima también.
“Pueden tender a bajar los precios por incidencia de la anormal demanda que había antes, en función de la necesidad y requerimiento de las empresas antes mencionadas, que salían de lo genuino del mercado ovino y ganadero”, añadió.
Para manejar referencias, Fernández dijo que campos “ovejeros duros de 30 o 50 de índice”, se pagan US$ 50 o US$ 60, al tiempo que en los criadores se habla de US$ 70 y la franja de arriba está en US$ 80 o US$ 90. “Hoy condiciona más la inmediatez del negocio”, dijo.
Pablo Albano, integrante de Zambrano y Cía, expresó que está colaborando que la ganadería tuvo un 2024 “estable”. “No había correlación entre los precios que pagaban los fondos con los que se pagan produciendo, estaban por encima del promedio histórico y por eso espero un ajuste”, sentenció.
Sumándose a las referencias mencionadas anteriormente, Albano dijo que difícilmente aparezcan los US$ 100 por rentas que aparecían en caso de la acción de estos fondos. De todos modos, manifestó que el mercado absorbería rápidamente con arrendamiento los campos que queden vacíos.
Sobre la situación de Grupo Larrarte y República Ganadera, el integrante de Zambrano y Cía dijo que aparecieron dos campos vinculados a estos fondos que salieron al mercado con valores acordes a la realidad y por debajo de los que tenían anteriormente.
Para rentas forestales, dijo que “siempre están firmes” y pueden llegar a US$ 200 con algún componente productivo o una fórmula híbrida de pago, pero se maneja entre US$ 150 como mínimo y US$ 180.
“Atravesamos un fin de 2024 con turbulencias, pero considero que es muy pronto para hablar del mercado de tierras” comenzó diciendo Christopher Brown, director de Agro Oriental, quien dijo que espera que los valores se sinceren pero que no sean cambios drásticos, en coincidencia con lo explicitado anteriormente por Fernández y Albano.
Para aquellos campos de bajo índice productivo en el norte, por ejemplo, el afán de colocar dinero de los fondos llevó a que se paguen por encima del valor de mercado. Por tanto, el nuevo escenario puede tener incidencia en “sincerarse” respecto de los valores reales de mercado. Brown cerró diciendo que “siempre hay interesados” para aquellos campos que queden vacíos.